El magnetismo cumple 400 a?os
William Gilbert era un gran observador de la naturaleza, a la que intentaba arrancar sus secretos. Su curiosidad sobre las br¨²julas y los imanes llev¨® a este m¨¦dico ingl¨¦s del siglo XVI a internarse en la f¨ªsica, campo en el que sus cuidadosas explicaciones de observaciones y razonamientos sentaron la base de la ciencia experimental moderna y demostraron que la Tierra es magn¨¦tica. Gilbert encontr¨® en el magnetismo lo que cre¨ªa que era el alma de la Tierra. En 1600 public¨® un monumental tratado sobre este tema que cambi¨® la forma de presentar, discutir y probar las teor¨ªas cient¨ªficas. Este libro, De Magnete (Sobre el im¨¢n, en lat¨ªn), sirvi¨® de base para el renacimiento cient¨ªfico inspirado por Johannes Kepler, Galileo e Isaac Newton en el siglo XVII."Gilbert fue el punto de inflexi¨®n entre el pensamiento medieval y la ciencia moderna", dice David Stern, un f¨ªsico de la NASA que est¨¢ liderando la conmemoraci¨®n internacional de los 400 a?os de la publicaci¨®n de De Magnete. "A menudo se equivocaba en sus conclusiones", explica Stern, "pero dio comienzo a una nueva era. Tambi¨¦n introdujo las observaciones experimentales en ciencia de una forma sistem¨¢tica". Desde el tiempo de los griegos se hicieron experimentos, pero Gilbert fue el primero que de forma met¨®dica relacion¨® los experimentos con sus teor¨ªas y los detall¨® para que pudieran ser reproducidos por otros.
Debido a su inter¨¦s por la causa de que unos objetos atraigan a otros, Gilbert hizo experimentos pioneros en electricidad est¨¢tica, el llamado efecto ¨¢mbar, porque al frotar trozos de ¨¢mbar con un trapo seco, ¨¦stos atraen plumas y otros objetos ligeros. Encontr¨® este cient¨ªfico que las atracciones del magnetismo y de la electricidad est¨¢tica no est¨¢n relacionadas, pero en su libro existe una clasificaci¨®n de las numerosas sustancias que son o no atra¨ªdas por el ¨¢mbar (elektron, en griego).
Gilbert denomin¨® a los materiales atra¨ªdos electricks, y a lo que les atrae, fuerza elecktrica. Al hacerlo, se?alan los expertos, cre¨® el vocabulario utilizado en la actualidad para describir la electricidad, incluidos t¨¦rminos como "electr¨®n".
Como han se?alado los cient¨ªficos e historiadores en recientes revisiones del libro De Magnete, defini¨® un m¨¦todo y una filosof¨ªa de la ciencia experimental 20 a?os antes del famoso llamamiento de sir Francis Bacon en pro de un sistema deductivo de investigaci¨®n y observaci¨®n emp¨ªricas para descubrir los secretos de la naturaleza.
En una ¨¦poca en que se consideraba una herej¨ªa la realizaci¨®n de experimentos que pudieran entrar en conflicto con las ense?anzas de la Iglesia o que presentaran ideas que chocaran con la filosof¨ªa del pasado, el libro de Gilbert destacaba en solitario. "Hay que recordar que los Principia de Newton no se publicaron hasta 1687", se?ala Stuart Malin, del British Geological Survey.
Por su parte, David Barraclough, de la misma instituci¨®n, explica: "De Magnete tambi¨¦n se anticipa a Astronomia nova (1609), de Kepler, en el que enunci¨® las primeras dos leyes de sus tres leyes de movimientos planetarios, y a Sidereus Nuncius (1610), de Galileo, en que se informaba de las primeras observaciones con telescopios".
Gilbert cre¨ªa en la teor¨ªa copernicana de que la Tierra no es el centro inamovible del universo. Pensaba que el planeta giraba sobre su eje, pero pensaba err¨®neamente que este movimiento estaba relacionado con el magnetismo, que incluso pod¨ªa ser su causa. El concepto del giro de la Tierra era considerado tan inaceptable en aquella ¨¦poca que en muchas copias de su libro estas p¨¢ginas fueron arrancadas o borradas.
Galileo, que elogi¨® el libro, dijo que la copia que ¨¦l ten¨ªa fue un regalo de alguien que quer¨ªa "salvar su biblioteca del contagio".
William Gilbert naci¨® en 1544 en una familia de clase media de Colchester (Inglaterra) y muri¨® de peste en Londres en 1603. No se sabe mucho sobre su infancia, pero s¨ª que se educ¨® en St. Johns College, en Cambridge, hasta 1569. Durante los 11 a?os que permaneci¨® all¨ª, se form¨® como m¨¦dico. En 1573 se estableci¨® en Londres como m¨¦dico y tuvo tanto ¨¦xito en su carrera que en 1599 se convirti¨® en presidente del Real Colegio de M¨¦dicos. En 1601 fue nombrado m¨¦dico personal de la reina Isabel I.
En paralelo a su vida profesional como m¨¦dico, Gilbert ten¨ªa otra vida que giraba alrededor de su inter¨¦s por el magnetismo. Desde 1581 a 1600 realiz¨® experimentos de electricidad y magnetismo, a menudo en colaboraci¨®n con otras personas con su mismo inter¨¦s, seg¨²n se?alan sus bi¨®grafos.
Los antiguos griegos y chinos conoc¨ªan las piedras imantadas que atra¨ªan el hierro, y alrededor del a?o 1000, los chinos descubrieron que un im¨¢n de hierro puesto en agua siempre se alineaba en la direcci¨®n Norte-Sur. El uso de la br¨²jula magn¨¦tica se extendi¨® pronto a Europa a trav¨¦s de Oriente Medio. Sin embargo, la naturaleza del magnetismo y de las propiedades direccionales de la br¨²jula sigui¨® siendo un misterio rodeado de mitos que atrajo la curiosidad de Gilbert y sus colegas. Sus a?os de experimentaci¨®n culminaron en la publicacion de De Magnete, un volumen raro, de 246 p¨¢ginas, impreso en lat¨ªn, que era entonces la lengua universal de la ciencia. Gilbert dividi¨® su trabajo en 115 cap¨ªtulos a lo largo de seis libros. En ellos repas¨® los trabajos anteriores, present¨® resultados experimentales y c¨®mo los hab¨ªa obtenido, discuti¨® los hallazgos en un contexto amplio y finaliz¨® con especulaciones y problemas sin resolver, una estructura que hoy resulta familiar en art¨ªculos cient¨ªficos y tesis doctorales.
Entre los objetos que utiliz¨® en sus experimentos estaba una piedra esf¨¦rica que llam¨® terrella ("peque?a tierra"), cuyo campo magn¨¦tico compar¨® con el de la Tierra y sobre el que prob¨® peque?as agujas imantadas. Al analizar el hecho de que existen peque?as variaciones en la direcci¨®n de las br¨²julas, dependiendo del lugar en que se encuentren, Gilbert mostr¨® que esto ocurre porque la Tierra no es una esfera perfecta. La terrella tambi¨¦n ayud¨® a hacer otros experimentos de geomagnetismo, como la demostraci¨®n de que la orientaci¨®n de la br¨²jula cambia cerca de masas terrestres y de monta?as.
Para estos experimentos, Gilbert reprodujo los huecos de los oce¨¢nos en la piedra y demostr¨® que las peque?as agujas se?alaban de forma distinta dependiendo de su proximidad o alejamiento a las masas elevadas.
Seg¨²n Stern, De Magnete proporciona al lector moderno un atisbo de la mente de alguien que trata de comprender la naturaleza desde una posici¨®n de completa ignorancia. Es f¨¢cil ver la confusi¨®n, la ingenuidad y el error, pero esto no debe impedir apreciar la creatividad y el genio de lo que Gilbert hizo. "Convirti¨® el magnetismo en parte de la ciencia", afirma Stern.
Informaci¨®n en Internet: www-spof.gsfc.nasa.gov/earthmag/demagint.htm.
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