La tierra que sue?a otra vez con el tren

A veces un desastre lleva a otro. Y fue el desastre de la guerra de Marruecos en 1921 lo que propici¨® que en 1923 el jerezano Miguel Primo de Rivera (1870-1930) diese un golpe de Estado y se hiciese con el poder en Espa?a.Bajo su mandato, el dictador inici¨® una carrera, hasta entonces inimaginable, para dotar a Espa?a de infraestructuras. Se construyeron miles de kil¨®metros de carreteras y cientos de puentes. Tambi¨¦n v¨ªas de ferrocarril, algunas de las cuales, como la que deb¨ªa unir a Jerez de la Frontera con Almargen, en M¨¢laga, de 120 kil¨®metros de recorrido, jam¨¢s llegaron a inaugurarse.

De aquel sue?o megal¨®mano del dictador, encaminado a romper el aislamiento de la comarca y a darle salida a sus productos agr¨ªcolas y ganaderos (cereales, aceitunas, aceite, chacinas, etc.), quedan hoy s¨®lo re cuerdos. Bueno, y muchas huellas. Que, eso s¨ª, ?son importantes! M¨¢s de 35 kil¨®metros de desmontes y terraplenes para allanar desniveles, 5 estaciones situadas en Puerto Serrano, Coripe, Zaframag¨®n, Navalagrulla y Olvera, 26 t¨²neles, y media docena de viaductos, algunos con m¨¢s de dos centenares de metros de longitud, dan fe de lo fara¨®nico del proyecto; aunque hoy lo que cuenta, a decir de los habitantes de la zona, es que los restos de aquellos trabajos ingentes, en los que, en su mejor ¨¦poca (1927-1928), estuvieron empleados m¨¢s de un millar de obreros, han sobrevivido al fracaso.

El Consorcio V¨ªa Verde, con sede en Coripe, que aglutina a media docena de pueblos de la comarca, se ha propuesto la tarea de recuperar este patrimonio para el turismo de ocio y ecol¨®gico. En un ambicioso programa, a desarrollar en tres a?os, van a invertirse cerca de 700 millones de pesetas, que permitir¨¢n a sus promotores crear una red comarcal de senderos y de alojamientos rurales. Y, para hacer m¨¢s c¨®moda la traves¨ªa por los t¨²neles y viaductos, -aunque hoy ya son todos transitables-, el Consorcio los dotar¨¢ de luz y de agua. "Esto facilitar¨¢ a quienes recorran esta v¨ªa a pie, en bicicleta, en burro o a caballo, realizar un viaje m¨¢s c¨®modo. Nuestro deseo es que en estas excursiones participen las familias al completo y para eso hay que facilitarles las cosas", explica Jos¨¦ Mar¨ªa Soria, gerente del Consorcio V¨ªa Verde. Asimismo, se est¨¢ promoviendo, mediante el acondicionamiento de casas rurales, una red de albergues y restaurantes en todos los pueblos del entorno; por otra parte, ya existen varias ¨¢reas de acampada y de ocio.

La naturaleza, generosa en estas sierras de L¨ªjar, de Montellano, de Pozo Amargo, de las Harinas, de la Nava, de la Vaquera... le ofrece al viajero frondosos paisajes de robles, encinas y algarrobos. Tambi¨¦n abunda el monte bajo, la jara y los arbustos; los olivares se desparraman por las colinas, los salientes rocosos se descuelgan sobre los cauces del r¨ªo Guadalete del Gaudalporc¨²n. El viajero se sorprender¨¢ con parajes de gran belleza como el del Pe?¨®n de Zaframag¨®n, donde habita la mayor colonia de buitres leonados de Andaluc¨ªa, adem¨¢s de otras especies rapaces como el halc¨®n peregrino o el ¨¢guila perdiguera.

Plantas como el tomillo, la zarzamora, el romero o el hinojo visten estas laderas, entre las cuales serpentea la V¨ªa Verde que une Puerto Serrano con Olvera. En medio, Coripe desde donde puede iniciarse el recorrido hacia la derecha (10 km.) o hacia la izquierda (25 km.)

Como si se tratara de una espina dorsal revivida, que penetra y atraviesa las sierras del Sur de Sevilla y las del Norte de C¨¢diz, el sue?o del general Primo de Rivera est¨¢ cobrando vida de nuevo. No va a servir este sue?o de ferrocarril, jam¨¢s realizado, para transportar grano ni animales, no. Pero, a cambio, los visitantes que lleguen hasta estos parajes tendr¨¢n la ocasi¨®n de gozar de un espacio ecol¨®gico, casi virgen, pr¨®ximo, y equidistante, casi por igual, de la costa de M¨¢laga y C¨¢diz, o de las campi?as cordobesa y sevillana.

Adem¨¢s, manjares como la chacina, el aceite virgen, la esparrag¨¢ de tagarninas, los guisos de carne de caza y el hornazo dulce, a base de almendras, est¨¢n, dicen los lugare?os, para chuparse los dedos.