JOS? EL FRANC?S ARM? EL TUMULTO EN LA UNI?N

Lo de Jos¨¦ el Franc¨¦s ya fue demasiao, que dicen los castizos. Con una banda de 10 personas a toda pastilla, con ¨¦l cantando m¨¢s fuerte a¨²n y con un p¨²blico de chiquillas que gritaban desaforadamente a cada mene¨ªto de su cuerpo serrano y cada ocurrencia que soltaba por el micr¨®fono. Jos¨¦ el Franc¨¦s cant¨® a grito pelao, sin el menor matiz.Una mon¨®tona sucesi¨®n de temas, alguno de ellos muy popular, todos casi iguales y sin otro valor -o yo no se lo vi- que el de la m¨²sica ruidosa y discotequera.

Es decir, una m¨²sica que no entendemos por qu¨¦ ha tenido su lugar aqu¨ª. Se nos dir¨¢, quiz¨¢, que el p¨²blico manda y que fue la gala m¨¢s asistida de todas, pero, obviamente, eso no justifica nada en un festival promovido y financiado desde las instancias p¨²blicas y que adem¨¢s lleva la etiqueta de flamenco.

Ya no quiero tu querer

Ya no quiero tu querer

ha lanzado a Jos¨¦ el Franc¨¦s. Durante meses, la canci¨®n compuesta por ¨¦l ha calado entre un p¨²blico, principalmente adolescente, que es capaz de desga?itarse gritando el pegadizo estribillo. Ya era un ¨¦xito cuando lleg¨® al programa televisivo de mayor audiencia de este a?o, Gran Hermano. Ya no quiero tu querer entr¨® en el sal¨®n de Soto del Real tarareada por Ismael, ganador del concurso, y corri¨® como reguero de p¨®lvora. A partir de entonces se multiplicaron las galas de este flamenco, al que los puristas repudian aunque sea un ¨¦xito asegurado de taquilla. Pese a las cr¨ªticas negativas de sus actuaciones, no se puede negar que es un fen¨®meno de temporada. Tiene un p¨²blico fiel y un poco desbocado, capaz de subirse al escenario s¨®lo para tocarlo. En sus conciertos, el espect¨¢culo no est¨¢ en el escenario sino entre los espectadores, muchos de ellos gitanos. Canciones de amor, con letras bastante convencionales, resultan m¨¢s dif¨ªciles de defender en el directo que en un estudio de grabaci¨®n. Aun as¨ª Jos¨¦ el Franc¨¦s no piensa dejar pasar el a?o de su vida.