Unos 1.300 presos no regresaron de su permiso en los a?os noventa

Un total de 1.332 reclusos que cumpl¨ªan condena en las prisiones de Catalu?a aprovecharon la concesi¨®n de un permiso para no regresar al centro durante la d¨¦cada de los noventa y otros 105 reclusos huyeron desde el interior de la c¨¢rcel en el mismo periodo, la mayor¨ªa aprovechando que se encontraban en una secci¨®n abierta. Los responsables penitenciarios de la Generalitat opinan, sin embargo, que las cifras son "testimoniales" si se comparan con los miles de permisos que se conceden cada a?o y que concluyen sin incidentes.

Propuesta derrotada

La estad¨ªstica oficial facilitada por la consejera de Justicia, N¨²ria de Gispert, a las preguntas parlamentarias que realiz¨® el diputado de ERC Joan Ridao revela que durante la d¨¦cada de los noventa se concedieron un total de 488.988 permisos de salida de todo tipo a los reclusos. La legislaci¨®n permite otorgar este beneficio penitenciario cuando el interno ha cumplido una cuarta parte de la condena y lo habitual es que cada mes y medio o dos meses se le conceda un permiso, que oscila entre los tres y los seis d¨ªas de duraci¨®n. Los presos preventivos que est¨¢n a la espera de juicio no disfrutan de este beneficio. Los presos penados en Catalu?a han ido aumentando durante los a?os noventa y actualmente est¨¢n situados sobre los 4.000, de una poblaci¨®n total de 6.200, y un mismo recluso puede disfrutar de hasta 15 permisos anuales.El sindicato UGT considera que la Generalitat utiliza la concesi¨®n de permisos como v¨¢lvula de escape para asegurarse la tranquilidad en el interior de las prisiones y denuncia que estas salidas se producen sin preparar al preso para la vida en libertad y facilitar su reinserci¨®n. En este sentido, UGT recuerda que desde la entrada en vigor del C¨®digo Penal, en mayo de 1996, los presos no pueden redimir condena por realizar trabajo en las prisiones, por lo que la concesi¨®n de un permiso se convierte en uno de los pocos alivios posibles a su situaci¨®n.

As¨ª no resulta extra?o que en los ¨²ltimos a?os se hayan concedido entre 55.000 y 59.000 permisos anuales. Con todo, la cifra m¨¢s elevada corresponde a 1995, cuando se condendieron 63.450 coincidiendo con la mayor punta que ha experimentado la poblaci¨®n reclusa en Catalu?a. Hasta entonces, la concesi¨®n de permiso hab¨ªa ido aumentando progresivamente. As¨ª, de los 26.605 que se concedieron en 1990 se pas¨® a los 38.482 permisos en 1993 y a los 50.828 en 1994.

Francesc Jim¨¦nez Cus¨ª, director general de Servicios Penitenciarios y Rehabilitaci¨®n de la Generalitat, asegura que las cifras oficiales no cuestionan la concesi¨®n de permisos a los presos catalanes. En su opini¨®n, la cifra de reclusos que no regresa de permiso es "testimonial", y supone el 0,27% del total, si se toma como referencia el total de permisos concedidos.

El pasado mes de junio, todos los partidos de la izquierda apoyaron una iniciativa de ERC que se debati¨® en el Parlament para replantear la concesi¨®n de permisos penitenciarios y crear unos centros espec¨ªficos para estos reclusos. Sin embargo, CiU y PP votaron en contra y la propuesta fue rechazada. Esa iniciativa tiene su origen en un documento redactado por UGT en el que se propon¨ªa la construcci¨®n de peque?as c¨¢rceles para los presos penados clasificados en segundo grado que ya disfrutan de permisos, que constituyen la mayor¨ªa.La propuesta planteaba que fuesen centros a camino entre las c¨¢rceles de cumplimiento y las secciones de r¨¦gimen abierto, con un r¨¦gimen disciplinario flexible que permitiera facilitar el trabajo en talleres y salidas organizadas al exterior, bien a empresas o a otro tipo de trabajos para la colectividad, previamente pactados con las instituciones. UGT considera que de esta manera se preparar¨ªa al recluso para su vida en libertad y se plantear¨ªa una alternativa eficaz y esperanzadora frente a la desaparici¨®n de la redenci¨®n de condenas.

Por otra parte, de los 105 presos que han huido de las prisiones catalanas durante la pasada d¨¦cada, un total de 55 estaban ingresados en las secciones abiertas de las prisiones, donde el r¨¦gimen penitenciario es m¨¢s flexible. S¨®lo 30 protagonizaron la cl¨¢sica fuga, la m¨¢s importante de las cuales se produjo en la c¨¢rcel de Ponent (Lleida) el 23 de julio de 1992, dos d¨ªas antes de inaugurarse los Juegos Ol¨ªmpicos, cuando 13 reclusos redujeron con pinchos a cuatro funcionarios y se escaparon.

Otros 26 presos huyeron la pasada ¨¦poca aprovechando una salida programada, la visita a un hospital o una salida al juzgado. El director general de Servicios Penitenciarios de la Generalitat reitera que, "con estas cifras no hay motivos para estar alarmados ni para replantearse" las reglas.