El paro empieza a ser s¨®lo de mujeres

Un trabajo de investigaci¨®n efectuado en noviembre de 1999 para el Instituto de la Mujer conclu¨ªa que "el desempleo se ha convertido en un problema de mujeres" en Espa?a. Y las cifras empiezan a demostrar que la advertencia puede ser una realidad. La evoluci¨®n de las cifras del paro son elocuentes: a finales de junio de 2000, los datos del Inem reflejaban que en 23 de las 52 provincias espa?olas se hab¨ªa conseguido lo que puede denominarse "pleno empleo masculino", con tasas de paro inferiores al 4%. Ninguna provincia hab¨ªa alcanzado el "pleno empleo femenino".

Tasa de natalidad

Las mismas cifras del Inem reflejan que el n¨²mero de mujeres en paro dobla al de los hombres, porcentaje que se mantiene en lo que respecta a los menores de 25 a?os, donde se supone que la mujer tiene un grado de cualificaci¨®n similar o incluso superior al del var¨®n. ?Va Espa?a camino de convertirse en un pa¨ªs de mujeres en paro?Las organizaciones sindicales son muy tajantes al respecto y disponen de un aut¨¦ntico arsenal de n¨²meros y porcentajes para demostrar la discriminaci¨®n de la mujer en el mercado laboral. UGT emplea el t¨¦rmino "feminizaci¨®n del desempleo" a la hora de advertir que si en 1995 las mujeres supon¨ªan el 51,5% de los parados, en 1999 pasaron a contribuir a tan injusta causa con el 58,7%. Para UGT, el perfil medio del parado es una mujer menor de 35 a?os, con estudios primarios, en busca de trabajo no cualificado, que lleva ocho meses desempleada y necesita mejorar su formaci¨®n para encontrar un empleo. A la mujer le corresponde siempre la peor parte del pastel: el sueldo medio de un hombre es de 255.544 pesetas por 195.613 pesetas el de una mujer.

Responsables de la casa

El estudio de CC OO es igualmente contundente: la tasa de actividad femenina (39,1%) es casi la mitad que la masculina (63,3%), la tasa de paro femenino (22,4%) es m¨¢s del doble que el masculino (10,8%) y la tasa de ocupaci¨®n femenina (30,4%) es casi la mitad que la masculina (56,5%). CC OO concluye que una buena parte de las mujeres que se incorporan a la actividad laboral pasan directamente al paro y se explica algunas de las razones de la baja tasa de natalidad en Espa?a: las mujeres con la tasa de natalidad m¨¢s baja son las desempleadas (0,85) y las trabajadoras con contrato temporal (0,67). Explica tambi¨¦n que la tasa de empleo femenino en Espa?a est¨¦ situada casi 13 puntos por debajo de la media en la Uni¨®n Europea.La CEOE no entra en el debate de los n¨²meros: "Conocemos los datos, pero no los hemos analizado en estos t¨¦rminos", dice Pilar Iglesias. "Es evidente que se ha creado empleo femenino y en la medida en la que hay empleo la gente se anima m¨¢s a demandarlo. Pero la realidad es m¨¢s compleja y fijarse s¨®lo en una estad¨ªstica puede ser peligroso. Hay un problema cultural. Desde luego, es un punto que todav¨ªa no hemos analizado en el marco del di¨¢logo social".

Donde algunos argumentos saltan por los aires es en lo que afecta al empleo o paro juvenil. El 53,1% de los matriculados en universidades son mujeres. El 58,7% de los alumnos que terminan sus estudios son mujeres. Eso deber¨ªa significar que, a la hora de conseguir un puesto de trabajo, ellas est¨¢n igual o mejor preparadas que ellos. El mercado laboral, sin embargo, se empe?a en contradecir estas cifras: un 22% de desempleados frente a un 36,8% de desempleadas. En t¨¦rminos absolutos, hay 89.901 parados frente a 167.300 paradas menores de 25 a?os en el Inem. Pero estas cifras tienen otra explicaci¨®n. ?Por qu¨¦ las muejeres acaban las carreras en mayor n¨²mero que los hombres? La soci¨®loga In¨¦s Alberdi sugiere una respuesta: "Porque las mujeres tienen m¨¢s tiempo para ello dado que tardan m¨¢s en encontrar un empleo".

Alberdi destaca "el proceso enorme de modernizaci¨®n" de la mujer espa?ola, y su integraci¨®n plena al compromiso laboral, "pero no se ha hecho un esfuerzo paralelo en cuestiones tales como atenci¨®n social, liberalizaci¨®n de los horarios escolares o cobertura de guarder¨ªas. Las mujeres siguen siendo consideradas como las responsables de la casa y ese sentimiento beneficia a los hombres. Los empresarios siguen prefiriendo al var¨®n a la hora de la contrataci¨®n porque lo consideran menos arriesgado". "No hay un sentido de responsabilidad colectiva. Por ejemplo, en los permisos de maternidad, que deber¨ªan ser forzosos tanto para hombres como para mujeres. Claro que tiene que haber pol¨ªticas que incentiven la contrataci¨®n de gente joven, pero con medidas sociales que hagan igual de gravoso contratar a un chico que a una chica". Sindicatos, patronal y Gobierno seguir¨¢n discutiendo sobre la eficacia de las medidas adoptadas, pero en unos d¨ªas saldr¨¢n nuevos datos. Y la tendencia seguir¨¢ imperturbable. ?Ser¨¢ Espa?a un pa¨ªs s¨®lo de mujeres en paro?