Profesiones peligrosas
Pocas alegr¨ªas en la Era del Concordazo y, m¨¢s concretamente, en este verano de nuestro tr¨¢gico descontento. Pregunta: ?leen los asesinos y soplones de ETA la prensa del coraz¨®n? ?Por qu¨¦ no? El mal es monstruoso pero sus ejecutores son banales. Un ruido ensordecedor me aparta, por fortuna, de estas y otras meditaciones. Me asomo a la ventana que da al patio interior (s¨ª, hay ventanas; hay vida m¨¢s all¨¢ del televisor), y veo a dos hombres en pantal¨®n corto, dos, colgados de la fachada. ?Admiradores que se juegan el tipo para acerc¨¢rseme? No. Son trabajadores de la construcci¨®n, rama carpinter¨ªa met¨¢lica, que cambian los marcos de ventana de la casa de al lado. Sin arn¨¦s, sin medidas de seguridad. He aqu¨ª una arriesgada ocupaci¨®n.No es f¨¢cil, en el reducto del famoseo, distinguir cu¨¢l es la profesi¨®n de cada cual. Ni siquiera consultando la p¨¢gina que la revista Diez Minutos tiene en Internet, con un genial despliegue de links que superan cualquier expectativa razonable, se aclara uno demasiado. Juan Carlos I de este pa¨ªs ser¨ªa, de profesi¨®n, realeza. En cambio, en la ficha de do?a Sof¨ªa se hace constar que su especialidad es la de Reina de Espa?a. A don Felipe de Borb¨®n no le han adjudicado actividad profesional, lo cual no s¨¦ si es porque tienen muchas expectativas puestas en ¨¦l o ninguna. En fin.
De todas formas, es m¨¢s digno lo de los reyes y las duquesas (la de Alba: profesi¨®n, nobleza) que lo de Marta Ch¨¢varri, que por lo visto trabaja de JET (as¨ª, con may¨²sculas), y lo de Antonio David, que sigue en lo de ex guardia civil. Mis nuevos amigos de la construcci¨®n, rama carpinter¨ªa met¨¢lica, se llaman Manolo y Manolo, y acaban la tarde tomando un refresco en mi casa y cont¨¢ndome su vida. Con el papel de la n¨®mina en la mano demuestran que las ocho horas diarias de curro, seis d¨ªas a la semana, cuatro semanas al mes, les valen 120.000 pesetas, y que andan medio sordos de tanto serrar metal sin llevar protector de orejas. Admiten que, cuando llegan por la noche a casa, derrengados, se enchufan a la televisi¨®n. "Lo que cobro no me da para ir al club de polo", dice el Manolo m¨¢s bajo, casado y con una ni?a. "A m¨ª no me importar¨ªa salir en la tele por dinero", admite el Manolo alto, separado, que tiene dos hijos y paga alimentos a su ex mujer. "Yo no, no podr¨ªa", declara el otro. Decididamente, "lo que ¨¦stos se ahorran es mucho trabajo", refiri¨¦ndose a los famosos. Para animarnos, examinamos las fotos de Ania desnuda en Intervi¨². Unanimidad en torno a una nimiedad: era m¨¢s mona antes de que la cirug¨ªa pl¨¢stica la convirtiera en un proyecto de Miss R¨ªo de la Plata 1973.
Si yo pudiera elegir una profesi¨®n, lo que me gustar¨ªa es ser Jennifer Aniston abrazada a Brad Pitt, sin arn¨¦s de seguridad, en un concierto por la libertad del T¨ªbet. Aparte de que trabajar abrazando a B. P. es mucho m¨¢s agradable que colgarse de una fachada, tiene la ventaja de que los lamas te conceden la reencarnaci¨®n instant¨¢nea, que es mucho m¨¢s apa?ada que la indulgencia plenaria del Vaticano. C¨®mo ser¨¢ esto de las reencarnaciones y los famosos profesionales, que en una discoteca de Marbella tienen su estatua de Buda y su pebetero por all¨ª, entre el boteller¨ªo, y de vez en cuando va un famoso, le prende un bastoncito de incienso y le pide volver a ser lo mismo en la pr¨®xima vida.
La cosa funciona, porque, volviendo a la web del Diezmi, parece que no haya habido una pu?etera baja en lo que llevamos de siglos. En la ficha previa a la p¨¢gina de cada personaje, donde consta la peculiaridad profesional, ponen la fecha de nacimiento pero jam¨¢s la del deceso, ni siquiera en casos tan mundialmente reconocidos como los de la pobre lady Di o el pobre Gonzalo de Borb¨®n ("Si hoy me hubiera casado con Gonzalo no habr¨ªamos fracasado", acaba de declarar al ?Hola! su segunda esposa, Mercedes Licer; hombre, as¨ª, cualquiera). Cierto, hay un link que te conduce a sus fallecimientos y exequias, pero tal como est¨¢ sugiere que se trata de una m¨¢s de sus incesantes actividades ocupacionales, repartidas entre bodas, noviazgos, actos sociales, viajes, rupturas y esc¨¢ndalos. Y es que las revistas no perdonan. Una vez que te han hecho famoso y te sacan rendimiento, les da lo mismo que te estrelles en un t¨²nel. Con Buda e Internet de su parte, ser¨¢n invencibles.
Menos mal que la Iglesia ha reaccionado ante el desaf¨ªo del Lama Letal y est¨¢ considerando beatificar al difunto rey Balduino de B¨¦lgica. Menuda ceremonia, y adem¨¢s con la viuda viva, pero de verdad.Ania
Era m¨¢s mona antes de que la cirug¨ªa pl¨¢stica la convirtiera en un proyecto de Miss R¨ªo de la Plata 1973
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