L¨®gica
Ha ocurrido, ocurre, y si no se remedia seguir¨¢ ocurriendo. Cuando me dirig¨ª al propietario de una vivienda rural que estaba siendo demolida por una enorme pala mec¨¢nica, para preguntarle si era consciente de que lo que estaba demoliendo constitu¨ªa una aut¨¦ntica joya del patrimonio arquitect¨®nico "vern¨¢culo" (propio, del pa¨ªs, aut¨®ctono) irrepetible, un cl¨¢sico de la arquitectura popular erigida sobre gruesos muros de tapial (tierra apisonada entre encofrados de madera) magn¨ªficamente encalados y cubierta de teja ¨¢rabe curva, con huecos proporcionados y bell¨ªsimamente enrejados, bien orientada (al Sur), protegida del sol por una enorme y generosa parra y perfectamente integrada en su medio ambiente, ¨¦l me respondi¨®: "S¨ª, s¨ª me duele tirarla, la construy¨® mi bisabuelo con sus manos y la ayuda de sus vecinos; yo nac¨ª aqu¨ª, ?sabe usted?, y mi padre, y el padre de mi padre, pero mis hijos dicen que ahora lo que conviene es construir una casa nueva, de hormig¨®n y ladrillo, con cuarto de ba?o y cocina, en fin, una casa moderna". "Pero", le respond¨ª yo, "para cambiar la distribuci¨®n e incorporar aseo y cocina, y todo tipo de instalaciones tecnol¨®gicas actuales, incluso fibra ¨®ptica con acceso a Internet si usted quiere, no hace falta derribarla, s¨®lo rehabilitarla, adecuarla a sus necesidades; adem¨¢s, seguro que por mucho aislamiento t¨¦rmico que le ponga a sus paredes y techo no ser¨¢ lo mismo vivir y dormir entre muros de tierra que entre muros de ladrillo vitrificado, su confort, su calidad de vida, su equilibrio clim¨¢tico disminuir¨¢". "No, si ya lo s¨¦, seguro que usted tiene raz¨®n, no se lo discuto, pero no puedo convencer a mi familia, ?sabe usted por qu¨¦ me est¨¢n obligando a tirarla para construir otra nueva? Porque dicen que una casa de tierra es casa de pobres y, aunque no seamos ricos ni nos sobre el dinero, nosotros ya no lo somos".Mientras pienso con amargura en lo que acabo de o¨ªr, totalmente pesimista en cuanto a la r¨¢pida extirpaci¨®n de la ignorancia y a los prejuicios de clase, la pala mec¨¢nica se las ve y se las desea para conseguir acabar, definitivamente y para siempre, con un pedazo de nuestra aut¨¦ntica y genuina historia. ?Por qui¨¦n doblan las campanas? Definitivamente, por ti, por todos nosotros. - Arquitecto.
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