EE UU autorizar¨¢ la manipulaci¨®n limitada de embriones antes del oto?o
El sector privado experimenta en clonaci¨®n hace tiempo, aunque sin financi¨®n p¨²blica
Estados Unidos se dispone a aprobar antes de que acabe el verano una normativa que autorice experimentos federales sobre manipulaci¨®n -pero no clonaci¨®n-de embriones humanos para crear bancos de c¨¦lulas. Es la misma l¨ªnea de investigaci¨®n por la que apuesta la mayor¨ªa de los pa¨ªses de la UE, m¨¢s restringida que la clonaci¨®n terap¨¦utica aprobada esta semana por el Gobierno brit¨¢nico. Hasta ahora, y a falta de legislaci¨®n, el sector privado norteamericano experimenta de forma sistem¨¢tica con embriones en una acelerada carrera por patentar sus frutos.
Carrera biol¨®gica
La situaci¨®n en Estados Unidos es algo esquizofr¨¦nica. El presidente Bill Clinton prohibi¨® en 1997 el uso de fondos gubernamentales en experimentos sobre clonaci¨®n humana. Pero no existen limitaciones en el sector privado. Las empresas de biotecnolog¨ªa, en particular las dos compa?¨ªas l¨ªder en este campo, Geron y Advanced Cell Technology (ACT), est¨¢n llevando a cabo diversos experimentos de clonaci¨®n y se est¨¢n apropiando las patentes sobre sus futuros usos m¨¦dicos en lo que podr¨ªa convertirse en un mercado de "pieza de recambio" cl¨®nicas, fabricadas a medida del cliente para alargar su esperanza de vida.Por ahora, el Instituto Nacional de la Salud norteamericano (en ingl¨¦s NIH) prohibe la financiaci¨®n p¨²blica de cualquier proyecto sobre c¨¦lulas madre (c¨¦lulas capaces de generar cualquier tipo de tejido desde neuronas, m¨²sculos, hasta intestinos o huesos) derivadas del tejido fetal o embriones humanos. Pero a principios de este a?o, el NIH anunci¨® que iba a presentar antes del oto?o un proyecto de regulaci¨®n m¨¢s flexible que permita la extracci¨®n de estas c¨¦lulas como resultado de abortos o de embriones que han quedado tras procesos de fertilizaci¨®n in vitro. El anuncio del Reino Unido esta semana ha recordado el compromiso en EE UU.
La iniciativa sigue siendo mucho m¨¢s estricta que la enmienda legal aprobada por el Gobierno brit¨¢nico -a¨²n pendiente de aprobaci¨®n por el Parlamento- que permite, bajo estricto control, la manipulaci¨®n, producci¨®n y eliminaci¨®n de embriones humanos para la obtenci¨®n de estas c¨¦lulas madre.
El m¨¦todo es el mismo que se utiliz¨® para crear la oveja Dolly: se crean embriones cl¨®nicos para producir estas c¨¦lulas que, una vez tratadas, servir¨¢n para reparar ¨®rganos da?ados o paliar enfermedades debidas a la falta de ciertos tipos celulares, como el Parkinson. Los organos as¨ª fabricados tendr¨¢n la gran ventaja de garantizar la identidad gen¨¦tica entre el donante y el receptor, eliminando as¨ª el rechazo, el principal escollo asociado a los transplantes. Los embriones que se manipulan en estos experimentos nunca pasan de los 14 d¨ªas, antes de que empiece a desarrollarse el sistema nervioso, momento en que los cient¨ªficos empiezan a considerar el feto como una persona.
El uso de embriones ha despertado un intenso debate en el Congreso estadounidense, donde el tema del aborto es ya uno de los principales motivos de enfrentamientos entre dem¨®cratas y republicanos, m¨¢s a¨²n en plena campa?a electoral. La idea del NIH es desplazar el debate de la esfera estrictamente empresarial a la arena p¨²blica y, de paso, evitar una instant¨¢nea comercializaci¨®n de los resultados. Los congresistas m¨¢s conservadores han amenazado, incluso, con prohibir el uso de fondos privados para estas investigacionesPero de momento el dinero fluye a raudales en el sector de la biotecnolog¨ªa que se dedica a estos costosos y laboriosos proyectos. Dos compa?¨ªas han tomado la delantera. Geron, la empresa m¨¢s importante, adquiri¨® el pasado mayo, con toda discreci¨®n, el laboratorio escoc¨¦s Bio-Med, que gestiona en exclusiva los derechos comerciales del Instituto Roslin de Edimburgo, donde se cre¨® la oveja Dolly. Gracias a su capacidad econ¨®mica, Geron ha podido conseguir muchas de las patentes y licencias sobre el uso de las c¨¦lulas madre.
Por su parte, Advanced Cell Technology (ACT), fundada m¨¢s recientemente por el ex presidente de Geron, Michael West, empresa mucho m¨¢s modesta en talla, ha despertado la pol¨¦mica al mezclar material gen¨¦tico humano con ¨®vulos de vaca (que utiliza como superincubadoras), una t¨¦cnica controvertida que no ha dado resultados concluyentes hasta el momento.
Geron tiene previsto centrarse a¨²n m¨¢s en la producci¨®n de embriones. Sobre todo, desde que la semana pasada la compa?¨ªa anunciara que suspend¨ªa las investigaciones de Bio-Med sobre m¨¦todos que permiten modificar cerdos gen¨¦ticamente para luego destinar sus ¨®rganos a trasplantes humanos, debido al riesgo de transmitir virus mortales desconocidos entre los pacientes.
Pero queda todav¨ªa mucho camino por recorrer antes de crear estos "¨®rganos de recambio". Los cient¨ªficos s¨®lo est¨¢n empezando a manipular las c¨¦lulas madre. Ellos mismos calculan que tardar¨¢n al menos 10 a?os en programarlas para que cumplan funciones espec¨ªficas y puedan ser trasplantadas a los pacientes. Aunque tampoco hay que subestimar la incre¨ªble velocidad que han tomado estos experimentos. Hace tan s¨®lo dos a?os, en 1998, que unos investigadores de la Universidad Winsconsin-Madison aislaron las primeras c¨¦lulas madre humanas.
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