Mart¨ªn Antequera al natural

La novillada result¨® dolorosa, lo cual no fue ¨®bice para que se vieran algunas cosas interesantes. Uno destacar¨ªa entre ellas el toreo de Mart¨ªn Antequera, sobre todo al natural, que no es f¨¢cil de ver por estos pagos y a¨²n menos por los otros.Claro que en estas cuestiones del toreo hay que fijarse. Por la plaza, de cuando en cuando, se o¨ªan voces significativas de que los aficionados y el p¨²blico en general no lo estaban pasando bien. "?Qu¨¦ tarde nos estais dando!", por ejemplo. O "?La culpa es de la impresa!".

Los aficionados, sin embargo, van con lupa (para eso se inventaron las lupas), la ponen delante del ojo y por fas o por nefas siempre descubren algo. En esta ocasi¨®n se pudo descubrir, por fas, que Mart¨ªn Antequera ligaba los pases y ejecutaba el natural de acuerdo con las reglas del arte.

Nada maravilloso ni del otro mundo por supuesto, entre otras cosas porque los novillos, faltos de codicia, iban para deslucidos. Mas s¨ª importante en estos momentos de la fiesta en los que ligar y seguir las reglas del arte no se lleva, apenas ning¨²n torero lo intenta, las figuras menos que nadie.

Las inciales tandas de redondos que ejecut¨® Mart¨ªn Antequera en su primera faena las dio ligadas. Los naturales que sac¨® al cuarto novillo, tardo y deslucido, ajustados al canon; de manera que adelantaba la pa?osa, tiraba de la embestida, embarcaba templado, vaciaba en el punto donde conviene para continuar la tanda.

D¨ªcese ahora "detr¨¢s de la cadera" y, efectivamente, por ah¨ª le va. Ahora bien, ese no es un fin sino un medio; el pase se dibuja all¨¢ donde se liga el pase siguiente con ganancia de terreno (un paso es lo que se gana) y, obviamente, este empalme o cambio de agujas ocurre detr¨¢s de la cadera.

Tambi¨¦n se dice "t¨®cale" y "p¨®nsela". Es jerga novedosa, tra¨ªda por un pelot¨®n de banderilleros largones que no es muy seguro sepan lo que est¨¢n diciendo. Gritan "t¨®cale" y deber¨ªan precisar qu¨¦, pues si es lo del d¨ªa de la boda, que vayan a tocarselo al toro ellos, ?no te digo lo que hay?

Esta jerga vac¨ªa de l¨®gica ha trascendido al p¨²blico y hay quien la repite. As¨ª, citaba Tom¨¢s L¨®pez y uno del tendido le gritaba "?Toca!"; embarcaba un natural Gea y otro le ¨¢puntaba: "?Puesta!". Qu¨¦ cosas. Y a¨²n entraban en honduras peligrosas pues ligaba los pases Mart¨ªn Antequera y le exig¨ªan: "?Dale sitio!".

Sospecha uno (desde la verdad de la lupa) que semejantes proposiciones venidas de la labia de los banderilleros malos no son del todo inocentes, ya que convienen a los trucos usuales del peor toreo. Y el "t¨®cale" significa en el fondo meter pico, el "dale sitio" perder pasos al rematar el pase (o salir corriendo) con lo cual se da por inexistente la ligaz¨®n, que es la emoci¨®n del toreo hondo.

Militantes de semejante vaciedad parec¨ªan ser Curro Gea y Tom¨¢s Lopez, aunque no es seguro. Ambos trastearon deslucidos y lo m¨¢s probable es que fuera fruto de la inexperiencia. Se les vio verdes y no es problema: ya madurar¨¢n. El tiempo y la voluntad, que ambos demostraron, trae el oficio.

Tom¨¢s L¨®pez es zurdo, luego mataba con la izquierda. No pasa nada. Se puede matar igual con la izquierda que con la derecha. Sin embargo desde el tendido se perd¨ªan las referencias. De manera que se perfilaba en la suerte natural y era la contraria.

Asimismo se demostr¨® que ser zurdo no mejora el toreo al natural, que es de izquierdas. El toreo al natural es parar, templar y mandar, sin alivio de espada. Y eso lo hizo Mart¨ªn Antequera que no es zurdo, ya ves.