B¨¢rbara JOS? MAR?A MENDILUCE

Suele decirse de Barbara Hendrix que es cantante de ¨®pera, o soprano, lo cual, aun siendo cierto, reduce su personalidad, porque Barbara es muchas m¨¢s cosas. Hace alg¨²n tiempo, cuando yo la conoc¨ªa apenas, lleg¨® a Sarajevo en un avi¨®n del puente a¨¦reo que durante a?os fue el fr¨¢gil cord¨®n umbilical que permit¨ªa sobrevivir a la ciudad cercada y m¨¢rtir. Barbara formaba parte de un tipo de ayuda diferente a la humanitaria, pero casi tan imprescindible para mantener la vida: contribu¨ªa a preservar el alma de la ciudad. Barbara fue a cantar entre las ruinas; Mozart sobre los escombros provocados por el odio fan¨¢tico que quer¨ªa borrar la memoria de una ciudad de convivencia y cultivada en la diversidad.Lleg¨® con amplia sonrisa, sin miedo, habituada a viajar por causas no estrictamente musicales a lugares donde la vida vale tan poco para los sembradores de muerte, pero llevando con ella su voz de tantos registros y su calor humano. Su chaleco antibalas y un casco le daban una apariencia singular. La trasladamos a un blindado y fuimos a la ciudad.

En su destruida Biblioteca, que fue objetivo militar prioritario para los asesinos, pues conten¨ªa la historia jud¨ªa, musulmana, ortodoxa y cat¨®lica que tanto detestaban los de la pureza ¨¦tnica, Barbara cant¨®. Los ojos de dolor de aquella ni?a amputada y hu¨¦rfana, llevada casi contra su voluntad por su abuela al concierto, se hicieron grandes, y una sonrisa, que empez¨® t¨ªmida, llen¨® su cara. Misi¨®n cumplida. Muchas l¨¢grimas de emoci¨®n se derramaron, en aquella fiesta de la sensibilidad frente a las bombas. Llen¨® todas las ruinas de belleza.

Ahora, que le han otorgado el Pr¨ªncipe de Asturias y que se empiezan a cerrar algunas de las cicatrices entonces tan sangrantes, me viene a la memoria aquel concierto, que nos hizo m¨¢s amigos y para siempre. Su negra voz ilumin¨® desde aquel d¨ªa muchas vidas.

Jos¨¦ Mar¨ªa Mendiluce es eurodiputado y escritor.