VENECIA ACOGE UNA PEL?CULA SOBRE LA DICTADURA ARGENTINA

Parece una maldici¨®n recurrente, pero lo cierto es que el cine catal¨¢n, acuciado por la necesidad de obtener buenos resultados comerciales, presionado por una administraci¨®n m¨¢s empe?ada en la normalizaci¨®n ling¨¹¨ªstica que en la consolidaci¨®n industrial, sigue produciendo tozudamente pel¨ªculas de autor. Dif¨ªciles, innovadoras, interrogantes. Rodadas tras mil problemas y sobre los m¨¢s variados temas. Tal vez no sea casual que sean justamente dos de esas pel¨ªculas, rara avis a medio camino entre ficci¨®n y documental, el ya estrenado Monos como Becky, de Joaqu¨ªn Jord¨¢, y la in¨¦dita Invocaci¨®n, conmovedor testimonio rodado por un argentino hace a?os radicado en Barcelona, H¨¦ctor Faver, con la colaboraci¨®n del chileno Patricio Guzm¨¢n y el alem¨¢n Fred Keleman, las invitadas por los organizadores del Festival de Venecia, que comienza esta semana, para ser proyectadas en la secci¨®n creada para avizorar los caminos que recorrer¨¢ el cine en el pr¨®ximo siglo.Invocaci¨®n es un proyecto que H¨¦ctor Faver (Buenos Aires, 1960) comenz¨® a fraguar hace a?os. Autor de dos t¨ªtulos inclasificables, aunque con abundante presencia en festivales internacionales (El acto, 1986, y Memoria del agua, 1991), fundador del Centre d'Estudis Cinematogr¨¤fics de Catalunya, una de las escuelas de formaci¨®n m¨¢s activas de Espa?a, y de la productora Grup Cine Art, Faver imagin¨® una historia de ficci¨®n sobre los desaparecidos durante la dictadura argentina y la memoria, o m¨¢s bien desmemoria, que por entonces, hacia 1993, campaba a sus anchas en una sociedad m¨¢s empe?ada en olvidar que en recordar y castigar a los genocidas.

Pero algo se interpuso en el camino. "En julio de 1994", recuerda Faver, "llegu¨¦ en uno de mis habituales viajes a Buenos Aires para preparar la pel¨ªcula, que imaginaba como una coproducci¨®n. Pero dos d¨ªas despu¨¦s, el d¨ªa 18, se produjo el atentado contra la Asociaci¨®n de Mutualistas Israelitas de Argentina (AMIA). Fueron asesinadas all¨ª 86 personas sin que, hasta la fecha, se sepa gran cosa acerca de los autores de una matanza sobre la que, primero Medem, y ahora parece que el presidente De la R¨²a, no han puesto demasiado empe?o en aclarar".

Faver no s¨®lo qued¨® brutalmente sorprendido por el atentado, sino que perdi¨® en ¨¦l a dos amigos, viejos compinches de sus primeros, adolescentes balbuceos cinematogr¨¢ficos. "Pablo y Fabi¨¢n Schalit me hab¨ªan ayudado, cuando s¨®lo ten¨ªamos 13 a?os, a rodar mi primer S¨²per 8, que no s¨¦ d¨®nde fue a parar, curiosamente una peliculita de pocos minutos sobre un rapto y un rescate, toda una premonici¨®n. Fue a ra¨ªz de esta p¨¦rdida por lo que, con Eugenia Kl¨¦ber, mi habitual coguionista, empezamos a pensar que no bastaba con una historia de ficci¨®n para hablar de lo que estaba pasando en la Argentina de entonces. Y as¨ª surgi¨® Invocaci¨®n, confiesa.

Con la fascinante voz de Federico Luppi en off, la presencia amistosa de Juanjo Puigcorb¨¦ y del excelente actor chileno Patricio Contreras, m¨¢s la m¨²sica de Lito Vitale, la pel¨ªcula resulta una mezcla de, por una parte, la reconstrucci¨®n del S¨²per 8 perdido; por otra, un estricto documental que, a partir de testimonios de Madres y Abuelas de Plaza de Mayo, as¨ª como de supervivientes del atentado a la AMIA y fragmentos documentales de la ¨¦poca, aborda el d¨ªa a d¨ªa de quienes han sido golpeados por el fascismo sin rostro y que contin¨²an luchando, con tes¨®n a toda prueba, por el esclarecimiento de la verdad. Igualmente, integra en su trama una historia de ficci¨®n sobre una pareja de enanos que se aman, pierden y reencuentran por las calles de una fantasmal, nocturna Buenos Aires. Este puzzle terminar¨¢ por encontrar su coherencia en un final rotundo y hondamente dram¨¢tico.

Faver, que se confiesa feliz porque la pel¨ªcula se vea en Venecia en una secci¨®n destinada al cine m¨¢s vanguardista, reconoce igualmente que nunca tuvo intenci¨®n de hacer una pel¨ªcula convencional. "Siempre tuvimos claro que no quer¨ªamos hacer una pel¨ªcula apoyada en el lenguaje cinematogr¨¢fico al uso, porque cre¨ªamos que los temas que aqu¨ª se abordan son demasiado serios como para eso. Si de lo que se trata es de contribuir a rescatar la memoria, nos pareci¨® que la gente terminar¨ªa por olvidar una denuncia vista a partir de los mismos mecanismos que se emplean para hacer las pel¨ªculas que ven todos los d¨ªas", afirma Faver.

En el proceso de rodaje, montaje y posproducci¨®n de Invocaci¨®n nadie cobr¨® un duro. "Fue un trabajo solidario, en el que nos apoyaron varias organizaciones de derechos humanos en Argentina: las dos de Madres de Plaza de Mayo, Abuelas de Plaza de Mayo y tambi¨¦n HIJOS, creada por hijos de desaparecidos; la mutua AMIA y Memoria Activa, nacida tras el atentado contra la propia mutua, y el centro Simon Wiesentahl de Buenos Aires. Para ellas ser¨¢n los beneficios que genere la pel¨ªcula", afirma Faver. "Ser¨¢ nuestro granito de arena en la recuperaci¨®n de la memoria, en la denuncia de la barbarie".

Invocaci¨®n tuvo una excelente acogida tras su pase en Buenos Aires entre quienes m¨¢s directamente se involucraron en su gestaci¨®n. Lo ¨²nico por lo que Faver se confiesa dolido es por la actitud de la Generalitat de Catalu?a, cuyo departamento de Cultura deneg¨® al filme la subvenci¨®n que se le hab¨ªa solicitado y que, dado su contenido, tampoco se ha acogido a los beneficios del doblaje al catal¨¢n.