Concentrados en la batuta
Ros Marb¨¤ dirige los pasos de un grupo de j¨®venes m¨²sicos en el Curso de Direcci¨®n de Orquesta de Igualada
Camiseta holgada, recuerdo de Menorca, pantalones anchos, calzado c¨®modo. El frac en el armario, preparado para el pr¨®ximo compromiso profesional, pero Antoni Ros Marb¨¤ no ha olvidado su batuta. Y es que desde hace tres semanas el director catal¨¢n ejerce su magisterio en el Curso Internacional de Direcci¨®n de Orquesta que hoy se clausura en Igualadacon ante 13 j¨®venes espa?oles y extranjeros dispuestos a escalar podios. Unos son aspirantes a directores, lo otros se han iniciado profesionalmente pero quieren perfeccionarse. Y en el curso no s¨®lo toman nota de las lecciones y consejos de Ros Marb¨¤ sino que los ponen en pr¨¢ctica con un conjunto profesional, la Orquestra Simf¨°nica del Vall¨¨s (OSV), algo imposible de conseguir para un estudiante de direcci¨®n de orquesta en un conservatorio.Ros Marb¨¤ no aparta los ojos de un alumno mientras, batuta en ristre, dirige a los m¨²sicos. Es mi¨¦rcoles por la ma?ana, y en el Ateneu Igualad¨ª de la Classe Obrera, convertido en aula sala de ensayos, suenan las notas de Cantos a pleamar, de Anton Garc¨ªa Abril (Teruel, 1933). Cada alumno dirige un fragmento de la obra y lo hacen con el compositor en la sala. Para un director es un privilegio poder tener a su disposici¨®n al autor de la obra que dirige, pero en esta ocasi¨®n a m¨¢s de uno la presencia del autor le inquieta m¨¢s que tranquilizarle.
"No est¨¢ mal, pero el sonido parece que saliera de tu periferia", interrumpe Ros Marb¨¤ al joven director mientras le sujeta con fuerza el brazo derecho, del que pende la batuta. "La m¨²sica tiene que salir de aqu¨ª", contin¨²a, se?al¨¢ndose el est¨®mago con ambas manos. Ros Marb¨¤, responsable tambi¨¦n de la anterior edici¨®n del curso, trata de introducir a los alumnos en la compleja lid de dirigir una orquesta, algo que exige mucho m¨¢s que un simple ejercicio f¨ªsico: una larga maduraci¨®n.
Mientras Ros Marb¨¤ corrige a quien sostiene la batura, el resto de los alumnos observan y cuando su colega prosigue, algunos de ellos mueven sus propias batutas dibujando gestos peque?os, como si temieran cortar el aire y la concentraci¨®n de su compa?ero. Poco a poco se suceden en el podio. "Esto ha sonado obligado. No dejas hacer al sonido", le dice Ros Marb¨¤ a uno. De vez en cuando, repite las indicaciones en ingl¨¦s, pensando de repente en la representaci¨®n extranjera en el curso. "Tu anatom¨ªa corporal no forma parte de la anatom¨ªa sonora", le espeta a otro. "?Que c¨®mo se hace?", se interroga. "Esto es muy personal, igual que tu coraz¨®n no late igual que el m¨ªo".
Son las 13.30 horas. Pausa para comer. Antes de retirarse, los alumnos no desaprovechan la ocasi¨®n para pedir a Garc¨ªa Abril -"este proyecto es muy significativo, que yo sepa no existen otros cursos as¨ª en Espa?a", dice el compositor- que les firme la partitura de su obra.
Durante las tres ¨²ltimas semanas, los 13 alumnos han asistido a clases te¨®ricas y pr¨¢cticas. Muchos repiten asistencia en este curso que se ha celebrado tambi¨¦n en la Escuela Municipal de M¨²sica de Igualada y que ha sido cofinanciado por el Ayuntamiento de la capital de la Anoia, la Diputaci¨®n de Barcelona y la Generalitat. Ros Marb¨¤, quien a partir de la pr¨®xima temporada asumir¨¢ la titularidad de la Real Filarmon¨ªa de Galicia, considera esta repetici¨®n natural: "La direcci¨®n de orquesta no se aprende en tres semanas", explica. "El curso es s¨®lo un punto de partida. Ser director es algo que se desarrolla con los a?os, requiere mucha meditaci¨®n y un largo tiempo de digesti¨®n", a?ade. ?l mismo, asegura, no es el mismo director que hace 20 a?os.
Alfred Ca?amero, director de la Uni¨® Musical del Bages, de la Orquesta del Orfe¨® Gracienc y de la Coral Mixta de Igualada, es uno de los que han regresado despu¨¦s de las sesiones del verano pasado. "Ros Marb¨¤ es muy directo, visceral e incisivo", explica. "Pero estar delante de la orquesta es un placer. De Ros Marb¨¤ explica que les ha ense?ado "a no estar nunca con el piloto autom¨¢tico puesto". ?l mismo se pone como ejemplo: "Yo estoy mucho m¨¢s receptivo este a?o que el pasado". A nivel te¨®rico, a?ade, les ha inculcado que "la direcci¨®n tiene un aspecto intelectual muy marcado. El an¨¢lisis de las obras es fundamental". "?l nos ha ense?ado a ver y vivir la estructura de las partituras".
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