Una obra contra la desmemoria
Cuatro vol¨²menes repasan la historia de los 58 peque?os barrios que forman la ciudad de Barcelona
Barcelona tiene, hoy, 10 distritos. Son unidades administrativas y, en alg¨²n sentido, tambi¨¦n de convivencia, forjadas en la evoluci¨®n hist¨®rica (en ciertos casos sobre el esqueleto de viejos municipios agregados hace casi un siglo). Por debajo de estos grandes espacios, sin embargo, hay otras unidades menores en las que la gente se reconoce hasta decir "soy de Sant Gervasi" o "de la Verneda" o "del Raval". Tramos de ciudad a la medida de la vida de un peat¨®n: el escolar que anda hasta el colegio, el jubilado que pasea, la mujer que va a la plaza o a peque?os comercios de casi toda la vida. Un grupo de historiadores, dirigidos por Ramon Alberch, y coordinados por Francesc Caball¨¦, han hilvanado esas historias urbanas hasta acotar 58 peque?os barrios en los que los ciudadanos se reconocen. Son los peque?os barrios de la ciudad, agrupados en una magna obra de cuatro vol¨²menes titulada, precisamente, Els barris de Barcelona (Gran Enciclop¨¨dia Catalana y Ayuntamiento de Barcelona), cuyo cuarto y ¨²ltimo tomo acaba de ser publicado. Un texto que, en cierto modo, contribuye a luchar contra la desmemoria."Hecha La historia de Barcelona, la de la ciudad, pareci¨® razonable pensar que dentro hay barrios, distritos, antiguos pueblos agregados, y que val¨ªa la pena hacer una obra en esta l¨ªnea", explica Alberch. Y as¨ª naci¨® el proyecto de cuatro vol¨²menes: el primero, dedicado a Ciutat Vella y el Eixample; el segundo, a Sants-Les Corts y a Sarri¨¤-Sant Gervasi; el tercero se ocupa de Gr¨¤cia, Nou Barris y Horta; el ¨²ltimo, de Sant Andreu y Sant Mart¨ª.
Un criterio claro: que el tono fuera el de una obra de "alta divulgaci¨®n". Es decir, que tuviera "un tono lo suficientemente razonable y pedag¨®gico como para que interesara a cualquier ciudadano de la ciudad de Barcelona".
Cada distrito se abre con una introducci¨®n que ofrece su marco hist¨®rico, le sigue la estad¨ªstica demogr¨¢fica y econ¨®mica. "Hemos intentado", explica Alberch, "tratar los elementos m¨¢s variables en el tiempo que dieran un poco la lectura de c¨®mo es el distrito y c¨®mo hab¨ªa sido, incluyendo la historia de antes de la anexi¨®n cuando hace al caso". Luego viene "la parte m¨¢s interesante y que creemos que afecta m¨¢s al ciudadano actual".
Barcelona es una unidad, pero "quienes est¨¢n dentro de la ciudad entienden perfectamente que hay unos sustratos muy potentes, muchos mosaicos, que Barcelona es un mosaico, las Barcelonas de que habla Manuel V¨¢zquez-Montalb¨¢n. La ciudad es un entramado. Cada parte tiene una personalidad diferenciada. Lo que hemos hecho ha sido definir un poco los barrios a partir de hechos comunes a sus residentes: una fiesta mayor, una estaci¨®n de metro, elementos muy diferentes y muy plurales",
El punto de partida fue la obra de Josep Maria Huertas y Jaume Fabra que a mediados de los setenta describi¨® los barrios de Barcelona. "Francesc Caball¨¦ es el coordinador y yo el director. Huertas y Fabra han jugado un papel importante en la obra y han sido una especie de jefes de redacci¨®n".
"Despu¨¦s de muchas discusiones, salieron 58 barrios. Valoramos muchos elementos, hist¨®ricos, de tradici¨®n, pero tambi¨¦n de pertenencia, de si la gente siente realmente que pertenece a un espacio diferenciado y com¨²n", dice Alberch.
"Seguramente esta obra hace algunos a?os no se hubiera podido hacer, porque los archivos de distrito son una consecuencia de la descentralizaci¨®n municipal de los ochenta. El archivo de distrito ha tenido un papel muy importante. Hay muchos ciudadanos que no dar¨ªan nunca un documento al archivo hist¨®rico de la ciudad pero en cambio los dan al archivo de Sants o al de Sarri¨¤ o de Sant Andreu, y a¨²n queda una parte de la poblaci¨®n sustancial en Sarri¨¤, Sant Andreu u Horta que tiene una militancia afectiva sobre el territorio, que se siente muy del barrio", explica Caball¨¦. "En los archivos hay un fondo de fotograf¨ªa antigua, de gr¨¢ficos, de documentaci¨®n, que nos ha sido b¨¢sico y fundamental porque ha sido la base de la investigaci¨®n".
A los datos se le han unido notas de memoria personal de gente del barrio. A veces, encargos; en otros casos, textos ya existentes. Entre estos autores est¨¢n Juan Mars¨¦, Terenci Moix, Paco Candel, Alexandre Cirici, V¨¢zquez Montalb¨¢n, Josep Maria Carandell, Jordi Llimona, Joan de Sagarra y Oriol Bohigas.
Estos insertos, explica Caball¨¦, "son absolutamente an¨¢rquicos porque los hay de todo tipo: recuerdos, personajes, una carta de Frederica Montseny sobre c¨®mo era el Guinard¨® que ella recordaba de antes de la guerra..., son cosas muy dispersas".
Para los textos hist¨®ricos se han buscado autores que conoc¨ªan muy bien el barrio. "M¨¢s all¨¢ de si tienen o no reconocimiento, a veces son gente que ni se dedica profesionalmente a historiador. Pero han investigado, conocen las tradiciones del barrio, las costumbres, llevan muchos a?os viviendo en ¨¦l". El barrio sobre el que hab¨ªa menos datos es Sant Gervasi. "Incluso tuvimos problemas para escoger a los autores, s¨®lo hab¨ªa cuatro cosas de la iglesia de la Bonanova".
En otros barrios, explica Alberch, la historiograf¨ªa local tiene mayor tradici¨®n: "En Gr¨¤cia est¨¢ el Taller de Historia de Gr¨¤cia; en Sant Andreu el Centro de Estudios Ignasi Igl¨¦sias, en el Eixample hay historiadores con un cierto reconocimiento que trabajan en ese barrio, en el propio Sarri¨¤". "En Les Corts", sigue Caball¨¦, "se han hecho cursos, congresos, y tambi¨¦n en Sants".
Una dificultad diferente se plante¨® en el caso de Ciutat Vella i el Eixample: "Tuvimos que esforzarnos para dar un enfoque de barrio a una zona que es la ciudad estricta, una zona que cualquier barcelon¨¦s la puede sentir como propia pero que en cambio deb¨ªa tratarse tambi¨¦n en el aspecto de barrio".
En otras zonas menos tradicionales hay tambi¨¦n historia local: "En Nou Barris hay bastantes entidades, y en la Zona Franca hay un centro de documentaci¨®n. Julio Ba?os ha recogido toda la historia de las mas¨ªas. Ha hecho una cosa incre¨ªble: un dibujo de las mas¨ªas que recordaba que hab¨ªa m¨¢s de 30 mas¨ªas impresionantes", explican ambos al alim¨®n.
"Cuando haces una obra de este tipo haces una constataci¨®n muy triste, y es que la desmemoria es un fen¨®meno recient¨ªsimo, que hay muy poca memoria de un hecho reciente, si no fuera por la prensa. En el archivo hist¨®rico la investigaci¨®n que se hace tiene que hacerse sobre prensa. La prensa se ha convertido en un referente".
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