Bernarda de Utrera presentar¨¢ en el Hotel Triana el flamenco que une a su pueblo con el de Lebrija
Fernando Pe?a, El Pinini, lleg¨® a Utrera en 1870, cuando todav¨ªa era un ni?o. El simple traslado de una familia de Lebrija a Utrera ha unido a estos dos pueblos a trav¨¦s del flamenco. La voz de Pinini, abuelo de las famosas Bernarda y Fernanda de Utrera, ser¨¢ esta noche un eco en la mente de todos los que subir¨¢n al escenario del Hotel Triana. Una gran familia de Utrera y Lebrija es el t¨ªtulo del segundo de los espect¨¢culos de la Bienal de Flamenco de Sevilla dedicado a los Territorios. Bernarda de Utrera, de 73 a?os, tendr¨¢ que cantar sin su hermana, que est¨¢ enferma. Su prima Pepa de Benito y sus sobrinos Miguel Funi y Mercedes Pe?a representar¨¢n tambi¨¦n a esta amplia dinast¨ªa.
Bernarda Jim¨¦nez Pe?a (Utrera, 1927) lleg¨® ayer a la sede de la Bienal de Flamenco en la sevillana Casa de la Moneda para hablar de la velada que esta noche protagonizar¨¢n m¨¢s de una veintena de artitas de su familia y en la que mostrar¨¢n c¨®mo se entiende el flamenco en Utrera y en Lebrija, dos pueblos que su familia ha unido a trav¨¦s del cante."Dios m¨ªo de mi arma, ?Qu¨¦ voy a decir yo si la que habla siempre es mi hermana!", espet¨® mientras se sentaba. Pero los reparos dieron paso a una concatenaci¨®n de an¨¦cdotas que esta se?ora del cante, con su retrato de Lola Flores colgado al cuello a modo de medalla, despleg¨® como el que abre un abanico.
"Yo no quiero ni arrimarme a los cantes de mi hermana, porque me da mucha pena. Es muy dif¨ªcil cantar como ella por sole¨¢. Yo s¨®lo soy una aprendiza a su lado", asegur¨® Bernarda, quien, en opini¨®n del director de la Bienal, Manuel Herrera, "ha marcado un hito en la historia del cante gitano".
"Nunca nos hemos separado, desde chiquititas que ¨ªbamos juntas al colegio. Por eso ahora, como cuando fuimos a Francia, salgo al escenario y me jarto de llorar", asegura Bernarda, quien a pesar de sus a?os despliega vitalidad y encanto. "Fernanda tiene la voz m¨¢s flamenca que yo. Yo soy m¨¢s elegante", afirma la cantaora que compartir¨¢ escenario con su prima Pepa de Benito y sus sobrinos Miguel Funi y Merceditas Pe?a, entre otros.
La cantaora, que ha pasado toda su vida en los escenarios, se muestra pesimista respecto al futuro del flamenco. "He visto ya tanto arte, que lo que veo ahora no me gusta nada. Carmen Amaya, Pastora Imperio, mi Lola Flores s¨ª que eran artistas. Los de ahora, que me perdonen, pero no valen n¨¢", dice la cantaora. "Ya lo dijo Farruco, que el flamenco se lo est¨¢n cargando con tanta flauta y tanto piano", a?ade.
Fernanda y Bernarda de Utrera, representantes de la pureza del cante gitano, se han movido por todo el mundo sin perder la ingenuidad y el apego a su tierra.
"Cuando fuimos a Nueva York, en 1964, y estuvimos en el pabell¨®n espa?ol de la feria internacional, a mi madre le tuvimos que decir que est¨¢bamos m¨¢s all¨¢ de Madrid. Mi madre era m¨² antigua y no le gustaban esas cosas de los areoplanos. Cuando sal¨ªamos a cantar ella cre¨ªa que est¨¢bamos en la Feria de Sevilla. Como yo soy de muy poco comer y na m¨¢s que me gustan los huevo fritos, cuando nos fuimos a Manhattan quer¨ªa que mi hermana se llevara una botellita de aceite y un canastito de huevos, ?No se te vaya a morir de hambre!, le dec¨ªa".
La cantaora, dispuesta a recordar an¨¦cdotas de toda su familia, reconoci¨® que a¨²n quedan artistas v¨¢lidos en el flamenco como Miguel Funi, "que canta pa morir o mi sobrina In¨¦s Pe?a".
Junto a los cantaores, miembros de la misma familia que Jos¨¦ Pe?a, El Lebrijano, o Dorantes, estar¨¢ tambi¨¦n la bailaora Concha Vargas (Lebrija, 1956). La artista, que ha sido pareja de baile de El G¨¹ito, sintetiza el baile acad¨¦mico y lo racial.
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