Y crecer
Cre¨ªa que en esta sociedad lo que estaba condenado a crecer o a morir era la econom¨ªa, pero veo que igual le ocurre a muchas otras cosas. O es que, a lo mejor, todo es econom¨ªa, que tambi¨¦n se ha dicho. Desde luego todo est¨¢ contagiado de principios econ¨®micos y probablemente por eso casi todo tiende a crecer porque s¨ª, sin necesidad de hacerlo cuesti¨®n de vida o muerte. Sevilla, por ejemplo, tiene tambi¨¦n esa tendencia, desparram¨¢ndose sin orden ni concierto, inexorablemente, y algunos de sus grandes proyectos realizados se pueden quedar peque?os en un suspiro, ya sea en tama?o, en ambici¨®n, en gastos o en todo al mismo tiempo.Me imagino que es un fen¨®meno que se calcula con precisi¨®n desde el principio, pero quienes no estamos preparados para seguir los intrincados saberes econ¨®micos, que somos muchos, nos llevamos sorpresas morrocotudas con tantas necesidades y nos bailan los n¨²meros. As¨ª nos ha ocurrido con el aeropuerto que, pasada la Expo, cre¨ªamos sobrado y ahora resulta que necesita inversiones de miles de millones.
Claro que es dif¨ªcil estar al tanto de la velocidad innovadora y no nos damos cuenta de que las necesidades aumentan tan deprisa como los adelantos t¨¦cnicos, pero tambi¨¦n es verdad que a veces crecemos, o intentamos crecer por donde no nos corresponde, desnivelando el equilibrio de la realidad, tal como nos ha ocurrido con el Estadio Ol¨ªmpico. So?ar con las olimpiadas est¨¢ resultando tan quim¨¦rico como doblegar la voluntad de los partidos de f¨²tbol.
Lo ¨²nico que se conserva siempre de su mismo tama?o original son los naranjos. M¨¢s de una vez he criticado la proliferaci¨®n de esos ¨¢rboles que, por muy arom¨¢ticos que sean, no considero pr¨¢ctico que se extiendan por la ciudad escatimando la sombra que tanto necesitamos, pero admito que tambi¨¦n es de admirar su rebeld¨ªa durante a?os a las leyes del pragmatismo y del mercado. Ahora, aun permaneciendo fiel a su propia realidad f¨ªsica y conservando su utilidad sensual y po¨¦tica, han penetrado en la modernidad productiva incrementando su producci¨®n de naranjas agrias que podemos aprovechar para obtener energ¨ªa alternativa. Es toda una lecci¨®n de humildad.
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