La batalla por la presidencia, al fondo

Dentro de dos a?os, despu¨¦s de los comicios para renovar el actual Parlamento, Francia vivir¨¢ unas nuevas elecciones presidenciales. Ser¨¢n las primeras con un mandato de cinco a?os, en vez del actual de siete, instaurado en 1875. Pero antes, el 24 de septiembre, el recorte de dos a?os en el mandato del jefe del Estado tiene que ser aprobado en refer¨¦ndum."No me imaginaba que uno de mis compromisos durante la campa?a de 1995", dijo Jospin, "se ver¨ªa materializado tan pronto. La verdad es que es una satisfacci¨®n personal", a?adi¨® el primer ministro, "porque no he cambiado de convicci¨®n".

La pulla dirigida al presidente Jacques Chirac, partidario de la presidencia de siete a?os hasta que, hace unos pocos meses, comprendi¨® que eso pod¨ªa facilitar su derrota, es evidente.

Pero Jospin tambi¨¦n se siente ahora inc¨®modo con el refer¨¦ndum. Los dos grandes rivales de 2002, Chirac y Jospin, est¨¢n de acuerdo, y la opini¨®n p¨²blica -s¨®lo un 25% dice estar dispuesta a ir a votar- no ve el motivo por el que la convocan para refrendar algo que ya cuenta con su visto bueno y con el de los candidatos con m¨¢s posibilidades.

El l¨ªder socialista quer¨ªa que la reforma hubiese sido m¨¢s amplia: en el fondo, acabar con esa excepci¨®n francesa de contar con un Ejecutivo bic¨¦falo; pero Chirac, que tem¨ªa y teme por la suya, puso el veto.

"A quienes se lamentan porque tienen sed de cambios institucionales les digo que tengan un poco de paciencia, pues obtendr¨¢n el quinquenio hoy y las reformas ma?ana", dijo el primer ministro.

Jospin, a pesar de que se declar¨® dispuesto a participar en un gran mitin el 19 de septiembre a favor del s¨ª, dio la sensaci¨®n de no querer comprometerse a fondo con la desaparici¨®n "de un arca¨ªsmo" como el septenio, calificado as¨ª porque es excepcional "confiar tanto poder durante tanto tiempo a una misma persona". El fantasma de una abstenci¨®n masiva empuja a dejar la responsabilidad en manos del voluble Chirac.

Las relaciones entre los dos hombres, la cohabitaci¨®n entre primer ministro socialista y presidente conservador, se ha ido tensando, y Jospin ya anticip¨® a partir de cu¨¢ndo iba a empezar a hacer p¨²blicas sus discrepancias y las razones de las mismas. Europa es el caballo de batalla. Si Hubert V¨¦drine, el titular de Exteriores, se queja de que respecto a las reformas de la Uni¨®n Europea (UE) "nada se mueve", Jospin espera que acabe la presidencia francesa en la UE "para dar mi visi¨®n de la construcci¨®n europea".

"Prefiero un fracaso en Niza que un acuerdo a la baja", asegura Jospin. Y Chirac parece "aceptar demasiado a menudo que los debates de la UE se hagan a partir de aplicar un modelo directamente inspirado en la experiencia nacional", ya sea ¨¦sta "el federalismo alem¨¢n, ya sea el Estado unitario franc¨¦s".