Equiparaci¨®n

Tiempo ha, escrib¨ª cartas sobre el af¨¢n de los pol¨ªticos de aumentar sus retribuciones para dignificar su labor y ahora vuelven a la carga, haci¨¦ndose eco de lo que cobran sus hom¨®nimos en los pa¨ªses de la UE como si los trabajadores de este pa¨ªs tuvieran sus n¨®minas equiparadas a los de la uni¨®n, sobre todo los funcionarios. Hay equiparaciones pero s¨®lo en lo negativo, como los impuestos y todo aquello que afecta al gasto de nuestro bolsillo, pero ning¨²n Gobierno se plantea homologar los salarios. ?Qu¨¦ hacen m¨¢s los probos diputados que el resto de los trabajadores para pedir un aumento? Los pol¨ªticos, creo, son personas como nosotros; en ¨¦poca de elecciones, nunca hay en su programa la renuncia al aumento de sus sueldos, ?por qu¨¦ ser¨¢? Sus trajes no est¨¢n manchados de grasa, yeso, etc, como el de los obreros, pero el uniforme m¨¢s o menos caro que les viste no es lo suficiente digno para dignificar su labor. Simplemente es vergonzoso; la imagen que dan no est¨¢ a la altura de su traje.Los funcionarios somos los m¨¢s afectados por estas vicisitudes, perdiendo poder adquisitivo cada a?o; no tenemos cl¨¢usula de revisi¨®n salarial y estamos sujetos a los bamboleos de los pol¨ªticos de turno; si la econom¨ªa va mal, el funcionario sufre congelaciones para salvarla. Insisto, una vez m¨¢s, en plantear la reducci¨®n del n¨²mero de diputados al m¨ªnimo requerido por la Constituci¨®n, al menos se rebajar¨ªan en dicha cantidad los sueldos y sus aumentos. Parece que subyace en el hecho de salir elegidos, una patente de corso para hacer lo que quieran. No es la raz¨®n de su elecci¨®n y as¨ª debieran plante¨¢rselo.-Juan Vicente Cabo. Valencia.