Una revista recoge 22 trabajos cient¨ªficos sobre Aznalc¨®llar

Dos a?os despu¨¦s de la cat¨¢strofe ecol¨®gica de Aznalc¨®llar, "la mejora del entorno ha sido bastante importante a todos los niveles, salvo con las aves", dijo ayer Joan Grimalt, uno de los coordinadores de un volumen especial sobre el vertido que acaba de publicar la revista The Science of the Total Environment.Esta prestigiosa publicaci¨®n edita en su ¨²ltimo n¨²mero un volumen especial, coordinado por Grimalt y Enrique MacPherson, ambos del Consejo Superior de Investigaciones Cient¨ªficas (CSIC), dedicado a los trabajos de investigaci¨®n hechos por los expertos que siguieron el accidente de Aznalc¨®llar y sus consecuencias. En ese monogr¨¢fico, que abarca 230 p¨¢ginas, se incluyen 22 estudios de 99 cient¨ªficos.

Los trabajos, que han sido recopilados durante nueve meses, corresponden a los resultados obtenidos en el primer a?o posterior al accidente, ocurrido a finales de abril de 1998, y describen de forma detallada el suceso, sus primeros efectos y sus implicaciones geomorfol¨®gicas, hidrol¨®gicas y geoqu¨ªmicas.

Adem¨¢s incluye an¨¢lisis de la contaminaci¨®n atmosf¨¦rica generada por el fango depositado y las labores de limpieza, y hace referencia al impacto de los metales en los suelos y aguas del estuario del r¨ªo Guadalquivir, as¨ª como a los an¨¢lisis sobre la ingesti¨®n y primeros efectos de los diferentes contaminantes en plantas y organismos vivos.

Grimalt destac¨® que este volumen, que no incluye otros trabajos sobre este tema que carec¨ªan de rigor cient¨ªfico, "servir¨¢ como referencia para los expertos ante otra cat¨¢strofe similar que ocurra en el mundo".

En opini¨®n de Grimalt, m¨¢s de dos a?os despu¨¦s del vertido t¨®xico "el grado de mejora del entorno ha sido bastante importante a todos los niveles, tanto en suelos y aguas como en flora y fauna, aunque con las aves hay ciertas dudas". En este sentido confes¨® que los ¨²ltimos estudios indican que contin¨²a habiendo altos ¨ªndices de metales en las aves muertas en la zona, aunque no se sabe si esos metales proceden de los suelos que fueron contaminados por la riada t¨®xica.