Una derrota fruct¨ªfera
La campa?a electoral del senador Barry Goldwater a la presidencia de los Estados Unidos en 1964 se sald¨® con una de las derrotas m¨¢s estrepitosas de toda la historia electoral americana. Y, sin embargo, dicha campa?a ha sido considerada con posterioridad como el momento en el que el partido republicano puso los fundamentos para sus victorias electorales a partir de 1968. La ruptura de la hegemon¨ªa dem¨®crata en el sur se prefigur¨® en la campa?a de Barry Goldwater y, gracias fundamentalmente a la ruptura de dicha hegemon¨ªa, el partido republicano ocupar¨ªa la Casa Blanca desde 1968 a 1992, con el breve par¨¦ntesis de la presidencia de Jimmy Carter entre 1976 y 1980. Goldwater perdi¨® las elecciones de 1964, pero su derrota no fue est¨¦ril. Al contrario. Result¨® ser extraordinariamente fruct¨ªfera.Se me vino a la cabeza la estrepitosa derrota de Barry Golwater el pasado fin de semana al ver la tambi¨¦n estrepitosa derrota de Rosa D¨ªez en el 35? Congreso del PSOE y, m¨¢s todav¨ªa, al leer los comentarios y an¨¢lisis que se hicieron de la misma en los d¨ªas posteriores.
La campa?a de Rosa D¨ªez ha sido una p¨¦sima campa?a para ganar el congreso, pero ha sido la campa?a decisiva para que el 35? congreso haya sido el que ha sido y no otro. Sin la irrupci¨®n tan temprana de Rosa D¨ªez en la campa?a y sin su discurso democr¨¢tico tan radical, el 35? congreso se habr¨ªa acabado organizando y desarrollando de una manera m¨¢s parecida a como se hab¨ªan organizado los congresos del pasado que a como se ha acabado organizando y desarrollando ¨¦ste.
La irrupci¨®n de Rosa D¨ªez y el "barullo" que origin¨®, con la presentaci¨®n de varios alcaldes de pueblo, con el amago de presentaci¨®n de Cristina Alberdi y algunos otros episodios chuscos, hizo ver a la Comisi¨®n Gestora que hab¨ªa que poner alg¨²n orden para que el Congreso no se convirtiera en una verbena, pero que no pod¨ªa imponer el orden tradicional de los congresos socialistas sin grave riesgo de p¨¦rdida de legitimidad y de provocar incluso una rebeli¨®n interna.
De ah¨ª que la comisi¨®n gestora no haya podido preparar el congreso. El martes le o¨ª decir a Josep Ramoneda en Hoy por Hoy que el congreso hab¨ªa estado preparado para Jos¨¦ Bono. Creo que no ha sido as¨ª. Hubiera estado preparado para Jos¨¦ Bono sin la irrupci¨®n tan temprana de Rosa D¨ªez. Pero no despu¨¦s. Sin la presentaci¨®n de Rosa D¨ªez en la forma en que lo hizo, posiblemente Rodr¨ªguez Zapatero no hubiera podido siquiera presentarse o lo hubiera hecho de manera casi testimonial. El resultado habr¨ªa estado prefigurado por el procedimiento que habr¨ªa presidido la celebraci¨®n del Congreso.
Y no ha sido as¨ª. El 35? congreso ha sido un h¨ªbrido de congreso y primarias. Los militantes no han participado directamente en la elecci¨®n del secretario general, como lo hubieran hecho en una primarias. Pero el esp¨ªritu con el que han votado los delegados al congreso ha sido el esp¨ªritu de unas primarias y no el de un congreso.Y el impulso inicial de que as¨ª haya sido fue la candidatura de Rosa D¨ªez y el discurso con que la present¨®.
El problema de la campa?a de Rosa D¨ªez es que su discurso "se agot¨®" antes de que el congreso se convocara formalmente. La reivindicaci¨®n de que cada delegado al congreso acudiera sin "mandato imperativo" y votara libremente, como lo har¨ªa cualquier militante en unas primarias, es algo que cal¨® inmediatamente y que estaba conseguido cuando se lleg¨® al congreso. Para ganarlo, hab¨ªa que ofertar algo m¨¢s. Y esto Rosa D¨ªez o no ha podido o no ha sabido hacerlo. Su intervenci¨®n ante los delegados en el congreso fue una intervenci¨®n anacr¨®nica, que ten¨ªa sentido en el momento inmediatamente posterior a la dimisi¨®n de Joaqu¨ªn Almunia, pero no el 23 de julio.
Su campa?a electoral ha sido un fracaso espectacular, pero no ha sido est¨¦ril, sino todo lo contrario. Si el 35? congreso ha salido como ha salido y si Rodr¨ªguez Zapatero ha acabado siendo secretario general de manera tan leg¨ªtima, ha sido en buena medida gracias a Rosa D¨ªez.
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