El Colegio de Abogados de Arkansas quiere expulsar a Clinton por perjurio
Guiado, seg¨²n confiesa, por sentimientos de "penitencia" y "redenci¨®n" y buscando un hueco en los libros de historia, Bill Clinton est¨¢ protagonizando la fase final de una de las presidencias m¨¢s activas en la historia de Estados Unidos. Pero una sombra ominosa pesa sobre los cuatro meses que le quedan en la Casa Blanca: la posibilidad de que sea expulsado del Colegio de Abogados de su Estado natal de Arkansas por perjurio en el caso Lewinsky. Eso le impedir¨ªa ejercer su profesi¨®n en todo Estados Unidos.Clinton, seg¨²n inform¨® ayer The New York Times, est¨¢ "angustiado" ante la perspectiva de que esa expulsi¨®n manche el ¨²ltimo tramo de su estancia en la Casa Blanca con "un estigma vitalicio y un veredicto definitivo ante la historia". Ser¨ªa la primera vez que un presidente en ejercicio sufre ese deshonor. Richard Nixon estuvo a punto, pero dimiti¨® de la presidencia por el caso Watergate y acto seguido renunci¨® a su licencia californiana para ejercer la abogac¨ªa.
El pasado 22 de mayo, la directiva del Colegio de Abogados de Arkansas recomend¨® que la licencia de abogado de Clinton sea anulada. La vista oral sobre la expulsi¨®n se celebrar¨¢ en las pr¨®ximas semanas en Little Rock y ser¨¢ televisada en directo. Clinton est¨¢ batallando legalmente para retrasar el procedimiento hasta que, el pr¨®ximo 20 de enero, le pase el testigo presidencial a Al Gore o George Bush.
La expulsi¨®n ser¨ªa un castigo a Clinton por haber mentido respecto a sus relaciones con Monica Lewinsky, en la c¨¦lebre declaraci¨®n jurada de enero de 1998 ante Susan Webber Wright, la juez de Arkansas que se ocupaba del caso Paula Jones. La juez Wright ya conden¨® al presidente a una multa de 90.000 d¨®lares (m¨¢s de 17 millones de pesetas) por desacato a la justicia y remiti¨® el asunto al Colegio de Abogados de Arkansas.
Este episodio del caso Lewinsky es independiente de la creaci¨®n de un nuevo gran jurado en Washington para investigar otra vez si el presidente cometi¨® delitos de perjurio y obstrucci¨®n a la justicia. Ese gran jurado fue puesto en pie en julio por Robert Ray, sucesor de Kenneth Starr como fiscal independiente, y no entrar¨¢ plenamente en funciones hasta que Clinton deje la Casa Blanca.
En 1999, el Senado absolvi¨® a Clinton en el juicio para su destituci¨®n que hab¨ªa sido impulsado por la mayor¨ªa republicana de la C¨¢mara de Representantes. Pero aquella absoluci¨®n s¨®lo le autoriz¨® a terminar su segundo mandato, no cerr¨® las puertas a otras posibles acciones, como la iniciada por los letrados de Arkansas. En sus ¨²ltimos meses en la Casa Blanca, Clinton est¨¢ haciendo jornadas laborales de hasta 18 horas. Quiere hacer algo que pase a la posteridad. En la escena internacional sue?a con apadrinar un acuerdo final de paz en Oriente Pr¨®ximo entre palestinos e israel¨ªes, pero tambi¨¦n quiere consolidar la situaci¨®n en Irlanda del Norte y convertirse en el primer presidente de Estados Unidos que viaja a Vietnam.
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