Pueblo enfrentado

El t¨®pico dice que en los pueblos peque?os se vive con mayor tranquilidad. Pero siempre hay excepciones, y en esta ocasi¨®n la excepci¨®n se llama L'Albag¨¦s. Este municipio de Les Garrigues, que apenas supera los 500 habitantes, vive desde hace meses en tensi¨®n por culpa de una moci¨®n de censura que ha dividido literalmente el pueblo en dos bandos y que incluso ha provocado el cierre del hogar de jubilados para evitar las discusiones en las que se enzarzaban los abuelos.El origen de toda la pol¨¦mica se remonta a febrero. La alcaldesa Empar Palomar, del PP, fue desbancada del cargo por una moci¨®n de censura en la que Llu¨ªs Gaya, de CiU, consigui¨® la alcald¨ªa con el apoyo de dos concejales populares tr¨¢nsfugas, que posteriormente fueron expulsados del partido. En el transfondo de la moci¨®n estaba la concesi¨®n del bar del casal del pueblo, a la que optaban los dos tr¨¢nsfugas. La ex alcadesa no les permiti¨® que participasen en el concurso por su condici¨®n de concejales.

Desde ese momento los enfrentamientos han sido una constante en todos los plenos municipales, y en cualquier acto p¨²blico ha quedado patente la divisi¨®n vecinal entre los partidarios de la ex alcadesa y los que apoyan al actual equipo de gobierno. En mayo, durante las fiestas del Roser, se vivieron momentos de especial tensi¨®n en las calles de L'Albag¨¦s, con insultos y amenazas incluidos, y en julio el alcalde Llu¨ªs Gaya denunci¨® ante los Mossos d'Esquadra que unos desconocidos le hab¨ªan arrancado 75 olivos de su finca.

El ¨²ltimo cap¨ªtulo del serial se vivi¨® durante la fiesta mayor del pasado fin de semana. Los partidarios de la ex alcaldesa del PP anunciaron que no pagar¨ªan las tasas correspondientes a las fiestas y que no paticipar¨ªan en los actos organizados por el Ayuntamiento. Pero eso no evit¨® las discusiones. El primer d¨ªa de las fiestas el alcalde intent¨® cambiar a ¨²ltima hora la ubicaci¨®n del escenario de un concierto alegando problemas de espacio en el lugar previsto. Lo que, seg¨²n Gaya, era una cuesti¨®n t¨¦cnica, para sus contrarios fue una provocaci¨®n que acab¨® con nuevas peleas e insultos.

En cuanto a la tradicional cena de germanor que sol¨ªa poner el broche final a la fiesta mayor, en el programa de actos de este a?o se convirti¨® en una cena popular al aire libre a la que asistieron unas 250 personas. A s¨®lo unos metros, una treintena de partidarios de la ex alcaldesa se concentraron en un bar cercano en lo que ellos mismos denominaron "un boicoteo pac¨ªfico".

Esta vez la situaci¨®n no fue m¨¢s all¨¢ del intercambio de miradas. Pero los que no les quitaron el ojo de encima en toda la noche fueron las patrullas de los Mossos d'Esquadra, una presencia ya habitual en los ¨²ltimos meses, que una vez m¨¢s se desplazaron al pueblo para evitar enfrentamientos.