TREINTA A?OS DE GUERRAS VISTAS POR UNA MUJER
Christine Spengler echa de menos los tiempos en que los grandes acontecimientos los cubr¨ªan de cerca los mejores redactores de cada peri¨®dico. Se queja de que hoy d¨ªa las revistas de informaci¨®n est¨¢n llenas de noticias rosas y de que ya no se publican fotos de guerras. La fot¨®grafa francesa afincada en Espa?a, cuyo curr¨ªculo incluye instant¨¢neas tomadas a lo largo de 30 a?os de conflictos en el Chad, Irlanda del Norte, Vietnam, Camboya, Ir¨¢n, L¨ªbano o Alsacia, dirige esta semana, en la Universidad Complutense, un taller de fotograf¨ªa, La mirada de una mujer en la guerra. El principal inter¨¦s de Splenger es que los alumnos aprendan a reflejar su personalidad en todo lo que retraten. "Si son capaces de sacar una imagen ins¨®lita y personal en la que se reconozca El Escorial, podr¨¢n hacer lo mismo en Teher¨¢n, Nueva Delhi o Beirut". Seleccion¨® a los 15 que participan en su taller a partir de sus trabajos, sin interesarse por su curr¨ªculo. En el taller les da s¨®lo dos o tres carretes por d¨ªa, "para que aprendan a reflexionar antes de apretar el disparador".De su etapa como corresponsal, rescata los 23 d¨ªas decisivos para su carrera que pas¨® encarcelada en el Chad por sus primeras fotos, de "unos rebeldes tubus que disparaban descalzos sus kal¨¢shnikov contra los helic¨®pteros franceses". "Consegu¨ª mi primer contrato por una fotograf¨ªa que hice al jeque Mujibur Rah Man en Bangladesh, cuando se reuni¨® con su familia tras nueve a?os de exilio en Pakist¨¢n. Le hice la foto en su propia casa, gracias a un frasco de perfume con el que me hab¨ªa ganado la amistad de su mujer". Con esta an¨¦cdota, refleja que ser una mujer ha sido para ella m¨¢s una ayuda que un impedimento en su carrera.
En este sentido, cuenta que supo aprovecharse del paternalismo de los soldados, que por ser mujer la dejaban acercarse a ellos, y de sus propios compa?eros, a los que inspiraba l¨¢stima con su peque?a c¨¢mara Nikon que s¨®lo llevaba un objetivo. Pero, sobre todo, destaca de ser mujer el car¨¢cter camale¨®nico: "Yo tengo ahora una imagen muy sofisticada, pero en siete segundos puedo vestirme para ir a la guerra".
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