Educaci¨®n y autogobierno a cambio de paz civil

El texto votado por la Asamblea corsa y elaborado por el Gabinete de Lionel Jospin supone cambios en tres campos. El primero y m¨¢s inmediato, es el de la ense?anza de la lengua corsa, incluida en los horarios de preescolar y primaria, para que "as¨ª pueda ser seguida por todos los alumnos, exceptuados aquellos cuyos padres se manifiesten en contra".Cuando era ministro de Educaci¨®n, Jospin cre¨® cursos de formaci¨®n para crear c¨¢tedras de corso. Ahora satisface una reivindicaci¨®n y una realidad: el corso es, oralmente, mayoritario ante un franc¨¦s que aplasta en la ense?anza y la expresi¨®n escrita.

La segunda gran novedad es la m¨¢s contestada y pol¨¦mica. Se trata de la "facultad de adaptaci¨®n de leyes y reglamentos" que se concede a la Asamblea regional. De momento, esta Asamblea podr¨¢ derogar en ciertos campos, en ciertas condiciones y durante una duraci¨®n limitada, disposiciones legislativas nacionales. El Gobierno de Jospin prev¨¦ un largo per¨ªodo de prueba hasta, como m¨ªnimo, el a?o 2004, pues la plena aplicaci¨®n de esa "facultad de adaptaci¨®n" implica una reforma constitucional. Ese plazo se hace mucho m¨¢s largo -15 a?os- cuando se trata de suprimir las exoneraciones fiscales de que se beneficia la isla en materia de transmisiones patrimoniales.

Departamento ¨²nico

La tercera novedad, interesante para otras regiones, estriba en la supresi¨®n de los dos departamentos o provincias actuales para pasar a una ¨²nica colectividad territorial. Aqu¨ª tambi¨¦n hay que esperar hasta 2004, momento en que finaliza el mandato de la actual Asamblea. Esta C¨¢mara asumir¨ªa las nuevas competencias traspasadas dentro de una l¨®gica de "descentralizaci¨®n". Todas estas reformas s¨®lo se ir¨¢n aplicando si la isla vive en un contexto "de paz civil duradera", manera de imponer durante todo el proceso el mantenimiento de la tregua de atentados, vigente ya desde finales del a?o pasado.

En el fondo, Jospin le hecha un pulso al nacionalismo pidi¨¦ndole que abandone la l¨®gica de la reivindicaci¨®n perpetua y del inacabable inventario de agravios para entrar en otra de gesti¨®n y compromiso. Sus propuestas, exceptuada la referente a la lengua, no son sustancialmente distintas de las que ya especificaba el Estatuto corso de 1991, pero que la Asamblea regional, dominada por clanes dependientes de Par¨ªs, no ha explotado.

?ste es el caso del art¨ªculo 26, que ya atribu¨ªa a la C¨¢mara regional poder "presentar propuestas tendentes a modificar o adaptar las disposiciones legislativas o reglamentarias en vigor o en curso de elaboraci¨®n" y que afectasen C¨®rcega. Durante nueve a?os los diputados regionales se han olvidado de este art¨ªculo.