Aniversario frustrado con poco toro
Hasta la plaza de La Cubierta lleg¨® un p¨²blico ilusionado, m¨¢s o menos, pues el cartel ten¨ªa fuste y relumbr¨®n. Era adem¨¢s el tercer aniversario de la plaza y Legan¨¦s acostumbra a anunciar una terna de tron¨ªo. Pero esas ilusiones se vieron truncadas por el pobre juego de los toros titulares de la causa, que dieron un juego m¨¢s bien pobre y que lucieron una presencia no muy agresiva y altanera. Aunque no dejaron de saltar al ruedo bureles manejables que, incluso, sin derrochar bravura, posibilitaron que el espada al que le tocaran en suerte, apuntara su tauromaquia, o desgranara su torer¨ªa andante.Esos toros manejables le correspondieron a Joselito. Y el torero madrile?o aprovech¨® la oportunidad cuanto quiso y, sobre todo, pudo. Tanto con capote, como en el tercio de muleta, o en el momento de perfilarse con la espada, dej¨® muestras de su estilo sobrio, de corte cl¨¢sico, que intenta siempre hacer las cosas despacio y por sus pasos contados.
Garcigrande / V¨¢zquez, Joselito,Tom¨¢s
Toros de Garcigrande y Domingo Hern¨¢ndez, desigualmente presentados, c¨®modos de cabeza, de juego muy irregular; el 6? devuelto por inv¨¢lido; sobrero, sin divisa, mansurr¨®n y de embestida descompuesta.Curro V¨¢zquez: estocada ca¨ªda y atravesada (silencio); pinchazo, estocada desprendida casi entera (silencio). Joselito: estocada (ovaci¨®n); bajonazo -aviso- estocada (ovaci¨®n). Jos¨¦ Tom¨¢s: tres pinchazos -aviso- y se tumba el toro (ovaci¨®n); estocada que asoma, dos descabellos (ovaci¨®n). La Cubierta, 27 de julio. Tercer aniversario de la plaza. Tres cuartos de entrada.
Los lances de saludo en su primer toro, algunos fueron suaves, pero desiguales. Joselito jug¨® bien los brazos en un par de ver¨®nicas sueltas. Mejor¨® en el quite que recet¨® al noble toro, a pies juntos y siempre por el mismo pit¨®n, el izquierdo. La media, de manos bajas y desmayadas, gust¨® en los tendidos. La faena de muleta no lleg¨® a fraguar. Muletazos sueltos por el pit¨®n izquierdo de buena factura, alg¨²n bonito adorno y garbosa compostura. Poco m¨¢s. Falt¨® ligaz¨®n y quietud en las zapatillas.
En su segundo Joselito realiz¨® un quite por chicuelinas irregular, consiguiendo alguna que fue aclamada por el respetable. Tambi¨¦n pec¨® su faena muleteril de ligaz¨®n. Pero aqu¨ª hubo m¨¢s reuni¨®n, la cabeza funcion¨® mejor, y supo esperar y tirar bien del toro por el pit¨®n izquierdo. La ¨²ltima serie de naturales alcanz¨® las mejores cotas de su trabajo torero. Se le fue la mano en el primer ataque con la espada, y perdi¨® una posible oreja. A su primero lo mat¨® de manera ejemplar por arriba.
Jos¨¦ Tom¨¢s tuvo que tragar con el lote m¨¢s complicado. Pero puso ganas, midi¨® a sus toros muy entero y valeroso, hizo lo que ten¨ªa que hacer: poderles y, si era posible, ligarles muletazos y demostrar cu¨¢les son sus cartas. La quietud, el temple y pasarse los toros muy cerca de la taleguilla.
En su primero aplic¨® un quite, capote en la espalda, de lances ce?idos, de frente por detr¨¢s, que hizo vibrar a los tendidos. En la muleta le dio pocas opciones. Le busc¨® a media distancia y en su terreno, entre los pitones. Exprimi¨® las escasas embestidas. Y en su segundo, Jos¨¦ Tom¨¢s se justific¨® de sobra ante un toro de embestida descompuesta, que calamocheaba tanto como quer¨ªa, demasiado.
Series del torero de Galapagar por los dos pitones, conseguidas a pulso torero. Los pases de pecho casi siempre fueron sin enmendar, o sea que abroch¨® varias series sin soluci¨®n de continuidad. Era la ¨²nica salida natural del toro, los pies clavados en la arena y el coraz¨®n latiendo a ritmo lento. Cerr¨® la faena con pases por bajo tanto por un pit¨®n como por otro que calaron en los tendidos.
Las tandas fueron m¨¢s importantes por el pit¨®n derecho que por el pit¨®n izquierdo, pero hizo pasar al toro no obstante al natural en algunos muletazos serios, largos y profundos. La espada, al final, no muy fina, la ejecuci¨®n de la suerte le resultar¨ªa poco acertada, ya que al echarse sobre el morrillo lo hizo al hilo del pit¨®n y le qued¨® la espada, seg¨²n dicen en algunos lugares, haciendo guardia.
Hab¨ªa recibido Jos¨¦ Tom¨¢s de capote muy templado, los lances a pies juntos y rematados con la mano de despedida alta. No siempre le salieron limpios. Cuando estaba con el toro fijo en los medios, y mientras el picador sal¨ªa por la puerta correspondiente, el toro le peg¨® un arre¨®n del que afortunadamente sali¨® ileso.
El torero veterano Curro V¨¢zquez no tuvo su tarde. No es que se dejara ning¨²n toro bueno sin torear, es que no estuvo a gusto ni en el primero, de cierta nobleza y picante, ni en el top¨®n que hizo cuarto. Un casta?o malaje que no quer¨ªa colaborar. As¨ª son los toros casi siempre. Entonces hay que lidiar con brevedad. Eso s¨ª lo hizo Curro V¨¢zquez, que no se complic¨® la existencia mucho que digamos.
A su primero Curro V¨¢zquez lo recibi¨® movido de pies, y muy suelto de brazos. Lances desiguales de una suavidad incre¨ªble, que no tuvieron continuidad. Al llevar el toro camino del caballo del picador, recortes repajoleros, y una colocaci¨®n exacta, grados en la veteran¨ªa, ante el montado de castore?o.
Empez¨® su faena Curro V¨¢zquez con pases por bajo, doblones de castigo m¨¢s que de sometimiento, en los que cortaba el viaje al burel que sac¨® una punta de genio. Hizo concebir esperanzas que luego no cuajaron en faena. Trincheras, un redondo solitario, un par de naturales largos. El aroma se qued¨® en el aire, en donde se esfum¨® al instante. Unas pocas gotas que salpicaron la atm¨®sfera. Y en su segundo, como est¨¢ dicho m¨¢s atr¨¢s, manso y reserv¨®n, no le consinti¨® ni un poquito. Otra tarde ser¨¢. Qu¨¦ se le va a hacer. Resignaci¨®n.
Calor hizo el que quiso y bastante m¨¢s. La orquesta toc¨® s¨®lo en la faena del ¨²ltimo toro, sobrero, nada m¨¢s. El p¨²blico estuvo solicitando a los m¨²sicos que trabajaran como desde el primer toro. Pero la m¨²sica de viento, percusi¨®n y otros elementos, se resistieron bastante. No hab¨ªa mucho arte que acompa?ar y celebrar, ¨¦sa es la verdad.
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