"A los hombres no los tienes nunca"
EP?GRAFE/ 5Sara Van acaba de debutar en la sala Surist¨¢n de Madrid, y los que la han visto y o¨ªdo todav¨ªa no han salido de su asombro. Esta peruana de 22 a?os, que lleg¨® a Madrid hace 10 acompa?ada por su madre y tres hermanos, es un caso ins¨®lito en el mundo de la m¨²sica. Su forma de cantar recuerda a ratos a Chavela Vargas; otros, a Chabuca Granda, y otros, a su adorada Janis Joplin. "Eso es sagrado", dice de la autora de Piece of my heart. "Si no la hubiera o¨ªdo al crecer, mi vida y mi esp¨ªritu hubieran sido mucho m¨¢s pobres". Parece que las discogr¨¢ficas se la rifan y ella asegura que se siente "desbordada" con este ¨¦xito repentino. Reconoce que es un "caos total", y que por eso hace "esas canciones superdram¨¢ticas", cuya letra compone a partir de temas de su familia, de la vida, del desamor, "canciones viejas de llorar". Le gustar¨ªa ser m¨¢s misteriosa. "Seguro que me ir¨ªa mejor con los hombres...".
SARA VAN > CANTANTE
Estamos en la terraza del Caf¨¦ Gij¨®n, son las cuatro de la tarde y ha llegado como un saltimbanqui cargada con una gran bolsa de polipiel m¨¢s grande que ella. Enseguida se ha puesto a cantar una canci¨®n de Janis Joplin, acompa?¨¢ndose a golpecitos de abanico sobre un servilletero.Con tanto poder, que hasta el camarero se ha parado, ha dejado la bandeja en la mesa de al lado y se ha puesto a escuchar (y los camareros del Gij¨®n no son precisamente los m¨¢s escuchadores del mundo). Sara Van (ap¨®cope de su nombre real, "y espantoso": Sara Vanessa) acaba de debutar en la sala Surist¨¢n de Madrid cantando ¨¦sa y otras canciones que compone ella misma, y los que la han visto y o¨ªdo permanecen perplejos y enamorados. Por ejemplo, el promotor y productor Juan Verd¨² o Nacho S¨¢enz de Tejada, director art¨ªstico de Universal Music.
Lo mismo pens¨® Antonio Carmona, que fue el que la descubri¨®, en su casa, una noche que Sara se puso a cantar y dej¨® a la familia y los amigos emocionados.
No se cree hasta que no se la conoce, pero la verdad es que esta peruana de 22 a?os es un caso ins¨®lito.
Su forma de cantar recuerda a ratos a Chavela Vargas; otros, a Chabuca Granda; otros, a Amalia Rodrigues, y otros, a su adorada Joplin ("mi vida ser¨ªa mucho m¨¢s pobre sin ella"). A ratos suena como una gitana vieja, y otros, a una ni?a desamparada... Ella lo niega todo: "Eso que dicen de m¨ª es una barbaridad. Una mentira. ?C¨®mo voy a sonar yo como todas esas fen¨®menas si s¨®lo tengo 22 a?os y acabo de empezar?".
Lleg¨® a Madrid desde Lima a los 12 a?os, hace ahora 10. Vino con su madre y tres hermanos m¨¢s, aunque ella no quer¨ªa porque ten¨ªa un novio en el colegio. "Sab¨ªa que lo iba a perder". Al final se quedaron, porque las aduanas eran entonces un poco m¨¢s permeables, y porque, no se sabe c¨®mo, col¨® la coartada surrealista que le dio su madre al polic¨ªa: "Venimos porque su padre les invit¨® a ver los toros".
El padre, en realidad, se hab¨ªa ido a por tabaco poco tiempo antes. Y dej¨® a Sara destrozada. "?l era el que me grababa las canciones desde peque?a, era mi adoraci¨®n. Luego se march¨® y empez¨® a ser mi fijaci¨®n".
La familia se qued¨® en Madrid, Sara sigui¨® estudiando, viviendo, a?orando, enamor¨¢ndose y fracasando en el amor. Empez¨® Filosof¨ªa y lo dej¨®. Se meti¨® en Filolog¨ªa Hisp¨¢nica, y ah¨ª sigue todav¨ªa, escribiendo canciones extraordinarias y sin importancia a la vez (son cosas del d¨ªa, rutinas antiguas, historias re¨ªdas, o, como ella dice, "las canciones viejas de llorar"), canciones como Guaricha, "para Janis Joplin"; Damita destino; La deuda, "para mi abuelo"; P¨¦rfido, "para un amante"; Lana, "una nana para mam¨¢"; Buena madrecita linda, "para la desolaci¨®n que inund¨® a mi abuela cuando muri¨® mi abuelo", 40 soles, "para mi primo Julito, que trabaja en el circo y no pod¨ªa gastar m¨¢s de esa cifra cuando sal¨ªamos", o 104 C negador, "para otro chico que no tuve y que viv¨ªa en el portal 10, 4? C".
Y a?ade: "A los hombres nunca los tienes".
Pregunta. ?Y de d¨®nde salen esas canciones tan dram¨¢ticas?
Respuesta. De mi familia, de la vida, del desamor... Todo son cosas que viv¨ª. Las compongo, seg¨²n creo, al rev¨¦s. Primero pienso en una persona y saco la melod¨ªa que me inspira. T¨² me inspiras esta musiquilla. Luego se la canto a Javi, que es un amor , y ¨¦l la pone en la guitarra. Despu¨¦s encajo la letra. Escribo desde que era peque?a, pero nunca he usado ning¨²n poema para las canciones. Una cosa es una cosa, y otra, otra. Pero no tiene m¨¦rito, s¨®lo consiste en contar c¨®mo eran esas personas.
P. ?Y c¨®mo lleva esta fama relativa? Parece que las discogr¨¢ficas se la rifan.
R. Me viene todo supergrande, estoy desbordada. Me gustar¨ªa poder dosificar todo lo que me pas¨® el d¨ªa del primer concierto, guardarme las cosas bonitas que me dijo la gente para usarlas cuando est¨¦ deprimida. Creo que s¨®lo me quedar¨¢ el recuerdo, y que cuando est¨¦ mal no podr¨¦ organizar otro concierto para que se me pase.
P. Pues no parece muy depresiva.
R. Oscilo entre el exceso y el defecto. No soy nada ecu¨¢nime, ni organizada. Soy un caos total, y por eso hago esas canciones superdram¨¢ticas. Me gustar¨ªa ser m¨¢s misteriosa, seguro que me ir¨ªa mejor con los hombres... Siempre se me ve el plumero. Tengo amigas que son m¨¢s misteriosas y se guardan cosas, y les va mucho mejor. A m¨ª se me ve todo. Espero que no se me venga en contra m¨ªa. Pero qu¨¦ pereza mentir, ?no? Claro, que guardarse cosas no es mentir...
P. En todo caso, siempre le quedar¨¢ su primo Julito.
R. S¨ª, estaba enamorada rotundamente. Yo le dec¨ªa que no pasaba nada, que ¨¦ramos primos lejanos, pero ¨¦l no quer¨ªa saber nada. ?l, agobiad¨ªsimo, y yo, rabios¨ªsima. Le compuse la canci¨®n y al final no pas¨® nada. Era maravilloso, tiene la misma edad que yo, pero nunca pudo estudiar, se qued¨® hu¨¦rfano a los 15 y se meti¨® a trabajar en el circo para mantener a su familia. De funambulista, de payaso, de todo. Y adem¨¢s, hace talleres con ni?os... Yo quer¨ªa mantenerlo, subvencionarlo, pero ¨¦l no me dejaba.
P. Nos queda Janis Joplin.
R. Eso es sagrado. Si no la hubiera o¨ªdo al crecer, mi vida y mi esp¨ªritu hubieran sido mucho m¨¢s pobres. No se puede decir que tenga un registro de voz fant¨¢stico, pero nunca he o¨ªdo cantar a nadie as¨ª, nunca he visto romper la voz de esa manera...
P. ?Y qu¨¦ otros cantantes le apasionan?
R. Tengo varios grupos fetiche. Otro es Guns & Roses, habr¨ªa vendido mi alma al diablo por ellos. Mi primer tatuaje fue el de Axel Rose, estuve una ¨¦poca completamente alienada con ¨¦l, me fui a Los ?ngeles y me col¨¦ en su casa... Pero tambi¨¦n tuve una ¨¦poca Van Morrison, otra Bob Marley y otra Ella Fitzgerald...
P. Esponja, ?eh?
R. S¨ª, he cantado siempre, pero nunca me plante¨¦ ser cantante. He estado en muchos grupos, pero era una cosa de amigos. Hac¨ªamos versiones, y un d¨ªa se me ocurri¨® que pod¨ªamos hacer nuestras cosas, componer. Pero ahora se me parte el coraz¨®n al pensar que tendr¨¦ que tocar con m¨²sicos profesionales. Yo, hasta ahora, lo ¨²nico que he hecho es estudiar Chomsky.
P. ?Me canta la de su abuelo, por favor?
R. ?La deuda? Claro.
"Hijo cabeca fui nacido / Amor m¨ªo, pasa mucho y no te olvido. / Tiempo y distancia hacen conmigo que de tu recuerdo lleve el pecho henchido. / Gozo transcurre y no es amigo, / pues te pienso triste, en paz y adolorido. / Soy tu cabeca m¨¢s fallido / y con la culpa de mi fallo me castigo (...) Algo de m¨ª se va contigo/, y no te pago, no. / Va a ser poco y yo / quedo a deuda en realidad. (...) Las horas muertas, juntos, / y el sof¨¢. / Y el libro grande sobre el m¨¢s all¨¢. / La carterita para remendar / con tu cuchilla: magia artesanal. / Arroz con palta p¨¢ desayunar/ y las canciones viejas de llorar. La carta que no pude contestar, cari?o. / Quedo a deuda en realidad".
P. ?Y qu¨¦ es cabeca?
R. Cabeca lo dec¨ªa mi abuelo cuando ¨¦ramos ni?os y no quer¨ªamos comer. Empezaba a contarnos la historia de un cabeca que se com¨ªa toda la comida. As¨ª que ¨¦ramos nosotros.
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