O gringo

Una lista de discos para agosto admite alg¨²n capricho y ¨¦ste es el m¨ªo: O gringo resulta dif¨ªcil de localizar fuera de Francia, aunque aqu¨ª se edit¨® en vinilo all¨¢ por 1980. O gringo legitim¨® el concepto de la producci¨®n itinerante, con el artista buscando lo mejor de cada ciudad: se usaron dos estudios en Nueva York (uno para los temas salseros y otro para el rock), uno en Kingston y otro en R¨ªo de Janeiro. Menci¨®n especial para la confesi¨®n que da t¨ªtulo al disco, la m¨¢s mel¨¢ncolica cr¨®nica del turismo sexual. Cuando uno ya tiene la tentaci¨®n de caricaturizar a Bernard Lavilliers como un duro de telefilme -se sabe que es un ex boxeador con malas pulgas-, repara en dos devastadoras canciones hechas en Par¨ªs, dominadas por los teclados de Fran?ois Breant: en Attention fragile reflexiona tiernamente sobre la mujer que acaba de dejar su cama, mientras Est-ce ainsi que les hommes vivent? es el poema sobre la prostituta Lola que Arag¨®n escribi¨® y L¨¦o Ferr¨¦ music¨®; ambas estrujan el coraz¨®n.