La cumbre del G-8 augura "prosperidad" y se compromete a ayudar al Tercer Mundo
ENVIADO ESPECIAL"El siglo XXI debe ser un siglo de prosperidad para todos". Esta frase grandilocuente resume el comunicado de los l¨ªderes de los pa¨ªses m¨¢s poderosos del planeta al t¨¦rmino de la reuni¨®n de tres d¨ªas en un complejo hotelero de la isla meridional japonesa de Okinawa. El Grupo de los Ocho (G-8, los siete pa¨ªses m¨¢s ricos m¨¢s Rusia) desgran¨® una lista de ambiciosos compromisos de ayuda al Tercer Mundo con el fin de combatir la pobreza, las enfermedades y la deuda, as¨ª como propagar las nuevas tecnolog¨ªas de la informaci¨®n.
Una cuesti¨®n de precio
El G-8 (Estados Unidos, Jap¨®n, Alemania, Francia, Reino Unido, Canad¨¢, Italia y Rusia), en cuyas reuniones tambi¨¦n participa el presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, decidi¨® intensificar los esfuerzos para celebrar una nueva ronda mundial para la liberalizaci¨®n del comercio "en el curso de este a?o". El compromiso para que tenga lugar esta conferencia y la comercializaci¨®n de los alimentos transg¨¦nicos fueron los dos asuntos objeto de una acalorada discusi¨®n por parte de los sherpas -los asesores de los jefes de Estado o de Gobierno- hasta bien entrada la madrugada de ayer. Una vez resueltos, la ¨²ltima sesi¨®n de trabajo fue pura formalidad.En el comunicado final, la Uni¨®n Europea (UE) y Jap¨®n apoyan la convocatoria sin demora de la nueva ronda de la Organizaci¨®n Mundial de Comercio, as¨ª como incrementar el acceso de los pa¨ªses menos desarrollados a los mercados de los pa¨ªses ricos. El presidente de Estados Unidos, Bill Clinton, puso reservas a una declaraci¨®n tan expl¨ªcita, seg¨²n indicaron fuentes diplom¨¢ticas comunitarias. Es poco probable que la conferencia se celebre, en cualquier caso, antes de las elecciones presidenciales estadounidenses del pr¨®ximo mes de noviembre.
Enfermedades infecciosas
En lo que respecta a los alimentos transg¨¦nicos, los estadistas del G-8 acordaron un p¨¢rrafo consensuado que deja todo como estaba. "Es verdad que persisten las divergencias" entre la UE y EE UU, confes¨® el presidente de Francia, Jacques Chirac, en su comparecencia ante la prensa poco antes de abandonar Okinawa.
Estadounidenses y canadienses sostienen que no entra?a peligro alguno el desarrollo de esos productos transg¨¦nicos. Europeos y japoneses, sin embargo, son mucho m¨¢s cautos por considerar que s¨ª que hay riesgos para la salud y el medio ambiente, y exigen garant¨ªas cient¨ªficas que demuestren claramente que son inofensivos. "La cuesti¨®n es c¨®mo lograr los mejores alimentos al precio m¨¢s bajo", sentenci¨® Clinton, que adelant¨® unas horas su retorno a Washington para retomar ayer mismo las negociaciones de Camp David entre israel¨ªes y palestinos.Respecto al alivio de la deuda de los pa¨ªses m¨¢s pobres, no hubo novedades sobre lo acordado dos d¨ªas antes por el G-7 (Rusia no particip¨® en esa reuni¨®n). Fuentes diplom¨¢ticas hab¨ªan insinuado que el primer ministro brit¨¢nico, Tony Blair, pretend¨ªa conseguir un documento final bastante m¨¢s comprometido; no fue as¨ª. A pesar de las quejas de muchos de los eventuales beneficiarios y de las cr¨ªticas de las ONG, los grandes se limitaron a reafirmar que existen progresos en el plan suscrito en 1999 en la ciudad alemana de Colonia.
El documento final admite que las naciones m¨¢s ricas tienen que hacer "mayores esfuerzos" y que es necesario acelerar la aplicaci¨®n del plan para condonar 100.000 millones de d¨®lares (casi 18 billones de pesetas) de la deuda de los pa¨ªses m¨¢s pobres, pero los miembros del G-8 insisten en que contin¨²an siendo v¨¢lidas las r¨ªgidas directrices marcadas por el Fondo Monetario Internacional (FMI) para acceder a esta condonaci¨®n. Los pa¨ªses ricos tambi¨¦n est¨¢n de acuerdo en hacer que sea m¨¢s eficaz el uso de la ayuda p¨²blica al Tercer Mundo, pero no son partidarios de aumentarla. El primer ministro canadiense, Jean Chr¨¦tien, intent¨®, sin ¨¦xito, que sus colegas suscribieran una iniciativa para aumentarla al menos un 5% .
El presidente de la Comisi¨®n Europea, Romano Prodi, rest¨® importancia a la decepci¨®n expresada el d¨ªa anterior por el secretario general de las Naciones Unidas, Kofi Annan, ante los escasos avances alcanzados en Okinawa. "Lo dijo incluso antes de que nos reuni¨¦ramos aqu¨ª", cort¨® en seco Prodi, quien juzg¨® satisfactorio lo que se ha hecho hasta ahora.
S¨®lo nueve del casi medio centenar de pa¨ªses potencialmente beneficiarios -la mayor¨ªa de la ?frica negra- han comenzado a recibir la ayuda pactada. El G-8 espera que llegue a 20 el n¨²mero de naciones agraciadas a final de a?o y conf¨ªa en que decrezca el de aquellos que mantienen conflictos b¨¦licos y que han solicitado acogerse a la iniciativa.
El primer ministro japon¨¦s, Yoshiro Mori, que en ¨²ltimo t¨¦rmino ha salido bastante airoso de la cumbre en la que ejerc¨ªa de anfitri¨®n, declar¨® ayer que ha llegado el momento de acabar con el c¨ªrculo vicioso de la pobreza. Mori resalt¨® el compromiso logrado en la cumbre de introducir por todos los rincones del Tercer Mundo el uso de Internet y dedicar esfuerzos a contrarrestar los peligros de que se ampl¨ªe la brecha de la tecnolog¨ªa digital entre ricos y pobres.
El G-8 puso especial ¨¦nfasis en la lucha contra las tres mayores enfermedades infecciosas mortales en los pa¨ªses menos desarrollados -sida, malaria y tuberculosis- e hizo suyos, comprometi¨¦ndose a movilizar recursos, los objetivos de la ONU de reducir en un 25% el n¨²mero de enfermos de sida en el a?o 2010 (actualmente son 34 millones), y en un 50%, las muertes por tuberculosis y malaria (dos millones anuales).Los ocho grandes dedicaron tambi¨¦n atenci¨®n al tr¨¢fico ilegal de diamantes de pa¨ªses en guerra, como Angola, Congo y Sierra Leona, y pidieron la convocatoria de una conferencia bajo los auspicios de la ONU. Tambi¨¦n resaltaron la gravedad del terrorismo y la necesidad de mayor cooperaci¨®n internacional. El presidente ruso, Vlad¨ªmir Putin, logr¨® que en el texto final se hiciera una menci¨®n especial a la "amenaza terrorista" procedente del territorio de Afganist¨¢n controlado por los talib¨¢n.
El G-8 dividi¨® su comunicado en un pre¨¢mbulo y tres grandes cap¨ªtulos sobre el siglo XXI, titulados Mayor prosperidad, Tranquilidad de conciencia y Mayor estabilidad mundial. En el pre¨¢mbulo se resalta que, "en la ¨²ltima cuarta parte del siglo XX, la econom¨ªa mundial ha alcanzado niveles de prosperidad sin precedentes". Pero tambi¨¦n se observa que, "en muchas partes del mundo, la pobreza y la injusticia minan la dignidad y los conflictos producen sufrimientos humanos".
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