Ojeras y malas pulgas por el reloj
El rendimiento de los atletas puede verse afectado si no se logra una buena adaptaci¨®n a la diferencia horaria con Australia
Problemas con el term¨®metro
Todos los deportistas europeos que llegan a Sydney estos d¨ªas lo hacen con una cara horrorosa. Sus ojeras, la hinchaz¨®n, el aire de malas pulgas y los pelos revueltos no s¨®lo obedecen a la inevitable paliza de pasarse casi 24 horas en el estrecho asiento de la clase econ¨®mica de un avi¨®n. Su malestar general tambi¨¦n responde a la brusca alteraci¨®n de su ritmo circadiano, el reloj biol¨®gico que regula las fases de sue?o y vigilia cada 24 horas, adem¨¢s de otras funciones fisiol¨®gicas, debida al enorme cambio horario logrado a toda velocidad, a los 1.000 kil¨®metros por hora de un avi¨®n supers¨®nico: cuando aterrizan los espa?oles en el aeropuerto de Sydney lo hacen a las seis de la ma?ana hora australiana, pero su cuerpo a¨²n est¨¢ instalado en las rutinas que le deben preocupar nueve horas antes, esto es, a las siete de la tarde hora europea. La necesaria adaptaci¨®n del reloj biol¨®gico de cada deportista al reloj horario de Australia es uno de los mayores desaf¨ªos y problemas que deben resolverse antes del comienzo de los Juegos.Se quejaban entrenadores y atletas de la premura con la que la federaci¨®n espa?ola los hab¨ªa embarcado camino de las ant¨ªpodas. "Vamos a llegar a Australia con dos semanas de antelaci¨®n y nos va a dar tiempo a aburrirnos de lo lindo, a sentirnos agobiados y a aumentar nuestra presi¨®n competitiva antes de tiempo", comentaban. "La federaci¨®n se ha pasado". En efecto, el equipo espa?ol de atletismo lleg¨® a Adelaida el pasado s¨¢bado y sus competiciones no empiezan hasta el viernes 22. Parece excesivo. Pero no.
La federaci¨®n se bas¨® para su decisi¨®n en los pocos estudios que hay publicados sobre cronobiolog¨ªa del rendimiento: todos coinciden en que como t¨¦rmino medio se necesita un d¨ªa de adaptaci¨®n por cada hora de diferencia entre el origen y el destino. Con Sydney la diferencia actual es de nueve horas, con lo que el m¨ªnimo necesario deber¨ªa ser de nueve d¨ªas. Sin embargo, un par de factores agravan la situaci¨®n. Uno es que con Sydney, adem¨¢s de cambio de latitud se produce un cambio de longitud, es decir se cambia desde el hemisferio norte al sur; y el otro es que el cambio se produce hacia el Este, lo que obliga al organismo a adelantar su reloj para adaptarse, tarea que, curiosamente es m¨¢s trabajosa que el retrasarlo, lo que se debe hacer cuando se viaja hacia el Oeste, hacia Am¨¦rica: hay estudios al respecto que reflejan que algunos individuos, inconscientemente, prefieren retrasar su reloj biol¨®gico 15 horas en lugar de adelantarlo nueve.
Casimiro Javierre, fisi¨®logo de la Universidad de Barcelona, es uno de los grandes expertos espa?oles en cronobiolog¨ªa, aunque sus estudios se centran m¨¢s en las consecuencias del cambio horario dentro del mismo meridiano, como el que sufre, por ejemplo, un equipo de f¨²tbol acostumbrado a jugar sus partidos por la tarde que de repente se ve obligado a jugar al mediod¨ªa. "La federaci¨®n ha actuado convenientemente", dice Javierre. "Aunque no sabemos c¨®mo pueden afectar exactamente al rendimiento, el cambio horario produce grandes alteraciones en el organismo. El individuo s¨®lo es consciente de la dificultad de adaptar su sue?o al nuevo horario, pero tambi¨¦n hay alteraciones en la temperatura corporal, que es m¨¢s baja por la ma?ana y tiende a subir a lo largo del d¨ªa, como bien saben los padres que tienen a un ni?o con fiebre por la noche y ven que por la ma?ana ha bajado y lo env¨ªan a la guarder¨ªa s¨®lo para ver como al mediod¨ªa les llaman avisando de que la fiebre ha vuelto a subir. Y se calcula que la temperatura recupera su ritmo normal en el caso de un viaje a Sydney desde Espa?a en 10 d¨ªas. Tambi¨¦n se dan cambios hormonales y modificaciones del comportamiento, adem¨¢s de cefaleas, n¨¢useas y otros tipos de trastornos". El cuerpo est¨¢ fatigado y, sin embargo, le cuesta conciliar el sue?o, se pierde el apetito, aumenta la irritabilidad, la mente est¨¢ despistada y desorientada...Las maneras de luchar contra los perjuicios son muchas y ninguna parece milagrosa. Por ejemplo, es famosa en la comunidad cient¨ªfica la forma de enfrentarse al problema de la selecci¨®n keniana de cross en un Mundial celebrado en Australia: los seleccionados llegaron la v¨ªspera de la carrera y al d¨ªa siguiente coparon los cinco primeros puestos. Claro que eran los grandes favoritos. "En el rendimiento, que es plurifactorial, es decir, que una buena o mala marca se debe a muchas causas, tambi¨¦n influye la motivaci¨®n: cuanto mayor es, m¨¢s f¨¢cil es adaptarse al cambio. Lo mejor que se puede hacer", dice Javierre, "es intentar adaptarse cuanto antes y si se llega por la ma?ana se debe hacer al salir del aeropuerto lo que la rutina har¨ªa si se estuviera en Espa?a, y si toca entrenarse, pues a entrenarse, aunque el cuerpo pida cama".
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