Teor¨ªa y pr¨¢ctica de Manolo Vald¨¦s
Del 3 al 17 de este mes el artista valenciano Manolo Vald¨¦s ha dado un curso de pintura, escultura y grabado en el centro Bilbao arte. Para ilustrar a los alumnos del curso con ejemplos vivos, se ha montado una exposici¨®n p¨²blica con obras del propio Vald¨¦s. Se trata de cuatro ¨®leos sobre arpillera, tres esculturas de madera y tres grabados con collage. Nada cuesta imaginar que la lecci¨®n en torno a los ¨®leos habr¨¢ consistido en advertir que cualquier corte que se d¨¦ a la tela virgen provoca un encuentro de materias. O sea, aunque el material sea el mismo, el corte visualiza dos distintos materiales, gracias a la superposici¨®n de la tela cortada. En estas obras se persigue poner el acento en las cualidades que otorga la multiplicidad de superposiciones. Respecto al color, se ense?a que la tela virgen se la puede dejar tal cual, al tiempo que se puede entintar con un color tostado determinadas partes de esa misma tela. A partir de ah¨ª pueden entrar en liza unos zarpazos de ¨®leo, con poco o mucho espesor...Para conseguir una mayor libertad de acci¨®n, cabe romper la arpillera en mil pedazos. Obviamente, quedan hilachas sueltas, que ejercen como febles graf¨ªas del todo. El cuadro ha quedado ultimado con un componente mat¨¦rico muy acusado. Como los temas de cada cuadro se han decidido con anterioridad, ahora s¨®lo falta dotarles de los trazos insinuantes precisos, pero con el cuidado de que no aparezcan demasiado explicitados, y as¨ª saldr¨¢ un paisaje urbano, una vasija griega, un reloj y un bodeg¨®n, tal el caso de la exposici¨®n en Bilbao arte. En los cuatro ¨®leos sobre arpillera, esos trazos gruesos e insinuantes son de color negro. El negro participa como motivo conductor.
En cuanto a las esculturas, los tres ejemplos son como una siesta feliz entre los ¨¢rboles. Fechadas en 1992, 1993 y 1995, estas esculturas en madera se titulan Mujer sentada, Mesa con l¨¢mpara y libros y Vasijas y libros, respectivamente. Tanto la mujer, como la mesa y las vasijas con libros parecen lo que son. Sin embargo, a trav¨¦s de una construcci¨®n plena de chispeante humor lo representado deja de parecerse al modelo de donde parte, para crear otro propio, tal vez m¨¢s sugerente y v¨ªvido.
Para componer estas obras, Manolo Vald¨¦s se sirve de trozos de madera de diferentes ¨¢rboles, y si se trata del mismo ¨¢rbol, procura buscar los pasajes donde corren vetas de muy distinta graf¨ªa. Aunque parezcan las tres esculturas trabajadas sobre un mismo esquema, existen entre ellas algunas diferencias. Mientras en la mujer se ha querido dar brillo al acabado, en la mesa se prescinde de ese tono brillant¨ªstico, tan evidente. En lo que se asemejan esas dos esculturas es en la graf¨ªa. Sin embargo, es en las vasijas donde los matices enriquecedores se acrecientan. Mientras que las dos vasijas mostradas poseen una cierta similitud entre lo que ser¨ªa una copia de vasijas reales -siempre con la ejecuci¨®n de torpezas y gui?os bien calculados-, la representaci¨®n de la estanter¨ªa de libros lo ha trazado con exagerada tosquedad. Esa dicotom¨ªa confiere al todo un acierto sumamente grato de ver y gustar. Tal vez en esa pieza se encuentra el mayor logro de la exposici¨®n.
En lo concerniente al apartado de la obra grabada, lo que aqu¨ª se muestra no ofrece excesivas esplendideces, tanto en lo formal como en lo t¨¦cnico. Extra?a, adem¨¢s, que en torno a un ¨²nico tema -Eva, I-II-III-, y fechado en a?os distintos, lo que va de 1991 a 1993, no haya experimentado cambios visibles algunos.
Este artista y Rafael Solbes formaron un grupo que se llam¨® Equipo Cr¨®nica, desde 1965 a 1981, a?o en el que muere su compa?ero del alma. El Equipo Cr¨®nica forj¨® lo que se llam¨® en su d¨ªa "documentalismo simb¨®lico", de memorable recuerdo.
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