Despedida de oro

Con 33 a?os se enfrenta a sus ¨²ltimos juegos ol¨ªmpicos con el deseo de dejar su deporte, el taekwondo, "lo m¨¢s alto posible". En Sydney este arte marcial milenario pasar¨¢ de ser deporte de exhibici¨®n a ser competici¨®n oficial. En Australia competir¨¢n cuatro representantes por pa¨ªs y "si todo sale bien", la cifra aumentar¨¢ a 12 luchadores en 2004.Elena Ben¨ªtez no vivir¨¢ en activo la deseada consagraci¨®n del taekwondo pero ¨¦se es el legado que quiere dejar. La deportista andaluza aguanta "el peso de la edad" en el deporte de ¨¦lite porque las lesiones le han respetado. Sydney es el principal reto de esta atleta que empez¨® tarde a entrenarse y a competir, pero que no ha dejado de colgarse medallas en todas las pruebas en las que ha participado. Ahora sue?a con llegar a lo m¨¢s alto para que el taekwondo, un deporte desconocido en Espa?a, sea por fin reconocido como ella cree que merece.

Elena Ben¨ªtez empez¨® a practicar este deporte porque le gustaban las pel¨ªculas de Bruce Lee. De las producciones de ficci¨®n que ve¨ªa embobada delante del televisor con 14 a?os se pas¨® a la realidad y acudi¨® a un gimnasio cercano a su casa de San Pedro de Alc¨¢ntara, su lugar de nacimiento. Buscaba "encontrar el ambientillo de las pel¨ªculas". Y aunque no encontr¨® bandas enfrentadas, s¨ª se anim¨® y sigui¨® practicando este deporte como una buena manera de "mantenerse en forma".

Tras el paso por el gimnasio de San Pedro de Alc¨¢ntara se mud¨® a Granada y all¨ª empez¨® a entrenar m¨¢s en "serio" en el gimnasio y tambi¨¦n a competir. En 1986 represent¨® al equipo nacional en el extranjero y dos a?os m¨¢s tarde recibi¨® una beca de la Federaci¨®n Espa?ola para acudir a los Juegos Ol¨ªmpicos de Se¨²l, en 1988, donde lleg¨® hasta los cuartos de final. Su momento m¨¢s brillante lleg¨® en 1992, cuando consigui¨® el oro en el torneo ol¨ªmpico de Barcelona, su segunda casa.

Aterriz¨® tarde, con 21 a?os, al lugar destinado para los deportistas de ¨¦lite, el Centro de Alto Rendimiento (CAR) de San Cugat. Ese inicio tard¨ªo en el deporte de ¨¦lite le permiti¨® conservar a sus amigos de la infancia y poder "desconectar" de vez en cuando, "porque es muy duro estar rodeado todo el tiempo de deportistas y no hablar de otra cosa, aunque ¨¦stos sean al final los que mejor te entienden cuando tienes problemas". Lleva doce a?os viviendo en el CAR y ya es una veterana que no comparte habitaci¨®n con nadie, un lujo que consigui¨® hace apenas cuatro a?os.

Doce a?os prepar¨¢ndose todos los d¨ªas para ganar combates que duran apenas tres minutos. Confiesa que est¨¢ "un poco cansada" aunque intentar¨¢ llevarse el oro ol¨ªmpico a casa. Con es ¨²nico objetivo entrena seis horas diarias.

Elena Ben¨ªtez compite en la categor¨ªa m¨¢s pesada, 67 kilos, y, aunque que no est¨¢ especialmente preocupada por la dieta, el peso es el peor recuerdo de su carrera deportiva. En la Copa del Mundo de 1991 en Zagreb (Yugoslavia) no pudo competir porque estaba inscrita en la categor¨ªa de los 60 kilos y lleg¨® con 150 gramos m¨¢s. Se tuvo que volver a casa e incluso se plante¨® dejar su deporte, algo que le ronda la cabeza "todas las noches previas a una competici¨®n" cuenta entre risas.

Tambi¨¦n con una sonrisa en la boca, Elena Ben¨ªtez desmiente el mito del deportista serio y concentrado. Su tiempo libre lo aprovecha para irse de juerga con los amigos. "Salir el s¨¢bado y volver el domingo por la noche es un respiro porque, a veces, necesito desconectar de todo". Antes de desconectar con unas largas vacaciones, se prepara a fondo para su primer combate. Ser¨¢ el d¨ªa 29 en Sidney, y con el objetivo de llegar a lo m¨¢s alto. Como en las pel¨ªculas.