Alternativa de Vilari?o

Una alternativa. ?Una m¨¢s? Con la ampliaci¨®n de la n¨®mina de matadores, serlo ya no es tan excepcional como en otros tiempos y, sobre todo, tras las cuestas que se han subido de novillero, ahora vienen los puertos de primera categor¨ªa. Nunca ha sido f¨¢cil la profesi¨®n, pero ahora est¨¢ seriamente complicada. Suerte.Una suerte que se neg¨® en el toro de la ceremonia, que se encontraba en el l¨ªmite de lo permisible, s¨®lo que inv¨¢lido. Con el capote, David estuvo m¨¢s elegante que apretado y no pudo evitar que el torete se viniera al suelo. A los pocos pases, tom¨® la costumbre de entrar a la muleta al trote cochinero, aderezado con saltitos y qued¨¢ndose corto.

V¨ªctor Puerto vino dispuesto a agradar, lo que es elogiable en s¨ª. El toro se vino arriba y el torero hubo de sacar temple para llevar la embestida. Ten¨ªa que desenga?arlo constantemente y evitar una embestida rebrincada, reflejo de la falta de fuerzas. El toro se acab¨® y el matador insisti¨® en demas¨ªa. El quinto, que estaba cojo, se parti¨® un pit¨®n; el sobrero de Guardiola fue manso, pero V¨ªctor Puerto, tras un buen quite por chicuelinas, vio la posibilidad de torearlo a media altura sin obligarlo; cuando no pasaba el toro, lo hac¨ªa el torero.

El Califa no se entiende bien con el capote; al tercero no lo llegaron a picar: no pas¨® de una rega?uza. El toro lo pele¨® y el torero cort¨® por lo insano. El quinto fue el mejor del encierro: El Califa se revel¨® como un torero de valor, tan seco como su toreo, que es perfilero, sin adelantar los enga?os, con cites tanto de lejos como de cerca, bajando las manos y quebrantando los toros. Y regular, algo impredecible y de corto repertorio. Acusa la lesi¨®n de la mano, tiene dificultades para matar y se fue dej¨¢ndonos con la duda de su futuro.

El sexto toro, ya en el turno normal, correspondi¨® al reci¨¦n alternativado: ¨¦ste lo recibi¨® toreando con gusto a la ver¨®nica; el toro ten¨ªa poquita fuerza y fue picado de compromiso. David Vilari?o es un matador reposado, que quiere hacer las cosas de forma lenta, por lo que tiene que parar mucho a los toros y, ah¨ª, precisamente, se revela su punto d¨¦bil, ya que el temple ha de ser muy preciso para que no le enganche la muleta. En algunas ocasiones, ocurri¨® esto, con lo que su labor, buena en conjunto, present¨® altibajos a la hora de cuajar la faena. Fue una tarjeta de presentaci¨®n digna, pero hace falta bastante m¨¢s.