Viaje al infierno
Compa?¨ªa Nacional de DanzaV¨ªctimas y verdugos. Violencia y tormento. El espectador viaja hasta el infierno de un campo de concentraci¨®n sentado en su butaca del Teatro Real. ?sta es la propuesta de la Compa?¨ªa Nacional de Danza (CND) para la apertura de la temporada 2000-2001 en el coliseo madrile?o. Lamento, una de las creaciones m¨¢s comprometidas de Nacho Duato, reivindica un cara a cara con el Holocausto. Pero quiz¨¢ pretende ir m¨¢s all¨¢. Es un t¨² a t¨² con las intransigencias en las que todos nos consumimos a diario; tambi¨¦n aqu¨ª, en esta Espa?a nuestra. Una coreograf¨ªa vigente, sobre todo hoy d¨ªa, tan necesitados como estamos de reflexi¨®n, tan acostumbrados como andamos a poner en duda la barbarie de los nazis, las caravanas de la muerte, la persecuci¨®n al diferente y tantas y tantas miserias.La Tercera sinfon¨ªa de G¨®recki arropa esta obra basada en la muerte de una criatura, el dolor de unos padres y la esquizofrenia de un grupo de condenados en un ambiente de desolaci¨®n y penuria. Hay compromiso social, y el compromiso ennoblece al arte. Lamento es un gran ballet.
Raptus: Duato / Wagner
Without words: Duato / Schubert. Lamento: Duato / Gor¨¦cki (estreno en Espa?a por la CND). Orquesta Sinf¨®nica de Madrid. Director: Pedro Alcalde. Teatro Real, 13 de septiembre.
Es dif¨ªcil plantear el drama en un escenario desde el equilibrio. Sin excesos. Sin recursos f¨¢ciles. ?Qu¨¦ pueden contar unos bailarines sobre el Holocausto? Dif¨ªcil papeleta. Edificar un mundo de sentimientos tan primarios y, a la vez, tan complejos con el lenguaje silencioso del cuerpo resulta infinitamente m¨¢s complicado que encadenar una serie de pasos. Pero ¨¦ste es el mayor acierto de la coreograf¨ªa: su intensidad emocional. Duato ha planteado en esta creaci¨®n (estrenada por el Nederlands Dans Theater II en 1990) un tejido dram¨¢tico de una fuerza avasalladora. La violencia nace en el propio movimiento. Once bailarines, once condenados, logran transmitir al espectador dolor f¨ªsico y psicol¨®gico. Once propuestas de sufrimiento (la m¨¢s cre¨ªble y emotiva, la de Rafael Rivero en el papel del ni?o). Eso es el drama: un escalofr¨ªo de asco unas veces (las letrinas de Spielberg en La lista de Schindler) y una mueca de risa otras (la ternura de Benigni en La vida es bella). Toda esta variedad en torno a la opresi¨®n queda plasmada en la coreograf¨ªa.
Lamento confirma la sensibilidad de Duato para tratar los ballets con argumento social; basta recordar su inolvidable Rassemblement, toda una reivindicaci¨®n de los derechos humanos.
Raptus, basado en las canciones Wesendonk-Lieder, de Wagner, evoca un mundo de pasiones incontroladas. Un paso a dos final, intenso, misterioso, protagonizado por Duato y Emmanuelle Broncin, ofrece el mejor momento de este confuso ballet. El director de la CND eligi¨® esta creaci¨®n para su despedida en 1996. Hoy, a sus 43 a?os, vuelve con ¨¦l al Real. "Me aburro mirando", afirmaba ayer en estas mismas p¨¢ginas. Bien, resulta comprensible, pero el responsable de una compa?¨ªa necesita distancia del escenario. Su presencia activa limita casi siempre las posibilidades del grupo. ?Imaginan al entrenador del Real Madrid de delantero centro? Impensable.
En Without words, con m¨²sica de Schubert, s¨®lo encontramos est¨¦tica en la composici¨®n y plasticidad en el dibujo de l¨ªneas. Una coreograf¨ªa plana. El Duato de Lamento (1990) es un creador m¨¢s moderno en el fondo y en la forma que el Duato de Without (1998). Y m¨¢s vigente. Esto da qu¨¦ pensar.
La Orquesta Sinf¨®nica de Madrid, dirigida por Pedro Alcalde, engrandeci¨® un espect¨¢culo donde Nacho Duato firmaba, una vez m¨¢s, las tres coreograf¨ªas del programa. ?l y s¨®lo ¨¦l. La direcci¨®n art¨ªstica del Teatro Real deber¨ªa apostar por la variedad.
Babelia
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