El grupo Oasis abre Benic¨¤ssim marcado por las peleas de los Gallagher
Los que otrora fuesen los autoproclamados reyes de la arrogancia, representantes del poder del barrio, esos chavales fatuos y chulescos que tuvieron el mundo a sus pies ahora deambulan incapaces de controlar las desavenencias que hace a?os les dieron titulares y libras.El culebr¨®n Oasis -¨¦se en el que dos hermanos convertidos s¨²bitamente en estrellas de rock se emborrachan, se insultan, se pelean y se reconcilian- contin¨²a siendo l¨ªder entre la audiencia adolescente. Cada vez que uno de los Gallagher emite un sonido, ah¨ª est¨¢ la prensa brit¨¢nica para dar buena cuenta de ello.
Noel -el mayor de los hermanos, compositor y letrista- est¨¢ fuera del grupo, pero asegura que respetar¨¢ los compromisos contra¨ªdos con el p¨²blico brit¨¢nico. As¨ª lo hizo el 21 y el 22 de julio en Wembley, y as¨ª promete hacerlo en los festivales de Reading y de Leeds en la segunda quincena de agosto. De momento, as¨ª est¨¢n las cosas en el seno de la ¨²ltima banda que ha pretendido ser tan grande como los Beatles. Los asistentes al Festival de Benic¨¤ssim deber¨¢n conformarse con presenciar toda esa parafernalia personal concentrada en la cejijunta mirada de Liam.
Eso s¨ª, el pr¨®ximo 28 de agosto, tras el Carling Weekend Festival en Leeds -el ¨²ltimo compromiso ingl¨¦s de la banda-, Noel asegura que dejar¨¢ el grupo definitivamente si no cambian las cosas y, en particular, la actitud de su hermano.
En declaraciones a la emisora de radio londinense Xfm, Noel admit¨ªa a finales de julio que hab¨ªa vuelto a tocar con Oasis s¨®lo por su amistad con algunos de los componentes de la banda y por respeto a los fans que hab¨ªan adquirido entradas para los conciertos en el Reino Unido.
En cuanto a los motivos de su plante, las declaraciones de Noel en el ¨²ltimo n¨²mero de junio del Time Out no tienen desperdicio: "Ya sabes, cuando est¨¢s en una habitaci¨®n de un hotel de Par¨ªs, piensas: bien, me quedan seis semanas en Europa con este gilipollas [en referencia a Liam] o, si no, tengo una casa en Ibiza con su propia playa privada".
Tambi¨¦n habl¨® en el semanario londinense sobre su posible abandono definitivo de la banda. "Liam lleva disculp¨¢ndose durante seis a?os", comenta Noel, de 31 a?os, de su hermanito peque?o, cuatro a?os menor. "Es f¨¢cil decir que lo sientes y es algo distinto sentirlo de verdad. O sea, que se ha disculpado, pues de puta madre. Hasta la pr¨®xima vez. Lo que ocurre es que en esta ocasi¨®n no va a haber una 'pr¨®xima vez', porque ya he tenido suficiente de ¨¦l".
Pero el peque?o de los Gallagher no permanece callado, y en el mismo n¨²mero del Time Out dio su versi¨®n de los hechos: "Se fue porque discutimos. Yo s¨®lo le dije, 'no quiero ni o¨ªr hablar de tus proyectos de hacer un disco en solitario, no me vas a apartar en una puta balda durante un a?o".
A continuaci¨®n, el hermano peque?o regalaba a los lectores un esclarecedor resumen de tan extra?a relaci¨®n fraternal: "Le adoro. Y, si alguien hablara mal de ¨¦l, le arrancar¨ªa la puta cabeza. Y ¨¦l har¨ªa lo mismo por m¨ª. Es una relaci¨®n de amor-odio. Yo quiero ser ¨¦l. ?l quiere ser yo. Ya sabes, ¨¦l quiere ser cantante y yo compositor".
?Ser¨¢ ¨¦ste el fin de una de las bandas m¨¢s importantes de los noventa, o s¨®lo un nuevo episodio del culebr¨®n de los Gallagher? Suceda lo que suceda, tabloides mediante, nada escapar¨¢ a la atenta mirada de miles de fans.
La pol¨¦mica, en forma de borrachera, de insolencia, de chuler¨ªa o de pelea, lleva varios a?os acompa?ando al grupo. Un grupo que, para muchos, es la banda de pop m¨¢s importante que ha dado el Reino Unido despu¨¦s de los Beatles y, para muchos otros, un intento frustrado de la industria brit¨¢nica de reivindicar un producto aut¨®ctono como es el pop.
Pero en los ¨²ltimos meses, los acontecimientos se han precipitado, con el abandono de Noel. Y para entender la nueva situaci¨®n hay que retrodeceder dos meses y situarse a pocos kil¨®metros de donde tocan esta noche.
Barcelona, 20 de mayo. Est¨¢ atardeciendo y en torno al polideportivo del Valle de Hebr¨®n comienza a arremolinarse el p¨²blico. Muchos de ellos hablan ingl¨¦s, y el resto lleva camisetas de Oasis. La banda de los hermanos Gallagher tiene previsto un concierto en este local de la Barcelona ol¨ªmpica varias horas m¨¢s tarde. S¨ª, todo el mundo sabe que su ¨²ltimo disco es un tocho de aqu¨ª te espero, tanto que Noel, su compositor, ha pasado de declarar que era espl¨¦ndido a aceptar que "no todas las canciones son tan potentes como yo imaginaba". Vamos, que la banda ha patinado entregando un mazacote sonoro que no se salva ni con aquel viejo agorismo rockero que asegura que los buenos discos son los que no entran a la primera escucha. A¨²n con todo Oasis sigue teniendo p¨²blico, parte del cual es probable que asista a sus conciertos con el morbo de ver c¨®mo ambos hermanos se parten la cara en escena luego de insultarse profusamente. Todo parece indicar que, a pesar de todo, este par de m¨²sicos multimillonarios guardar¨¢n las formas y se limitar¨¢n a actuar, eso s¨ª, sin dedicarse una m¨ªsera mirada.
Las pruebas de sonido est¨¢n en marcha y surge entonces el contratiempo. Seg¨²n fuentes de la promotora del evento el bater¨ªa Alan White siente un dolor en la mu?eca que le impide seguir la prueba. Unos dicen que ha sido en la derecha, otros en la izquierda, y por fortuna los humanos s¨®lo tenemos dos pues en caso contrario la lista de mu?ecas damnificadas podr¨ªa haber sido eterna. Otros, los m¨¢s conspicuos, aseguran que no, que el pinchazo en la mu?eca se ha producido cuando Alan abr¨ªa un refresco, lo que a m¨¢s de uno le lleva a pensar que el muy brutote desconoce que la tecnolog¨ªa humana ya ha inventado los abridores. El caso es que comienza a correr un rumor que fuentes oficiales de la promotora confirmar¨ªan minutos despu¨¦s: Oasis cancelan su concierto por la tendinitis que alguna de las mu?ecas de Alan ha sufrido. El p¨²blico no se lo cree, cosa que considerando la cantidad de desplantes que los Gallagher han protagonizado a lo largo de su vida no es de extra?ar. Quien m¨¢s quien menos piensa que a Noel le ha dado por intimar con Cop¨ªto de Nieve, el gorila blanco del zoo barcelon¨¦s, y que Liam se ha ido a depilar las cejas.
Falso. Copito no tuvo que aguantar a Noel asegur¨¢ndole que los mejores discos de los Beatles no entran a la primera y los vendedores de podadoras no recibieron durante aquel d¨ªa la visita de ning¨²n ingl¨¦s. Es m¨¢s, ambos hermanos se pasaron la tarde atendiendo a diversas entrevistas, sin duda concedidas porque, tras el arre¨®n inicial, Stading on the shoulder of giants es carne de expositor de gasolinera a doscientas pelas unidad. Liam comparece ante las c¨¢maras de Sputnik, un programa musical del Canal 33. Su presentadora le pregunta qu¨¦ pasa con su hermano, si es verdad que igual edita un disco en solitario. Liam le responde: "No s¨¦, me da igual, pero si lo hace ya se puede ir olvidado de Oasis. A m¨ª nadie me aparca durante un a?o para intentar suerte en solitario. No, yo no aguanto eso de 'Liam, espera a ver si me va bien. Si triunfo ah¨ª te quedas y en caso contrario vuelvo y seguimos con la banda, ?vale?". El concierto de Oasis se aplaza hasta el 4 de julio, fecha en la que la banda habr¨¢ de bajar de Escandinavia para cumplimentar su compromiso con Barcelona.
Pero dos o tres d¨ªas despu¨¦s del aplazamiento del concierto de mayo Noel deja plantada a la banda. Su hermano se busca un sustituto, Matt Deighton, y contin¨²a la gira como si nada hubiese pasado. Al menos, debe pensar, ya no tendr¨¦ que aguantar los temas que berrea Noel. As¨ª que a comienzos de julio Oasis, ya sin Noel, act¨²an en Barcelona. No llenan el Valle Hebr¨®n, y suerte tienen de que por esas fechas la ciudad est¨¢ llena de guiris que luego de enrojecerse bajo el sol deciden acudir al concierto, pues en caso contrario la entrada hubiese sido paup¨¦rrima. El concierto tiene la misma magia que utiliza un gasolinero para dispensar 40 litros de s¨²per a un Seat Toledo. Todo tiene el aire rutinario propio de un proyecto exang¨¹e, de una banda que conf¨ªa tan poco en su ¨²ltimo disco que del mismo s¨®lo interpreta cuatro canciones, una de ellas el instrumental Fuckin the bushes que abre el concierto. Liam, ajeno a todo, canta plantado en el centro del escenario, cubierto con una sudadera que el calor reinante hace extravagante. Mira al p¨²blico y parece pesar "menudo tru?o os estoy colocando". Tira de los ¨¦xitos de siempre para que el p¨²blico no se sienta demasiado estafado y, tras poco m¨¢s de una hora, se acaba el espect¨¢culo.
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