"Lo importante es que Espa?a ya no es un refugio seguro para los mafiosos", dice el fiscal de Palermo
"Soy un ciudadano nuevo"
La desaparici¨®n del capo mafioso Giovanni Greco de su domicilio mallorqu¨ªn no ha cogido de sorpresa a las autoridades judiciales de Italia. "Sab¨ªamos que estaba ya en paradero desconocido desde el 28 de julio", declar¨® ayer a este peri¨®dico Piero Grasso, fiscal jefe de Palermo.Pese al fiasco de que su extradici¨®n no se consume, Grasso, uno de los grandes expertos en la lucha contra la Mafia, se declara "muy satisfecho" por la decisi¨®n del Gobierno espa?ol de entregar a Greco. "Representa un importante paso adelante que evitar¨¢ que en lo sucesivo Espa?a sea considerada un refugio seguro por la gente de Cosa Nostra".
Grasso ve decisivo este paso no s¨®lo por lo que respecta a Greco, ya condenado en Italia y acusado del asesinato de dos personas en un proceso que se celebra en Palermo, "sino porque afecta a todos los dem¨¢s mafiosos que se hab¨ªan establecido" en suelo espa?ol, "protegidos" por las diferencias jur¨ªdicas en materia de extradici¨®n entre ambos pa¨ªses.Se trata de m¨¢s de medio centenar de delincuentes.
"Para nosotros los italianos, y sobre todo para los sicilianos, que sentimos a Espa?a como un pa¨ªs muy pr¨®ximo no s¨®lo por razones geogr¨¢ficas, sino de cultura, costumbres e historia, era una l¨¢stima ver que pod¨ªa convertirse en un para¨ªso de la delincuencia organizada", afirma Grasso.
El fiscal considera un hecho casi inevitable la huida de Greco: "Era previsible ante la perspectiva de ser detenido. Cualquiera lo habr¨ªa hecho". "Pero esto no significa que el paso dado por las autoridades espa?olas no sea muy positivo", insiste.
La decisi¨®n del Gobierno de Madrid se produjo apenas 15 d¨ªas despu¨¦s de que los titulares de Justicia, ?ngel Acebes y Piero Fassino, firmaran un convenio que prev¨¦ la creaci¨®n de un espacio com¨²n en materia de justicia, seguridad y libertad. Un acuerdo que se presenta como el primer resultado de la cumbre hispano-italiana de junio, en la que ambos Ejecutivos se comprometieron a superar las barreras legales que han venido dificultando la extradici¨®n de los mafiosos juzgados en Italia en rebeld¨ªa.
Greco, de 44 a?os, casado y padre de tres hijos, abandon¨® Palermo a principios de los a?os 80, coincidiendo con el estallido de la guerra mafiosa entre la familia palermitana, la suya, capitaneada por Stefano Bontate, y los corleoneses de Salvatore Tot¨® Riina.
Aparte su condena por cuatro procesos distintos celebrados en su ausencia, Greco tiene una cuenta pendiente con la justicia italiana como principal acusado en el proceso iniciado ya en Palermo por el asesinato de Salvatore Mazzola y Giacco Palazzolo en noviembre de 1983. Un presunto ajuste de cuentas al que ¨¦l se ha declarado siempre ajeno.En unas declaraciones al diario La Repubblica, en junio, Greco se mostraba dispuesto a aclarar ante los jueces toda la verdad, pero en ning¨²n caso a pisar la c¨¢rcel en su pa¨ªs, temeroso de la venganza de los corleoneses, que han asesinado a la mayor parte de su familia.
Su vida ha estado marcada por la gran guerra que ensangrent¨® Sicilia y que contribuy¨® decisivamente a que el fallecido Tommaso Buscetta se convirtiera en el primer arrepentido de Cosa Nostra. Greco, miembro de la misma familia, opt¨® por ser latitante (fugitivo) en vez de sumarse a los centenares de pentitos, desertores de la organizaci¨®n criminal que han obtenido protecci¨®n policial a cambio de colaborar con la Justicia.
Instalado en Ibiza, ha vivido durante 16 a?os, hasta su detenci¨®n por la polic¨ªa espa?ola en 1997, en un anonimato absoluto, con su mujer y sus tres hijos. En junio resid¨ªa en una urbanizaci¨®n no especialmente lujosa de la costa mallorquina trabajando, supuestamente, como pescador. Toda su defensa se basa en la aparente tranquilidad que le rodea ahora. "Soy un ciudadano nuevo", dijo a La Repubblica; "en Espa?a he rehecho mi vida. Mis hijos son espa?oles".
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.