La ideolog¨ªa del fuego

El n¨²mero de hect¨¢reas arrasadas por el fuego en este verano es el doble del a?o pasado, pero en la Generalitat todo el mundo se llama a andana y echa mano del cartab¨®n y la escuadra para compararse con los socialistas, tan pir¨®manos ellos que dejaron los montes de la Comunidad Valenciana cubiertos de ceniza. Una manera como otra cualquiera de intentar quitarse de encima las brasas que ahora abrasan la demagogia con que incendiaron las voluntades de unos ciudadanos bastante quemados sin necesidad de que nadie les acercara una tea all¨¢ por el verano del 94. Hace seis a?os ard¨ªan los montes de Galicia, de Catalu?a y de la Comunidad Valenciana ayudados por los criminales del bosque, la sequ¨ªa y el poniente. Hoy, con m¨¢s de lo mismo, Castilla-Le¨®n, Andaluc¨ªa, Extremadura, Arag¨®n, Canarias y la Marina Alta se consumen sin que el fuego distinga siglas ni ideolog¨ªas gobernantes. Como antes, como siempre. Por eso resultan tan risibles las justificaciones de los populares, enfrentados a su propio espejo. Arde la Granadella, en X¨¤bia, y s¨®lo se les ocurre tirar de cent¨ªmetros cuadrados para concluir que m¨¢s se perdi¨® en Cuba por culpa de los socialistas, un decir. Al final todo lo reducen al sistema m¨¦trico decimal, como si la belleza cupiera en un cuadrat¨ªn. ?Cu¨¢l es el valor de la Granadella para estos bur¨®cratas que circunstancialmente ocupan un cargo p¨²blico? No demasiado por cuanto las hect¨¢reas arrasadas no han sido excesivas. Pero habr¨¢ que esperar sesenta a?os para que un paraje ¨²nico recupere la hermosura que ten¨ªa. ?Y eso c¨®mo se mide?, ?en metros? ?en y t¨² m¨¢s? Qu¨¦ miseria conceptual, qu¨¦ reduccionismo mental, qu¨¦ estupidez. El fuego no tiene en cuenta ni siglas partidistas, ni ideolog¨ªa. Afecta a todos por igual y abrasa la demagogia con la misma rapidez que los pinos. Del desastre ecol¨®gico de este verano, algunos deber¨ªan extraer conclusiones y reflexionar para no seguir en la senda de la cretinez.