La lucha ecologista obliga al Consell a modificar la carretera Cabanes-Oropesa

La lucha contra una carretera de alta capacidad que afecta al ¨²nico borde salvaje del paraje natural del Desert de Les Palmes, simbolizada en la salvaci¨®n de una rar¨ªsima especie de camar¨®n cavern¨ªcola, ha dado sus primeros frutos. La protesta ecologista por el trazado de la carretera Cabanes-Oropesa, iniciada hace m¨¢s de diez meses, ver¨¢ correspondido su esfuerzo el pr¨®ximo d¨ªa 22, cuando la Consejer¨ªa de Obras P¨²blicas, Urbanismo y Transportes (COPUT) presente la modificaci¨®n del actual proyecto, que ya est¨¢ preparando.

Ha sido necesaria una querella, la actuaci¨®n de un fiscal, de un juez, quejas a la Uni¨®n Europea, adem¨¢s de medidas de fuerza con encadenamientos a las m¨¢quinas y denuncias por agresi¨®n para que Obras P¨²blicas acepte, al menos, estudiar una alternativa para la ejecuci¨®n de una carretera que provocar¨ªa da?os "graves" e "irreparables", seg¨²n el informe de los propios peritos judiciales.Los protagonistas de esta lucha tambi¨¦n coinciden ahora en resaltar el "gesto" por parte de la consejer¨ªa, aunque manifiestan su prudencia ante lo que esperan que no resulte una decepci¨®n.

El diputado auton¨®mico de Esquerra Unida, Ram¨®n Cardona, logr¨® ayer formalizar una reuni¨®n en la consejer¨ªa. Tras varias semanas solicit¨¢ndola, el parlamentario castellonense logr¨® hablar con el director general de Obras P¨²blicas, Pedro Marco. ?ste, seg¨²n asegur¨® ayer Cardona, le anunci¨® que la consejer¨ªa est¨¢ trabajando en una modificaci¨®n del proyecto aprobado, licitado e incluso iniciado, que presentar¨¢n el pr¨®ximo d¨ªa 22. Esta modificaci¨®n, en principio, supondr¨ªa una variaci¨®n de seis kil¨®metros del actual trazado, es decir algo m¨¢s de los tres kil¨®metros que actualmente se encuentran paralizados judicialmente, de forma cautelar, por un presunto delito ecol¨®gico.

Adem¨¢s, el cambio tendr¨ªa como objetivo principal alejar la carretera del paraje natural del Desert de Les Palmes (que en el trazado actual estaba invadido por tres pilares) y separar el vial hasta 500 metros de la cueva de l'ullal de Miravet, en la que se encuentra una especie cavern¨ªcola de gran valor cient¨ªfico, que ya se conoce como "la gamba de Miravet". Con esta medida se lograr¨ªa la zona de protecci¨®n de 500 metros reclamada por los ecologistas (el paraje carece de franja de amortiguaci¨®n de impactos, que s¨ª gozan otros parques) de modo que ni las voladuras ni los movimientos de tierra afectar¨¢n al entorno.

Para Ram¨®n Cardona, que opt¨® por intentar una soluci¨®n dialogada, las intenciones de Obras P¨²blicas parecen ser algo m¨¢s que "un cambio puntual". "En cualquier caso, no coincidir¨¢ con lo que nosotros hubi¨¦ramos hecho, pero puede haber grados de acuerdo", mantiene prudente el parlamentario de EU. La prudencia por parte del Grupo para el Estudio y Conservaci¨®n de los Espacios Naturales (GECEN) es a¨²n mayor ya que desconocen, de forma oficial, esta iniciativa de Obras P¨²blicas. En cualquier caso, el presidente del colectivo ecologista, Francisco Gonz¨¢lez, califica de "paso muy grande" esta rectificaci¨®n de la administraci¨®n auton¨®mica. Tambi¨¦n el miembro de EU y de la Coordinadora dels Pobles, Carles Mulet, que durante m¨¢s de quince d¨ªas han estado encaden¨¢ndose a las m¨¢quinas que trataban de ejecutar el proyecto, considera esta posici¨®n como positiva aunque, al igual que los anteriores, prefiere esperar a conocer la modificaci¨®n para realizar una valoraci¨®n contundente.

El proyecto de construcci¨®n de la carretera que ha de unir los t¨¦rminos municipales de Cabanes y Oropesa invad¨ªa una parte del paraje natural del Desert de Les Palmes y afectaba a la cueva en la que habita la gamba de Miravet, un crust¨¢ceo denominado Typhlatya miravetensis. El GECEN, tras el hallazgo de esta especie y tras la aprobaci¨®n de la alternativa de la carretera, de tres posibles, que afectaba al Desert, inici¨® toda una campa?a contra el trazado. Durante diez meses han realizado todo tipo de consultas cient¨ªficas, a ge¨®logos, bi¨®logos y a cualquiera que pudiera ofrecer una base, siempre argumentada, sobre la necesidad de proteger este ¨¢rea.

Pese a todo, las m¨¢quinas de la empresa adjudicataria comenzaron a trabajar, pero encontraron la oposici¨®n de los miembros de la Coordinadora y de los propios vecinos. Ahora, todos esperan el d¨ªa 22 para dar por satisfechas sus reivindicaciones.