Una oportunidad para todos
La pr¨®xima cita de los socialistas valencianos en su IX Congreso representa inexcusablemente un momento hist¨®rico para el presente y futuro no s¨®lo del PSPV como fuerza pol¨ªtica, si no frente a la sociedad valenciana e incluso de cara a las restantes fuerzas pol¨ªticas progresistas. Ya que del buen hacer y capacidad de los socialistas en resolver adecuadamente su ya end¨¦mica crisis depende ni m¨¢s ni menos que el restablecimiento de las normas esenciales del juego democr¨¢tico, sentando las bases para configurar una alternativa s¨®lida, viable y progresista frente a la impunidad con que act¨²an las fuerzas de la derecha conservadora visualizadas en el Partido Popular, debido entre otras causas a la falta o carencia de referentes pol¨ªticos en la izquierda democr¨¢tica.El envite no es sencillo, aun cuando el resultado final del Congreso Federal del PSOE ha trazado unas l¨ªneas maestras que en ning¨²n caso deben ser obviadas por los congresistas del PSPV.
Urge pues recomponer de manera inmediata el instrumento partidista, ya que ¨¦ste resulta indispensable para introducir dosis de estabilidad en el sistema democr¨¢tico y de partidos, contribuyendo adem¨¢s a redefinir el espacio pol¨ªtico reubicando a cada uno en su lugar, procurando identificar interna y externamente los intereses y postulados que defienden y representan los socialistas, no es posible seguir asistiendo por m¨¢s tiempo a esa gran estratagema que el Partido Popular califica de eje Aznar-Blair, gran farsa donde las haya, ya que lo que pueden ser causales concurrencias puntuales distantes en el tiempo, nada tienen que ver con el socialismo moderno que con bases ideol¨®gicas representan Blair, Schr?der, Jospin y en nuestro pa¨ªs Rodr¨ªguez Zapatero. Para que el PSPV inicie ese camino de forma correcta, necesita cuando menos tres elementos fundamentales a saber un nuevo proyecto, una nueva organizaci¨®n y un nuevo liderazgo.
El proyecto o programa a concretar debe partir en cualquier caso de dos hechos absolutamente incuestionables la globalizaci¨®n y las nuevas tecnolog¨ªas, ya que las oportunidades que ofrecen ambas cuestiones son enormes, pero tal y como acertadamente se?ala Oskar Lafontaine dicho escenario requiere la reivindicaci¨®n de la pol¨ªtica como instrumento esencial en el reparto de dichas oportunidades, no dejando al mercado como ¨²nico elemento distribuidor de las mismas sino como una parte m¨¢s y siempre y en cualquier caso sometido a los intereses de la mayor¨ªa social que debe ser la gran beneficiaria de las nuevas oportunidades, y ello solo es posible desde las opciones socialdem¨®cratas. Debe pues postularse sin complejos el valor de la pol¨ªtica, profundizando por tanto en los valores del socialismo democr¨¢tico, como primer valedor de las libertades p¨²blicas y de los derechos fundamentales de las personas, los que cabr¨ªa denominar derechos b¨¢sicos de una sociedad equitativa y avanzada, constituy¨¦ndose por tanto en el eje fundamental del progreso social y de una adecuada redistribuci¨®n de los excedentes generados por el mercado. Siendo absolutamente necesario que, con antelaci¨®n al ejercicio de esa funci¨®n moderadora y redistribuidora, se establezcan los mecanismos t¨¦cnicos oportunos, para evitar que el supuesto mercado libre y competitivo no acabe convirtiendo en un oligopolio que impida proyectar a la sociedad las oportunidades y beneficios que se generen.
Pero para poder avanzar en dicha direcci¨®n es necesario que se produzca el reencuentro entre los socialistas y la sociedad espa?ola y valenciana, cicatrizando la ruptura existente. Resulta vital abrir y ventilar la organizaci¨®n con mayores dosis de democracia interna, nuevos modelos organizativos que determinen nuevas f¨®rmulas en la toma de decisiones colectivas, superaci¨®n y creaci¨®n de nuevos cauces de participaci¨®n, huyendo y repudiando los viejos esquemas ultraburocr¨¢ticos, y por consiguiente teniendo la dosis de coraje suficiente que produzca la tan ansiada innovaci¨®n. Esta tarea ardua y compleja solo es factible desde la serenidad, la generosidad, el consenso y la paz interna, pero una paz basada en principios s¨®lidos, ese escenario pac¨ªfico y razonable ser¨ªa lo que algunos socialistas denominan con acierto el cambio compartido.
Dice el diccionario que compartir es formar parte, por lo que nadie puede quedar excluido en la labor de construcci¨®n del nuevo proyecto socialista, pero si caben exigir dos claros compromisos: lealtad con el proyecto y generosidad. De nada sirven los viejos esquemas de funcionamiento basados en el reparto de cuotas para conformar direcciones que al final resultan indefectiblemente fr¨¢giles e inoperantes. En este momento procede sin dudas conformar primero un proyecto desde el que sumar voluntades, no s¨®lo internas sino que goce de la credibilidad de la sociedad en su conjunto, es decir un proyecto compartido que en ning¨²n caso puede ser cerrado ni excluyente porque en caso contrario jam¨¢s resultar¨ªa un proyecto ganador.
No se puede olvidar un factor esencial que es el de las personas que deban llevar adelante el reto apuntado, y para ello se debe partir no solo del tan manejado relevo generacional, se debe ser m¨¢s exigente reivindicando que sean los mejores para el momento que nos ocupa, y ser¨¢n los mejores los que mayor nivel de consenso y apoyo obtengan de los delegados al Congreso, pero debe exigirse a los delegados socialistas altas dosis de responsabilidad en sus labores congresuales y en su privilegiada condici¨®n de electores, porque la sociedad valenciana en su conjunto, y enormes sectores progresistas de la misma, ven en este proceso una aut¨¦ntica oportunidad para que todos podamos compartir un cambio tranquilo en la Comunidad Valenciana y ello de la mano del PSPV en su cualidad de cauce v¨¢lido y eficaz de sus leg¨ªtimas aspiraciones. Es muy probable que si se dan dichas circunstancias el pr¨®ximo c¨®nclave socialista tenga ¨¦xito, y los sectores progresistas de la sociedad retomen la ilusi¨®n por participar, ya que pueden ver que el partido socialista se constituye en un veh¨ªculo ¨®ptimo para encauzar sus demandas. En definitiva, sirva para la resoluci¨®n de los problemas que aquejan y afectan a la mayor¨ªa de los ciudadanos.
Francisco Serrano, es abogado y militante del PSPV-PSOE.
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