El motor musical de Torroella de Montgr¨ª
El Festival Internacional de M¨²sicas transforma en 20 a?os la vida cultural y econ¨®mica de la poblaci¨®n ampurdanesa
"Torroella de Montgr¨ª, vila musical". ?Un nuevo eslogan para fomentar el turismo cultural? "No hacemos uso de ¨¦l como eslogan publicitario, pero es la definici¨®n que mejor se ajusta a nuestra problaci¨®n", afirma Josep Ferrer Cama, alcalde de Torroella de Montgr¨ª. "El Festival Internacional de M¨²sicas se ha convertido en un motor de dinamizaci¨®n cultural que ha espoleado al Ayuntamiento a definir una estrategia cultural para la poblaci¨®n con vistas a los pr¨®ximos 25 a?os con los objetivos claros de recuperar el patrimonio arquitect¨®nico y de dinamizar el sector comercial teniendo siempre como eje la cultura y al festival como la joya de la corona".El Festival Internacional de M¨²sicas de Torroella de Montgr¨ª, que ma?ana inaugura su 20? edici¨®n, se ha convertido en un diamante para la poblaci¨®n ampurdanesa. Pero esta joya naci¨® como una simple piedra imperfecta, producto de la inagotable imaginaci¨®n de Josep Lloret, un torroellense de adopci¨®n con vocaci¨®n de despertar la conciencia c¨ªvica de la gente por la v¨ªa de la cultura, que, al ingresar todos sus compa?eros del Casal de Montgr¨ª en 1979 en el Ayuntamiento tras las primeras elecciones democr¨¢ticas, se qued¨® al margen al haber optado por no dejar su trabajo como ingeniero t¨¦cnico en Radio Liberty. Dos d¨¦cadas despu¨¦s de haber creado el festival sin ning¨²n tipo de experiencia musical que le avalara y ¨²nicamente con el empuje de su irrefrenable af¨¢n de dinamizar la vida cultural, ha conseguido proyectar al mundo el nombre de la poblaci¨®n.
"Si hace 15 a?os alguien me hubiera dicho que el festival aquirir¨ªa prestigio internacional y se convertir¨ªa en una de las mayores fuentes de riqueza de la poblaci¨®n, habr¨ªa pensado que me estaban mintiendo", explica Lloret. "Planificaba de un a?o para el otro, improvis¨¢bamos mucho, el tel¨¦fono de contacto durante muchos a?os fue el de mi casa, adonde me llamaban de todo el mundo a las horas m¨¢s intempestivas, y ni siquiera yo, que soy el director, me dedicaba profesionalmente a esto. Todo ha sucedido de forma espont¨¢nea, sin haberlo planificalo. Los m¨²sicos que acud¨ªan al festival eran cada vez mejores, el p¨²blico llenaba los conciertos y desde de las primeras ediciones empezaron a aparecer cr¨ªticas en la prensa. La suerte siempre nos ha acompa?ado".
No se ingresa s¨®lo con suerte en el selecto club de la Asociaci¨®n Europea de Festivales, pero Lloret todav¨ªa recuerda los pellizcos que le tuvieron que dar cuando en octubre de 1992 el Festival de Torroella fue admitido como miembro de la Asociaci¨®n Europea. "Ve¨ªa aquella lista de nombres de festivales con Salzburgo, Bayreuth, Edimburgo, Verona... Y Torroella de Montgr¨ª all¨ª, junto a ellos", cuenta Lloret recordando la impresi¨®n que le produjo. "Por si fuera poco, en la primera reuni¨®n me toc¨® sentarme al lado de Gerard Mortier, director del Festival de Salzburgo. En ese momento me di cuenta de que deb¨ªamos afinar el trabajo, ser exigentes con la programaci¨®n y en los cursos de interpetaci¨®n musical, y atender las demandas del p¨²blico y los alumnos que nos ped¨ªan m¨¢s profesionalidad".
La apuesta del festival es clara y no pasa, incluso desde las primeras ediciones, por ofrecer s¨®lo conciertos sino por convertir Torroella de Montgr¨ª en un centro musical de envergadura que recupere el esplendor de siglos pasados cuando en la Baja Edad Media Joan I, conocido como el rey m¨²sico, instal¨® all¨ª una de sus residencias, o cuando a finales del siglo XIV se cre¨® una capilla musical bajo la protecci¨®n del Ayuntamiento que funcion¨® hasta la mitad del siglo XIX y de la que surgieron compositores de prestigio como Amselm Viola y Benet Juli¨¤, maestros de la capilla del monasterio de Montserrat en el siglo XVIII. Conciertos con grandes figuras, recuperaci¨®n de obras olvidadas, estrenos de nuevas partituras, apuesta por los j¨®venes valores, cursos de interpretaci¨®n musical y un concurso de canto, que el a?o pasado traslad¨® su sede a Girona ante la alarmante falta de infraestructura con la que cuenta la poblaci¨®n. "Nunca hemos parado y cuando ten¨ªamos algo consolidado nos hemos embarcado en nuevas aventuras ", dice el director.
El entusiasmo de Josep Lloret cuenta con el apoyo incondicional del alcalde de Torroella, que ve con gran gozo c¨®mo el nombre de la poblaci¨®n se difunde internacionalmente. "Nunca podr¨ªamos pagar esa publicidad y comprar con dinero el prestigio. Aqu¨ª no se instalar¨¢n industrias y tenemos claro que la nuestra debe ser una apuesta por la cultura", dice. Reconoce Josep Ferrer la falta de equipamientos hoteleros e infraestructuras culturales que sabe que juegan en contra del festival. "Intentamos paliarlo ya que conseguir tener un auditorio, aunque nos lo merezcamos por m¨¦ritos propios m¨¢s que cualquier otra poblaci¨®n de la Costa Brava, es un sue?o dif¨ªcil de realizar. La iglesia de Sant Gen¨ªs, tras su climatizaci¨®n, es ya un espacio consolidado y tenemos un acuerdo con la fundaci¨®n Vila Casas, que acaba de abrir en el Palau Solterra un museo de arte contempor¨¢neo, para que su patio del primer piso, con una ac¨²stica magn¨ªfica, acoja conciertos. Tambi¨¦n existe un nuevo plan urban¨ªstico para el paseo de la Esgl¨¦sia que contempla la existencia de un espacio para acoger conciertos".
"En la edici¨®n 21? del Festival de Torroella aumentar¨¢ la presencia de las m¨²sicas del mundo y recuperaremos los conciertos de jazz", avanza Lloret, quien a?ade: "A la iglesia y la plaza de la Vila, incorporaremos como nuevos espacios para los conciertos el Palau Solterra y el antiguo convento de los agustinos, y a partir del 2002 el paseo de la Esgl¨¦sia, con un espacio con capacidad para 1.500 personas".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.