El XXXV Congreso del PSOE, viaje al purgatorio
La confusi¨®n y las disputas intestinas no son consustanciales a partido pol¨ªtico alguno, sino s¨ªntomas de per¨ªodos de transici¨®n como el que est¨¢ viviendo el PSOE en la oposici¨®n. Basta con recordar los ¨²ltimos a?os de Alianza Popular antes de su IX Congreso celebrado en 1989, cuando inici¨® un largo y tenso proceso pol¨ªtico con el nuevo nombre de Partido Popular. Se trata de un problema de anomia en un momento de redefinici¨®n de la identidad de un proyecto pol¨ªtico, pero tambi¨¦n de un problema de remoci¨®n de muchos intereses creados, pues el amiguismo suele degenerar en el clientelismo y la profesionalizaci¨®n de la pol¨ªtica con el paso de los a?os, a pesar de que haya ahora quien proclame su viejo clan como un "espacio abierto".En medio de esta inc¨®moda traves¨ªa, la crisis del socialismo es un asunto de reorganizaci¨®n institucional y program¨¢tica en buena medida pospuesto al haberse dado prioridad a la b¨²squeda de un nuevo dirigente, como sucedi¨® con la precipitada designaci¨®n de Joaqu¨ªn Almunia como secretario general del partido socialista. Esta nueva oportunidad que supone la celebraci¨®n del XXXV Congreso Federal del PSOE debe servir precisamente para debatir sobre las respuestas del socialismo a tales cuestiones organizativas y program¨¢ticas, comenzando por el modelo de partido que se desea. Sin embargo, es necesario recordar el lastre pol¨ªtico que ha supuesto un dirigente hist¨®rico como Felipe Gonz¨¢lez en la redefinici¨®n de la identidad del socialismo espa?ol. Parece como si este personaje, al confundir su liderazgo personal con el propio partido, no hubiese comprendido que su ciclo pol¨ªtico acab¨® en 1993, vegetando el PSOE durante tres a?os m¨¢s sobre su carisma personal, pero en medio de la clamorosa falta de un proyecto claro y original, el m¨¢s m¨ªnimo atisbo de novedades en las estructuras del partido y la ausencia de nuevos dirigentes que pudieran protagonizar un rejuvenecimiento y readaptaci¨®n del proyecto socialista. La precipitada salida de Felipe Gonz¨¢lez de la secretar¨ªa general del PSOE tuvo m¨¢s de improvisaci¨®n circunstancial que de sincero deseo de cambio, dada su necesidad de frenar la ofensiva del guerrismo en medio de la derrota electoral socialista y de los esc¨¢ndalos de corrupci¨®n que implicaban al entorno del ex presidente. Como resultado en gran parte de tal egolatr¨ªa, que puede terminar por dilapidar el propio halo de este pol¨ªtico, el Partido Socialista ha prolongado su reorganizaci¨®n y redefinici¨®n program¨¢tica frente a la sociedad. Ha sido el grave coste de aquella derrota p¨ªrrica de 1996, que s¨®lo la evidencia del fracaso en las ¨²ltimas elecciones generales ha puesto en su lugar. El ejemplo de Jos¨¦ Bono es tambi¨¦n v¨¢lido, pues se trata de un camale¨®n de la pol¨ªtica, ahora renovador, pero que ha sido incapaz de renovar el partido socialista en su propia regi¨®n despu¨¦s de veinte a?os. Otros protagonistas de este Congreso han aprendido la lecci¨®n y procuran anteponer la renovaci¨®n del partido y el impulso de un nuevo proyecto pol¨ªtico general a las cuestiones de liderazgo, incluidos quienes encabezan la nueva ofensiva del guerrismo en recuerdo de viejas batallas y afrentas.
Con aquellas prevenciones y estos visos, cualquier delegado socialista al pr¨®ximo Congreso Federal del PSOE podr¨ªa hacer suyos aquellos versos del divino Dante cuando se encomendaba a Cal¨ªope, musa de la poes¨ªa ¨¦pica, en ayuda para el canto que celebraba el comienzo de su visita al purgatorio despu¨¦s de atravesar el infierno en compa?¨ªa del poeta latino Virgilio: "Por surcar mejor agua alza las velas/ ahora la navecilla de mi ingenio,/ que un mar tan cruel detr¨¢s de s¨ª abandona; /y cantar¨¦ de aquel segundo reino donde el humano esp¨ªritu se purga y de subir al cielo se hace digno".
Francisco Sevillano Calero es profesor de Historia Contempor¨¢nea en la Universidad de Alicante.
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