Cipollini ya no es el que era
Fallece un empleado
Mario Cipollini ya no es el mismo. Languidece, se hace viejo. Hay muchos velocistas en el pelot¨®n dispuestos a heredarle, pero nada ser¨¢ igual a aquellos tiempos de tiran¨ªa del italiano. Calcaterra pon¨ªa al pelot¨®n en fila india. Los llevaba a todos exhaustos hasta el ¨²ltimo kil¨®metro. Y all¨ª, zas. Cipollini, con la ayuda de Scirea y de los dem¨¢s, entraba en la meta sin despeinarse. Bueno es ¨¦l. Un esclavo de la imagen. Ahora, con Cipollini en su ocaso y en la carrera que le resulta m¨¢s desagradable, menos apetitosa y que le provoca aut¨¦nticas pesadillas (la Vuelta), los sprints ya no son lo que eran. Incluso dos simples lanzadores pueden poner patas arriba una llegada. D¨®nde se ha visto que los subalternos se rebelen de esta manera. En Valdepe?as.El acercamiento hasta la meta result¨® complejo. Los compa?eros de Cipollini parec¨ªan dispuestos, esta vez s¨ª, a controlar la llegada. Siete 'saecos' en fila, directos hacia las estrechas avenidas de Valdepe?as. Pero, sin darse cuenta, se les fue de las manos. Se vieron relegados a un segundo plano. Ser¨¢ que Calcaterra tambi¨¦n se hace viejo: tiene 35 a?os.
En la fase de los empujones, de los codazos y el choque de manillares ya ni se ve¨ªa a Cipollini. Entonces, se situaron en cabeza dos corredores, italianos por supuesto. Dos lanzadores, que como su propio nombre indica, son profesionales del capote. Que llevan en butaca a su jefe hasta la ¨²ltima recta. Pero se rebelaron.
Tiraron tan fuerte que se quedaron solos. No levantaron el pie, como debieron hacer, sino que apretaron m¨¢s todav¨ªa. Vieron delante su gran oportunidad. La reivindicaci¨®n de los peones en las mism¨ªsimas narices de sus superiores. Eso debieron pensar Magnani (Alessio) y Loda (Fassa Bortolo). Pero el grupo les absorbi¨®. A Loda, para mayor emoci¨®n, en los ¨²ltimos tres metros. No quedaron contentos ni ellos ni sus jefes.
Gan¨® Koerts, que la v¨ªspera termin¨® codo con codo con ?scar Freire -el campe¨®n del mundo asegura que recibi¨® del holand¨¦s un pu?etazo en el ¨²ltimo kil¨®metro- y sigue caliente. ?Y Cipollini? En el puesto 21?. La v¨ªspera, en C¨®rdoba, hab¨ªa achacado su fracaso a una maniobra de otro corredor, que le cerr¨® en el ¨²ltimo kil¨®metro. Ayer, ya abiertamente, a su baja forma. Es posible, por qu¨¦ no, que el italiano gane una etapa -para estrenar su palmar¨¦s en la Vuelta- antes de marcharse a su a?orada Italia. Pero como uno m¨¢s, como uno cualquiera. Cada vez le temen menos. Pese a sus 14 victorias en el Tour y las 30 del Giro.
Hasta Valdepe?as, la etapa m¨¢s larga de esta edici¨®n hab¨ªa transcurrido seg¨²n el gui¨®n de esta Vuelta, con calma. Con calor, mucho calor. Tanto que los jueces permitieron adelantar el horario en el que los directores pueden entregar bebida a los corredores. Nadie quer¨ªa moverse del grupo. En estos casos es preferible el olor a humanidad que se respira en el interior del pelot¨®n que saltar a las primeras de cambio y sentir c¨®mo se le escapan a uno las calor¨ªas en estampida. La mayor preocupaci¨®n consist¨ªa en contar cu¨¢ntos bidones se distribu¨ªan entre los ciclistas.
Durante la prueba, apenas tuvo trascendencia la escapada de Rub¨¦n Oarbeaskoa, un corredor inscrito con los portugueses de La Pecol tan desconocido que en el registro de la organizaci¨®n s¨®lo aparece su nacionalidad (ESP, reza su ficha, nada m¨¢s), el pelot¨®n no perd¨ªa corredores por delante, sino por detr¨¢s. Tres componentes del Relax-Fuenlabrada, con gastroenteritis, se quedaron descolgados. Otros tres bajaron a ayudarles y juntos, los seis, recorrieron una etapa que nunca olvidar¨¢n. Llegaron a 28 minutos del pelot¨®n y se quedaron al borde del fuera de control.
Como no hay mal que por bien no venga, a partir de ahora cualquier escapada de los corredores de Maximino P¨¦rez preocupar¨¢ menos a Z¨¹lle y al Banesto, a quienes mantener el liderato no les est¨¢ suponiendo un mayor esfuerzo. La Vuelta, as¨ª lo parece, tiene pactada una tregua hasta Alicante, hasta el primer puerto de verdad, Xorret de Cat¨ª.
Fuera del ¨¢mbito deportivo, sobre las once de la ma?ana falleci¨® ?ngel Zaragoza, empleado de la organizaci¨®n, cuyo veh¨ªculo se sali¨® de la calzada en el t¨¦rmino cordob¨¦s de Montoro. Fuentes policiales aseguraron que el fallecido formaba parte del dispositivo de limpieza de la carrera, y explicaron que el accidente se produjo cuando el todoterreno que conduc¨ªa, que llevaba un remolque, se sali¨® en una curva y cay¨® por un terrapl¨¦n de unos tres metros de profundidad.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.