Entre alubias y castros celtas
El abeto Douglas
El casco urbano de Albiztur no presenta en un primer recorrido grandes sorpresas ni diferencias con otras localidades similares del Pa¨ªs Vasco. Pero es que en esta localidad guipuzcoana con t¨ªtulo de villa desde 1617 cuando se separ¨® de Tolosa, los encantos hay que rastrearlos en otros lugares distintos a los habituales; espacios, costumbres e historia que muestran la relevancia de este lugar que parece alejado de cualquier posibilidad de acontecimiento se?ero. Ubicado en un estrecho valle entre el monte Ernio y el Aldaba, las casas se establecen en el fondo, pero los atractivos del municipio hay que buscarlos tambi¨¦n en el resto de su territorio, en las laderas y colinas que rodean la calle principal del pueblo.En las huertas de los alrededores se encuentra uno de los productos m¨¢s preciados y el que le ha dado fama en todo Guip¨²zcoa. La alubia de Albiztur es la mejor de la variedad tolosana, uno de los hitos de la gastronom¨ªa vasca. As¨ª lo reconoci¨® a principios del pasado mes de noviembre un jurado formado por los restauradores Pedro Subijana, Isaac Salaberr¨ªa, Elena Arzak y Jos¨¦ Gorrotxategi en el concurso oficial sobre esta preciada legumbre. Las caracter¨ªsticas que destacaron los jueces en aquella alubia cultivada por el albiztutarra Joxe Muxika fueron "su color uniforme y brillante, su forma el¨ªptica y ovalada y su tama?o y pureza".
El c¨¢ntaro de agua
Los tres restaurantes -cuatro si se cuenta el que se encuentra en el barrio de Santa Marina- que existen en el pueblo son el mejor ejemplo de la calidad de sus alubias, que atraen a comensales de todo el Pa¨ªs Vasco. Pero la legumbre por excelencia no es el ¨²nico atractivo de esta localidad. Un poco m¨¢s arriba de donde se encuentran sus huertas se inicia la subida hacia el castro de Intxur, recientemente declaradado bien cultural con la denominaci¨®n de conjunto monumental.
Es un recorrido que merece la pena, despu¨¦s de pasar por los ¨²ltimos caser¨ªos de la ladera que asciende hasta el Aldaba. Se puede llegar en coche casi hasta la cumbre, justo donde se encuentra un repetidor, ¨²ltima parada de la civilizaci¨®n contempor¨¢nea antes de continuar la ascensi¨®n por una senda c¨®moda que tiene una parada previa a este castro celta de la Edad de Hierro.En el bosque de abetos Douglas que rodea todo este paraje se encuentra un ejemplar de esta especie que es uno de los m¨¢s altos del Pa¨ªs Vasco. Fue plantado en 1920 por Gumersindo Azumendi, pionero en su introducci¨®n en el territorio. Mide cerca de 60 metros, lo que supone una altura similar a la de un edificio de 15 pisos.
Evidentemente, esta joya de la naturaleza era completamente ajena en el paisaje que disfrutaron los habitantes del castro de Intxur, en el siglo IV antes de Cristo. Ya sab¨ªan aquellos que levantaron esa peque?a ciudadela d¨®nde ten¨ªan que hacerlo: en un lugar elevado, con unas vistas que dominaban los valles de los alrededores.
Se trata de un poblado con una extensi¨®n de diez hect¨¢reas definido por una muralla de un grosor que var¨ªa entre los dos y medio y los tres metros. El recorrido por su interior permite descubrir, aunque m¨¢s veces intuir, un conjunto de chabolas con planta rectangular construidas en adobe y madera con un fuego central. En su exterior, se levantaron unos precarios aparejos para instalar cisternas con el fin de recoger el agua de lluvia.
No era mala la situaci¨®n estrat¨¦gica de este lugar: en la vertiente oriental abundan los manantiales que completaban el agua en los tiempos de sequ¨ªa.
Este poblado de la Edad de Hierro desapareci¨® sin dejar m¨¢s memoria en la historia de Albiztur que el recuerdo que ha quedado de la fortaleza de Mendikote, en la ladera noreste de la localidad. La fortaleza se construy¨® tres milenios despu¨¦s, pero para los habitantes del Goiherri de estos ¨²ltimos siglos las dos ruinas se confunden en el tiempo y se entremezclan en las leyendas que corren por la comarca.
Los historiadores consideran el castillo de Mendikote como una de las fortalezas guipuzcoanas que pasaron del reino de Navarra al de Castilla. No hay m¨¢s datos acerca de estos restos, anteriores al reconocimiento documental del poblado de Albiztur.
As¨ª que los pobladores de este ¨²ltimo milenio, reci¨¦n instalados en la religi¨®n cat¨®lica, confundieron ambas ruinas y las relacionaron -como otros parajes (cuevas, simas, fuentes)- con residencias de los gentiles, aquella casta de gigantes que no hab¨ªa abrazado la fe de Cristo.
As¨ª lo recoge Joxemiel de Barandiaran en su memoria sobre el castro de Intxur, en la que figuran numerosas referencias a estos pobladores m¨ªticos, como la de que fueron los introductores del trigo en estos contornos.
Otro de los cuentos de Albiztur hace referencia a las ruinas de Mendikote donde se dice que viv¨ªa una familia de gentiles. El padre hab¨ªa marchado a Vitoria para cambiar una yunta de bueyes por todo el trigo que pudiese ll?evar consigo. Cuando volvi¨® a casa, fatigado despu¨¦s de haber llevado once fanegas de cereal al hombro desde Vitoria, la hija le ofreci¨® un c¨¢ntaro de agua. El gentil bebi¨® y se lo devolvi¨®. Entonces la hija le pregunt¨®: "Ah¨ª dentro hab¨ªa una bacineta, ?qu¨¦ has hecho con ella?". Y ¨¦l le contest¨®: "As¨ª que me ha parecido que ten¨ªa alg¨²n tropiezo en la garganta".De todos estos cuentos ya s¨®lo queda el recuerdo escrito y qui¨¦n sabe qu¨¦ nuevas leyendas pueden surgir alrededor del patrimonio que rodea Albiztur, acerca de su iglesia parroquial y sus ermitas, entre las que destacan la de Santa Marina en el barrio del mismo nombre, que todav¨ªa conserva una portada rom¨¢nica, y la de San Gregorio, junto a la que est¨¢ certificada la existencia de un hospital de peregrinos, dentro de uno de los ramales del camino de Santiago. Estos edificios dentro de un milenio tal vez sean ruinas, pero siempre le quedar¨¢ al visitante la oportunidad de degustar un buen plato de alubias.
Datos pr¨¢cticos
C¨®mo llegar: Albiztur se encuentra a cuatro kil¨®metros de la localidad guipuzcoana de Tolosa, en direcci¨®n a Azpeitia, por la carretera GI-2634. Para llegar hasta la cuna de las mejores alubias hay que tomar la N-I, v¨ªa imprescindible para los que salen de San Sebasti¨¢n o Vitoria. Desde Bilbao se puede optar por el recorrido que lleva hasta Elgoibar por la A-8 o la N-634 tambi¨¦n hasta Elgoibar. Desde aqu¨ª, sale la citada GI-2634 que llega hasta Albiztur.Alojamiento: En las cercan¨ªas de Albiztur, al pie del monte Ernio, hay algunos alojamientos de agroturismo y casas rurales. Entre los primeros se encuentran Bengoetxea en Bidegoian (tel. 943 681067) e Izarre en Errezil (943 813524). En cuanto a las casas rurales, se puede acudir a Etxeberri (943 812992) y Letea (943 812887), ambas en Errezil, y a Eguzkitza (943 580946), en Bidegoian. Los hoteles m¨¢s cercanos est¨¢n en Tolosa: Oria (943 654688) y Oyarbide (943 670017).
Comer: Albiztur pasar¨¢ a la historia de este fin de siglo por las excelentes alubias que se preparan en sus cuatro restaurantes, una cifra ins¨®lita para el tama?o de la poblaci¨®n que los alberga, de apenas 300 habitantes: Estanco (943 652314), Ugarte (943 651728), Herriko Etxea (943 652508) y Segore-etxe, ¨¦ste ¨²ltimo en el barrio de Santa Ana (943 651799). Ya en Tolosa los establecimientos m¨¢s recomendables son Casa Juli¨¢n (943 671417), Front¨®n (943 652941) y Sausta (943 655453).
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