EE UU contempla reducir su presencia militar en Jap¨®n
Washington admite que Tokio pague menos por las bases estadounidenses en las islas
Bill Clinton se disculp¨® ayer ante el primer ministro japon¨¦s, Yoshiro Mori, por el comportamiento incivil de algunos de los 25.000 soldados estadounidenses desplegados en la isla de Okinawa. El presidente dio a entender que su pa¨ªs est¨¢ preparado para discutir un futuro cierre de algunas bases y la reducci¨®n de tropas de Estados Unidos en Jap¨®n. Son unos 40.000 los soldados acantonados en las islas.
Depende de las Coreas
Clinton tiene la cabeza m¨¢s en Camp David que en Okinawa, por ello ha decidido adelantar en unas horas su regreso a Washington y reintegrarse hoy a las negociaciones entre el primer ministro israel¨ª, Ehud Barak, y el presidente de la Autoridad Palestina, Yasir Arafat. Sin embargo, dos asuntos emergieron con fuerza en sus entrevistas con Mori y el presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin: las bases estadounidenses en Jap¨®n y el futuro de la pen¨ªnsula coreana tras la cumbre entre sus dos l¨ªderes.Clinton le dijo a Mori que desea "colaborar con Jap¨®n en el an¨¢lisis de la presencia de Estados Unidos". Washington dispone de unos 40.000 soldados en territorio japon¨¦s, la mayor¨ªa en Okinawa, donde sus bases ocupan cerca del 10% de la superficie de la isla. EE UU tiene un total de 100.000 soldados desplegados en Asia. El grueso se halla en Jap¨®n y en Corea del Sur (37.000). Fuentes japonesas anunciaron ayer que los dos pa¨ªses est¨¢n de acuerdo en que Tokio pague menos por el mantenimiento de las bases. La contribuci¨®n nipona es de algo m¨¢s de 152.000 millones de yenes anuales (casi 250.000 millones de pesetas).
Una reciente encuesta interna elaborada por la embajada estadounidense en Tokio revel¨® que m¨¢s de la mitad de los japoneses son partidarios de la reducci¨®n de tropas. Adem¨¢s, un acuerdo suscrito por ambas partes en 1995 contempla la voluntad de reducir la presencia de soldados en Okinawa debido a los perjuicios sociales que ha representado la expropiaci¨®n de tierras.
Hace dos a?os, el ex primer ministro Morihiro Hosokawa defend¨ªa en un art¨ªculo publicado en la revista Foreign Affairs que esperaba que la presencia militar norteamericana en el archipi¨¦lago fuera menos visible a finales de siglo. No ha sido as¨ª. Hasta ahora se habla ¨²nicamente de traslado a otro lugar del territorio de instalaciones como Futenma, una base a¨¦rea al sur de Okinawa.
El futuro militar de EE UU en Asia depender¨¢ de lo que acontezca en China y de la reunificaci¨®n de las dos Coreas, que el propio Sur no prev¨¦ antes de 20 a?os. Putin ha dedicado gran parte de sus intervenciones en el G-8 a explicar su visita la semana pasada a Corea del Norte, y la propuesta, un tanto ambigua, de su m¨¢ximo l¨ªder, Kim Jong Il, de renunciar a su programa de misiles a cambio de ayuda en la exploraci¨®n espacial pac¨ªfica. "No est¨¢ claro en qu¨¦ consiste la oferta. Es algo que debemos descubrir", afirm¨® ayer Clinton.El deshielo en la pen¨ªnsula coreana puede poner en entredicho la utilidad del escudo antimisiles que el Pent¨¢gono quiere crear para neutralizar acciones aventureras de pa¨ªses como Corea del Norte, Ir¨¢n o Irak. Rusia y China han avisado a Estados Unidos de que la eventual ejecuci¨®n del programa de defensa antimisiles desestabilizar¨¢ la seguridad mundial.
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