La contrici¨®n me mata
Me llamaron de una revista para pedirme un art¨ªculo sobre la alopecia. Dije que no y mi abuela entr¨® en coma. Telefone¨¦ corriendo a la revista, dije que s¨ª y mi abuela se recuper¨®, con gran sorpresa por parte de los m¨¦dicos
Escribir est¨¢ bien de no ser porque a veces no escribes, y eso te llena de remordimientos. Yo empiezo a escribir a las seis de la ma?ana, al menos es lo que le he hecho creer a todo el mundo, incluso a m¨ª mismo. Pero a las seis de la ma?ana estoy en la cama, despierto, con la conciencia intranquila, jur¨¢ndome que en un cuarto de hora me levanto. Y a las siete sigo en la misma situaci¨®n. Y a las ocho. Algunos d¨ªas no me pongo delante del ordenador hasta las nueve o las diez. Quiere decirse que he estado tres o cuatro horas no escribiendo. Y no hay nada que canse tanto como no escribir. Si pasas muchas horas no escribiendo, luego tampoco puedes escribir porque est¨¢s hecho polvo.Si no escribir s¨®lo me perjudicara a m¨ª, me dar¨ªa lo mismo, pero el a?o pasado estuve una semana entera sin escribir y hubo dos accidentes ferroviarios. Un d¨ªa me llamaron de una revista para pedirme un art¨ªculo sobre la alopecia. Dije que no y a las dos horas mi abuela entr¨® en coma. Telefone¨¦ corriendo a la revista, dije que s¨ª y mi abuela se recuper¨®, con gran sorpresa por parte de los m¨¦dicos, que hab¨ªan dado el caso por perdido. Al verla recuperada, me dio pereza escribir sobre la alopecia y le di largas al director. A los dos meses, regresaba una tarde del cine y not¨¦ un revuelo de gente cerca de casa. Me acerqu¨¦ para ver qu¨¦ pasaba y vi sobre el empedrado la peluca de mi abuela. La hab¨ªa atropellado una moto dej¨¢ndole la calva al descubierto.
No escribir es espantoso. A veces te parece que el orden del universo depende de que escribas. Y, seguramente, depende. Los cient¨ªficos creen que los d¨ªas son ahora una mil¨¦sima de segundo m¨¢s cortos por culpa de la corriente oce¨¢nica La Ni?a. No es cierto: es porque no escribo todo lo que deber¨ªa. Al dejar de escribir, se acelera la rotaci¨®n de la Tierra. Por cada 100 sustantivos no escritos, el caos avanza una mil¨¦sima de segundo. No he calculado el da?o de los adjetivos, ni mi responsabilidad en el agujero de la capa de ozono porque la contrici¨®n me mata.
Lo malo del d¨ªa en el que comienzas a escribir es que ese d¨ªa comienzas a no escribir tambi¨¦n. Por lo general, los cr¨ªticos s¨®lo ven lo que escribes y te juzgan por ello; si vieran lo que no escribes, tendr¨ªan mejor opini¨®n de ti: lo que no escribes es genial. Tengo dos novelas no escritas que bastar¨ªan para pasar a la posteridad de no ser porque no hay manera de leerlas. Y tres vol¨²menes de cuentos. A los cuentos les viene muy bien la no escritura, mejor que la escritura, por la tensi¨®n literaria que produce el silencio.
La ¨¦poca del a?o en la que m¨¢s remordimientos produce no escribir es precisamente el verano, porque al estar todo el mundo de vacaciones, la maquinaria del universo corre m¨¢s peligro de descomponerse. En el Ministerio de Exteriores, por ejemplo, no ha quedado nadie, de modo que no hay forma de averiguar por qu¨¦ el consulado de Miami no atendi¨® como Dios manda a Jos¨¦ Joaqu¨ªn Mart¨ªnez. Vale que no se encuentre Piqu¨¦, que, como es l¨®gico, tiene que arreglar los problemas de terrorismo del Oriente Medio, pero pod¨ªa haber dejado a alg¨²n subsecretario de guardia.
Pues igual de vac¨ªas que las dependencias de Exteriores est¨¢n las cabezas de la gente. Oyes cosas que te ponen los pelos de punta. Mayor Oreja, por ejemplo, ha asegurado que ETA est¨¢ fatal, pero que aunque estuviera bien no deber¨ªamos decirlo. En cuanto a Arzalluz, apareci¨® en la tele aguant¨¢ndose la risa al explicar que lo que le pasaba a Anasagasti es que estaba preocupado por su mam¨¢, que es muy mayor y ha perdido agilidad para salir de los autobuses incendiados. ?Qu¨¦ nenaza!, estuvo a punto de a?adir. Por lo dem¨¢s, hay en el ?rtico un submarino nuclear ruso con 100 soldados sin ox¨ªgeno y un brote de brucelosis en Le¨®n. Todo manga por hombro, en fin.
Si no escribes en momentos as¨ª, por la noche oyes crujir la maquinaria del cosmos como si le faltara fuelle y se te aparecen los rostros de los perjudicados acus¨¢ndote de todas las cat¨¢strofes. Por eso me matan los remordimientos. Haz veinte copias de este texto y env¨ªalo a veinte familiares o amigos. Rato se lo tom¨® a risa y subi¨® la inflaci¨®n. Luego, telefone¨® al ministerio, le pidi¨® a un ordenanza que hiciera las copias y la inflaci¨®n subyacente al menos se qued¨® como estaba. Villalonga lo tir¨® a la papelera y perdi¨® el trabajo. Entonces se acord¨® del papel, lo recuper¨®, envi¨® las copias y le tocaron 7.000 millones. Cr¨¦etelo.Villalonga
Tir¨® la copia a la papelera y perdi¨® el trabajo
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