Tiempo nuevo, nueva esperanza

A. R. ALMOD?VARAl final hubo noche ag¨®nica. Pero esta vez la libertad no se atasc¨® en los entresijos del poder. Sirvi¨®, en cambio, para reconstruir la unidad y la verdad del partido, que falta hac¨ªa. Falta hac¨ªa que las cosas cambiaran, aunque haya sido por incre¨ªbles y parad¨®jicos vericuetos, ins¨®litos reequilibrios, y contra todas las oscuras maniobras del miedo. Bien mirado, suele ser ¨¦se el comportamiento de los r¨ªos profundos.

L¨¢stima que Manuel Chaves se equivocara en el ¨²ltimo tramo, o lo equivocaran. Hab¨ªa en su c¨ªrculo de hierro algunos que parec¨ªan empe?ados en hacerle tropezar, y a punto estuvieron de conseguirlo. Primero con una prematura oferta al triunfador, a Rodr¨ªguez Zapatero, para que abandonara la carrera en pro de Jos¨¦ Bono. Suerte que el joven diputado leon¨¦s no cay¨® en la trampa, y ah¨ª empez¨® a demostrar qui¨¦n era, qui¨¦n es. Segundo, induciendo a una sola vuelta la elecci¨®n del candidato, en la confianza de que esto tambi¨¦n beneficiaba al de Toledo. Por ¨²ltimo, conminando al andaluz a declarar, aunque en privado (?), su preferencia, en tono menor, por el de Castilla-La Mancha. Curiosamente, todo eso fue teniendo el efecto contrario. Las aguas subterr¨¢neas siguieron buscando su cauce. Y para colmo, la pregonada cohesi¨®n de la delegaci¨®n andaluza empez¨® a resquebrajarse por todos lados, y eso que eran cargos p¨²blicos y gente de aparato casi todos. Hasta ellos lleg¨®, sin embargo, la conciencia rebelde del tiempo nuevo, el rumor y el aroma de una nueva esperanza. Y como dispon¨ªan del instrumento adecuado (el voto secreto), pues no tuvieron m¨¢s que ejercitarlo. Socialismo es libertad, ?no era eso?

De todo lo cual se sacan muy importantes conclusiones. Una, que todo el sistema democr¨¢tico espa?ol tiene un nuevo referente. Dos, lo ocurrido no es sino el final feliz de un largo proceso de renovaci¨®n que se inici¨® ahora va para diez a?os, cuando desde distintas instancias del partido se dio la voz de alarma ante un estado de cosas insostenible. Que el verdadero cambio cualitativo fue precisamente la introducci¨®n del voto libre y secreto de los delegados, que sali¨® adelante contra viento y marea y contra todas las furias del aparato, en sus distintas advocaciones. Ahora es cuando se ve lo acertado de aquella desigual pelea, como todas las que David le gana a Goliat. Hasta un buen n¨²mero de guerristas, que nunca quisieron esa mejora, se han servido de ella en el 35? Congreso, para contribuir al vuelco de las expectativas. En este sentido, se puede decir que hasta Alfonso Guerra ha ganado este c¨®nclave, malgr¨¦ lui.

Tres, que la actual direcci¨®n del PSOE de Andaluc¨ªa, su n¨²cleo duro, tiene que empezar a programar, y r¨¢pido, c¨®mo se aplican los tiempos nuevos, aqu¨ª tambi¨¦n. Abrir ventanas, revitalizar las agrupaciones de barrio, desactivar posibles esc¨¢ndalos. Tampoco estar¨ªa mal un poco de autocr¨ªtica. Pero si no se consideran capaces de hacerlo, o creen que no es eso lo que procede, mejor que vayan dejando sitio a los que supieron intuir y apostar por el ganador. En pol¨ªtica, cuando se apuesta tan fuerte, hay que estar a todas las consecuencias . A todas.