CLINT EASTWOOD DESEMBARCA EN EL FESTIVAL DE VENECIA CON SUS 'COWBOYS' DEL ESPACIO
"No pretendo dar lecciones a nadie con mi cine", declara el director, actor y productor norteamericano, de 70 a?os, que hoy inaugura con su ¨²ltima pel¨ªcula la 57? Mostra de Cine y recibe el Le¨®n de Oro al conjunto de su carrera
Parece un tipo normal Clint Eastwood. Alto y de rasgos afilados, vestido con discreci¨®n, el actor-director-productor estadounidense se present¨® ayer en Venecia, donde es la estrella de la 57? Mostra de Cine, que se inaugura hoy con la ¨²ltima pel¨ªcula dirigida y protagonizada por este famoso duro del Oeste, Space cowboys. Eastwood recibe, adem¨¢s, el m¨¢ximo galard¨®n del festival, el Le¨®n de Oro a la carrera, que le ser¨¢ entregado por su compatriota Sharon Stone. A los 70 a?os, y con una filmograf¨ªa repleta de ¨¦xitos comerciales, Eastwood ha llegado a afirmarse como un talento universal del celuloide, incluso en la esquiva Europa. Modesto y nada pretencioso, Eastwood se limita a explicar que en toda su vida no ha hecho m¨¢s que hacer las pel¨ªculas que le apetec¨ªa. Otro tanto ha ocurrido con Space cowboys, una historia de astronautas m¨¢s que maduros en la que algunos cr¨ªticos han querido ver un discurso ejemplar destinado a la juventud. Eastwood lo niega. "No pretendo dar lecciones a los j¨®venes ni a nadie", asegura. "Hago las pel¨ªculas que me divierten. En realidad, las hago para m¨ª".Clint Eastwood se present¨® ayer en el Lido de Venecia flanqueado por una troupe de actores tan maduros como ¨¦l. James Garner, Donald Sutherland, que luce una media melena de guedejas blancas, y, el m¨¢s joven de todos, Tommy Lee Jones. "Es todo un honor ser el m¨¢s joven", dice Jones divertido. Un grupo inusual procediendo de Hollywood, donde, como explica Eastwood, "todo va muy deprisa. Se hace una pel¨ªcula tras otra, filmes para televisi¨®n, sin fijarse siquiera en los personajes". Material de consumo, de usar y tirar. Una industria implacable, adem¨¢s, con todo el que ha superado los 40 a?os. "Se puede seguir haciendo cine a mi edad, pero lo que es m¨¢s dif¨ªcil es hacer papeles de un tipo de 45 a?os; es, adem¨¢s, una pretensi¨®n absurda", dice el actor, nacido en California en 1930. Los dem¨¢s, Garner, Shuterland, Jones, asienten con ¨¦nfasis. "Es rar¨ªsimo que alguien te ofrezca un papel como ¨¦ste en Hollywood", puntualiza James Garner, amigo personal de Eastwood desde los primeros a?os de sus respectivas carreras.
Una generaci¨®n de actores de carne y hueso cuyas vidas dejan poco margen para la manipulaci¨®n publicitaria, gente que ha vivido para su profesi¨®n sin darse importancia, siempre con los pies en el suelo. Es el caso de Clint Eastwood. Una biograf¨ªa, la suya, humana y profesional, densa y trabajada. Por un lado, las complicadas relaciones con el otro sexo que se han saldado con cuatro matrimonios (tres divorcios); por el otro, la forja de un personaje, de un modo de hacer el cine, concibi¨¦ndolo m¨¢s como un trabajo divertido, como una tarea creativa que como un arte.
"La primera vez que pens¨¦ en ser actor de cine estaba en el Ej¨¦rcito, era en 1951. En aquella ¨¦poca no hab¨ªa televisi¨®n y para nosotros, los j¨®venes de aquella ¨¦poca, el cine lo era todo, era el ¨²nico entretenimiento", cuenta Clint Eastwood. Y el chico californiano prob¨® suerte y triunf¨®. Primero en Europa, donde su intervenci¨®n en la pel¨ªcula de Sergio Leone Por un pu?ado de d¨®lares le hizo inmediatamente famoso; despu¨¦s, en los Estados Unidos. En 45 a?os de profesi¨®n, Eastwood ha interpretado 54 papeles. Su compa?¨ªa de producci¨®n, la Malpaso, fundada en 1971, le ha brindado despu¨¦s la oportunidad de adentrarse en el camino de la direcci¨®n y la producci¨®n, pero sin dejar de actuar. Con un balance desigual en el que se incluyen, sin embargo, t¨ªtulos de enorme peso: desde Harry el Sucio a La fuga de Alcatraz o Sin perd¨®n, pasando por ¨¦xitos de taquilla como Los puentes de Madison.
Es in¨²til preguntarle por el trasfondo moral de sus pel¨ªculas. "No me planteo objetivos. Cuando me gusta un material, me pongo en marcha. Hago las historias que me divierten. Hago las pel¨ªculas para m¨ª", insiste. Y la ¨²ltima, Space cowboys, no es una excepci¨®n. Hay tipos buenos, buen¨ªsimos, en ella. Tipos sacrificados, solidarios, capaces de compartir el destino tr¨¢gico de un compa?ero. Pero esto, asegura el actor, forma parte del divertimento de la interpretaci¨®n. "En el caso de Space cowboys, encontr¨¦ un material que me gust¨®, y me ha divertido hacerla. No he pensado en que sea una pel¨ªcula edificante y ejemplar para los j¨®venes, no pretendo dar lecciones", dice.
La historia, en la que intervienen, junto a Eastwood, Donald Sutherland, Tommy Lee Jones y James Garner, es una simple historia de aventura humana y espacial en la que la diferencia esencial con otras pel¨ªculas del g¨¦nero est¨¢ en la edad de los astronautas: casi todos en torno a los 70 a?os. ?Es un homenaje al astronauta John Glenn, que regres¨® al espacio precisamente a esa edad, con el prop¨®sito no confesado de dar un poco de moral a sus coet¨¢neos? "No", niega con argumentos convincentes Eastwood, "la pel¨ªcula ya estaba en preparaci¨®n cuando Glenn fue al espacio. Sin embargo, tengo que reconocer que Space cowboys puede entenderse como un homenaje a los astronautas pioneros, a los primeros que en los a?os cincuenta hicieron las pruebas necesarias para preparar el terreno a los astronautas posteriores".
Tommy Lee Jones interviene un momento: "En plena era tecnol¨®gica, la pel¨ªcula pone de relieve, adem¨¢s, la importancia del talento humano. Al final, Clint tiene que intentar el aterrizaje de la lanzadera sin ordenador". Innecesario decir que lo consigue. En esta ocasi¨®n, el recurso a la violencia es m¨ªnimo, aunque asoman en el gui¨®n retazos de la guerra fr¨ªa, sin demasiado ¨¦nfasis. "La verdad es que la pel¨ªcula era un reto por la necesidad de recurrir a los efectos especiales. Por fortuna he tenido tiempo suficiente para hacerla y hemos contado con la ayuda t¨¦cnica de varios astronautas muy competentes".
Cuando mira hacia atr¨¢s en su larga carrera, Clint Eastwood reconoce que ha hecho muchos filmes violentos: "Era la clase de cine que hab¨ªa en mi ¨¦poca. Pel¨ªculas como Scarface. Vi¨¦ndolo con perspectiva, quiz¨¢ ahora no har¨ªa algunas de las cintas que he rodado. Pero tambi¨¦n es verdad que he pretendido desmitificar la cultura de las bandas de g¨¢nsteres, de los pistoleros y demostrar su debilidad". Donald Sutherland, el m¨¢s ¨¢cido de todos, se niega a aceptar que la violencia cinematogr¨¢fica genere violencia en la vida real. "En Jap¨®n, en Canad¨¢, en el Reino Unido, en Alemania y en Estados Unidos se ven las mismas pel¨ªculas. Y, sin embargo, la cifra de muertos por bandas de delincuentes en Jap¨®n es de cuatro o cinco personas; en Alemania, poco m¨¢s de un centenar; en el Reino Unido, una veintena; en Canad¨¢, unos 500, y en Estados Unidos, cerca de 100.000. ?C¨®mo se pueden explicar por la violencia en el cine?".
Despu¨¦s de recoger hoy en Venecia su Le¨®n de Oro, Eastwood viaja a Deauville, en la costa oeste francesa, donde ser¨¢ homenajeado tambi¨¦n. ?Estamos ante una inminente jubilaci¨®n del actor-director? "Bueno, a Deauville voy porque es un festival tan antiguo como Venecia, no s¨¦ si tanto, pero es muy bonito y se dedica al cine en ingl¨¦s, as¨ª es que me apetec¨ªa ir. En cuanto a jubilarme, es una idea. Me lo planteo de vez en cuando, lo malo es que llevo diez a?os pensando en ello".
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