La OPEP decide el futuro econ¨®mico

Crisis en todos los flancos

Los miembros de la Organizaci¨®n de Pa¨ªses Exportadores de Petr¨®leo (OPEP) dif¨ªcilmente hubiesen podido imaginar que hoy tendr¨ªan tantos invitados al 40 cumplea?os del cartel. Desafortunadamente, los analistas de mercado y los periodistas de todo el mundo que pululan por los grandes hoteles de Viena y la sede de la organizaci¨®n junto al canal del Danubio, no est¨¢n en la capital austriaca para festejarlo. Todos est¨¢n all¨ª para saber si la OPEP va a subir su producci¨®n de crudo lo suficiente como para frenar la escalada del precio del crudo y aliviar con ello las tensiones inflacionistas en los pa¨ªses industrializados. La especulaci¨®n aumenta y los rumores se superponen. Se apuesta por un alza de entre medio mill¨®n y 700.0000 barriles diarios. En cualquier caso, el mercado no espera que la decisi¨®n que tome la OPEP reduzca significativamente los precios. Un moderado aumento de la extracci¨®n puede incluso empeorar las cosas y elevar m¨¢s lo precios, como sucedi¨® tras la cumbre de junio pasado. De todos modos, los analistas prev¨¦n que la OPEP se tomar¨¢ hoy y ma?ana para decidir.

Producci¨®n limitada

El ambiente previo a esta tercera cumbre en lo que va de a?o es mucho m¨¢s espeso que en las anteriores, las del 27 de marzo y 21 de junio. La situaci¨®n es m¨¢s grave y m¨¢s complicada. En v¨ªsperas de los anteriores encuentros no pesaba sobre la OPEP la crisis que estas dos ¨²ltimas semanas ha sacudido a Francia debido a las protestas de los pescadores, taxistas y agricultores y camioneros por la escalada de los precios de los carburantes. Estas demostraciones amenazan con extenderse a Espa?a y toda Europa.

El precio del barril (158,9 litros) de crudo brent de referencia para Europa ha superado los 34 d¨®lares. Este precio es el m¨¢s alto desde el 1 de octubre de 1990, cuando, a dos meses de iniciada la guerra del Golfo en 1990, lleg¨® a 36,27.Las diferencias internas entre los miembros del cartel son ahora m¨¢s visibles que hace dos meses. Detr¨¢s del discurso de consenso que la OPEP se resiste a abandonar hay una mara?a de intereses, broncas y lealtades hist¨®ricas y un af¨¢n de protagonismo cada vez m¨¢s dif¨ªcil de ocultar. Arabia Saud¨ª y sus socios del golfo P¨¦rsico (Emiratos ?rabes Unidos, Qatar y Kuwait) est¨¢n a favor de aumentar la producci¨®n para satisfacer el reclamo de los pa¨ªses industrializados, en especial de EE UU, su aliado pol¨ªtico y militar. Sin embargo, la presi¨®n saud¨ª apenas ha conseguido un aumento de 2,4 millones de barriles en lo que va de a?o. Cifra que ha sido insuficiente para frenar los precios. La raz¨®n de ello ha sido en parte por la oposici¨®n de un grupo fuerte de sus socios, pero tambi¨¦n porque la lealtad saud¨ª es con EE UU, pero no con su presidente, Clinton. No es un secreto que Arabia Saud¨ª respalda al candidato republicano, George Bush, actual gobernador del Estado petrolero de Tejas e hijo del presidente que salv¨® a los kuwait¨ªes y saud¨ªes de los invasores iraqu¨ªes en 1991. Si los saud¨ªes logran un fuerte aumento de la producci¨®n de la OPEP, la ca¨ªda de los precios favorecer¨ªa al candidato dem¨®crata, Al Gore, en las elecciones de noviembre pr¨®ximo. Por contra, si el descontento social en EE UU por los altos precios de las gasolinas persiste, el favorecido es Bush.

Ir¨¢n, Irak, Libia, Argelia y Venezuela son reacios a ceder a la presi¨®n estadounidense. A principios de a?o se negaban debido a que tem¨ªan que el precio se desplomara y porque no ten¨ªan la suficiente capacidad para subir m¨¢s su producci¨®n. Ahora tambi¨¦n se oponen para mostrar al mundo que la OPEP es fuerte y no cede a las presiones. Aqu¨ª la figura del presidente venezolano, Hugo Ch¨¢vez, ha sido clave en la consolidaci¨®n de este cartel dentro del cartel que ha mantenido los precios al alza, justo cuando se prepara para ser el anfitri¨®n de la II Cumbre de Jefes de Estado de la OPEP, a celebrar a finales de este mes en Caracas..

Ch¨¢vez y su ministro de Energ¨ªa, Al¨ª Rodr¨ªguez, dieron un paso fundamental para reconstruir la fortaleza de la OPEP durante una reuni¨®n cara a cara con los saud¨ªes, que se celebr¨® en Madrid el 17 de diciembre de 1998. En la residencia del embajador mexicano en la capital espa?ola, Rodr¨ªguez (que asumir¨ªa el cargo dos meses despu¨¦s) acompa?¨® a su antecesor Erwin Arrieta al encuentro con Al¨ª al Naimi, ministro del Petr¨®leo saud¨ª. Rodr¨ªguez y Al Naimi trazaron la pol¨ªtica petrolera con la que la OPEP logr¨® que el precio del crudo se triplicara en un a?o. Ahora, con un precio que, sin duda, super¨® sus expectativas, los intereses particulares de ambos pa¨ªses han vuelto a enfrentarlos.

Pese a todo, los 11 miembros del cartel tienen en com¨²n algo lo suficientemente fuerte para mantenerse unidos. Todos viven de las exportaciones de petr¨®leo. Ninguno de ellos ha aprovechado los enormes ingresos que han estado embolsando desde los setenta para convertirse en un pa¨ªs desarrollado. Incluso ahora, en plena bonanza, los pa¨ªses de la OPEP utilizan los recursos que la venta del crudo les genera para pagar deudas. Entre los 11 acumulan una deuda externa de 360.000 millones de d¨®lares (68,5 billones de pesetas, cerca de las tres cuartas partes del PIB espa?ol), equivalentes a un 40% del PIB conjunto. La cifra no incluye los billones que Irak debe pagar en compensaci¨®n por la ocupaci¨®n de Kuwait entre 1990 y 1991. Seg¨²n los analistas, la OPEP no puede pretender vivir de las rentas petroleras hoy como en los setenta porque, aunque ellos no han cambiado, el mundo, s¨ª.

La estructura econ¨®mica, pol¨ªtica y social de los pa¨ªses de la OPEP requiere un precio del barril por encima de los 20 d¨®lares para mantenerse. Durante 1998, cuando el precio lleg¨® a caer por debajo de los 10 d¨®lares, tuvieron serios problemas presupuestarios. Dejaron de invertir en la industria petrolera y se vieron forzados a cerrar los pozos m¨¢s caros de explotar. Hoy esas bombas har¨ªan falta para proporcionar el mill¨®n y medio que, seg¨²n el mercado, el mundo necesita ante la creciente demanda. Reabrir un pozo es muy caro y los miembros de la OPEP no est¨¢n, de momento, por la labor de gastar sus recursos en ello. El ¨²nico miembro en condiciones de ofrecer m¨¢s crudo al mercado es Arabia Saud¨ª.El grupo de la OPEP contrario a un alza de la producci¨®n insiste en que no hay escasez de crudo en el mercado y que la escalada del precio se debe en buena parte a la acci¨®n de especuladores. Fuentes del sector petrolero admiten que hay un movimiento especulativo, pero que ¨¦ste es s¨®lo una parte del problema. Las fuentes han confirmado que todo el mundo en el negocio sabe que hay tres intermediarios en Londres que especulan con el precio del crudo d¨ªa a d¨ªa. Este movimiento infla unos tres d¨®lares el coste del crudo que las petroleras compran. Las mismas fuentes a?aden que el Gobierno brit¨¢nico no hace nada contra estos intermediarios porque cuanto m¨¢s alto es el precio, m¨¢s gana con la tasa que aplica sobre el crudo del mar del Norte, el brent.