Corrida de Cuaresma

Se organiza estas corridas para que los fieles taurinos mediten acerca de lo ef¨ªmero de la gloria frente a la mediocridad reinante.Ayer, no obstante, vimos en el primer toro al Ponce bueno, ese que en casi todas las corridas utiliza el mismo capote, con facilidad y con la interrupci¨®n del paso atr¨¢s. Tiene Ponce su referencia en Luis Miguel Domingu¨ªn, del que es heredero natural. El toro galopaba, le cost¨® templar con la derecha y mejor¨® en naturales que iba ligando sin moverse del sitio. Como Luis Miguel, altanero, un punto distante y fr¨ªo, cultivador de la l¨ªnea recta y capaz de la elegancia pr¨¢ctica, antes que del aut¨¦ntico compromiso de la profundidad. El toro se fue viniendo abajo y la faena fue demasiado larga. Tir¨® a asegurar.

En el cuarto, perdi¨® las referencias o tom¨® las de los d¨ªas de tormenta. Toro alejado por fuera, torero rectificando terrenos, paseos entre series y gran elegancia digna de mejor causa. Al neg¨¢rsele la oreja, se mont¨® el esc¨¢ndalo, agravado por el alguacil que confundi¨® el pa?uelo que ordenaba la salida del siguiente toro con una reconsideraci¨®n presidencial que no se produjo. El segundo fue muy bien banderilleado por Antonio M¨¢rquez y Rafael Talaver¨®n. Curro Cruz le dio un aut¨¦ntico capotazo de oro, recogiendo el toro en los vuelos del capote, mandado desde la cadera. Ruiz Manuel se equivoc¨®: tore¨® a distancia y perdi¨® el barco; cuando quiso arrimarse, ya era agua. El quinto, in¨²til de atr¨¢s, lanzaba los pitones a los cuatro vientos o, bien, se ca¨ªa de culo. Ruiz Manuel no encontr¨® la manera y el toro muri¨® de asco.

Tampoco era ejemplo de poder el primero de Morante, que se defend¨ªa para tapar la falta de fuerzas y al que el torero no vio sino para intentar robarle alg¨²n pase seg¨²n llegaba. En el ¨²ltimo, Morante de la Puebla sali¨® decidido y se equivoc¨®, a pesar de los consejos que, amablemente, le dio Enrique Ponce. Tore¨® con la izquierda sin mandar y, al usar la derecha, el toro lo mand¨® por los aires. Esta contrariedad le vino despu¨¦s de doblar en exceso la figura para llevar el toro alejado, a pesar de que con aspavientos, quer¨ªa indicar lo contrario. No encontr¨® los papeles que hab¨ªa perdido y lo peor es que los busc¨®. Hoy tiene otra oportunidad: es hora de empezar a aprovechar, si no queremos pensar que el bache es m¨¢s profundo de lo que en un principio se cre¨ªa. Los toros de Jos¨¦ Luis Marca bajaron mucho en relaci¨®n a lo que hasta ahora se ha presentado en la feria.