El M¨¢laga apabulla al Madrid
El equipo de Del Bosque reacciona en el ¨²ltimo cuarto de hora, tras el cambio de Guti por Makelele
El Madrid se present¨® en M¨¢laga con un aire de suficiencia que no cuadra con sus enormes vac¨ªos. Sin un perfil definido, los madridistas se aventuraron en un campo infestado. El M¨¢laga lo presion¨®, le quit¨® la pelota, y lo fusil¨® como quiso, llev¨¢ndolo contra su ¨¢rea durante casi todo el partido. Casi todo. Porque en estado de necesidad aflor¨® el instinto de supervivencia de un grupo de jugadores especialmente dotados para resolver en dos patadas cualquier enredo. Ra¨²l es uno de estos espec¨ªmenes. El delantero termin¨® el partido exhausto, despu¨¦s de 90 minutos de rebeli¨®n contra el marcador y un partido que vino mal dado. Meti¨® el primer gol, fall¨® tres ocasiones claras y fall¨® un penalti en el pen¨²ltimo minuto. Ra¨²l se perdi¨® el gol del desempate y abri¨® el debate sobre su aptitud t¨¦cnica para tirar los penaltis. Su lanzamiento, al palo izquierdo, fue a las manos de Contreras y el M¨¢laga salv¨® el empate en un partido que empez¨® dominando y que termin¨® en tiroteo generalizado.El Madrid salt¨® a La Rosaleda en estado catat¨®nico. Incapaz de conservar el bal¨®n en su poder, sin un medio campo inoperante de hacer la transici¨®n con fluidez, sin desmarque y con una sonada incapacidad defensiva. No fue el d¨ªa de los centrales blancos. Helguera, Campo o Karanka. Todos con el culo contra la l¨ªnea de gol y lentos para anticiparse, permitieron que los rechaces terminaran siempre en poder del M¨¢laga, que remat¨® a discreci¨®n desde corta y media distancia. Provocaba hilaridad la extra?a mec¨¢nica de la l¨ªnea de cuatro madridista, una defensa que el a?o pasado funcion¨® mejor con cinco hombres. Con espacios por delante, se abri¨® la veda para Agostinho, Sandro, Silva y Movilla, que cargaron con facilidad. A Casillas le llovieron bombas.
M?LAGA 3 REAL MADRID 3
M¨¢laga: Contreras; Rojas, Larrainzar, Bravo, Valcarce; Rufete (Ruano, m. 54), Movilla, De Los Santos, Agostinho; Dely Vald¨¦s y Dar¨ªo Silva (Basti, m. 22, Sandro, m. 75).Real Madrid: Casillas; Salgado (McMananan, m. 69), Helguera, Campo (Karanka, m. 50), R. Carlos; Makelele (Guti, m. 50), Celades; Figo, Ra¨²l, Savio; y Munitis. Goles: 0-1. M. 26. Ra¨²l remata de cabeza un centro de Figo. 1-1. M. 34. Dely Vald¨¦s desv¨ªa un disparo de Movilla y sorprende a Casillas. 2-1. M. 48. Agostinho dispara desde fuera del ¨¢rea. 3-1. M. 53. Movilla remata tres veces y marca en el ¨²ltimo intento. 3-2. M. 56. Celades mete la puntilla a pase de Munitis. 3-3. M. 80. Guti cabecea en el segundo palo un lanzamiento de falta de Figo. ?rbitro: Fern¨¢ndez Mar¨ªn. Amonest¨® a amarilla a Movilla, Helguera y Celades. Lleno total en La Rosaleda, con unos 40.000 aficionados.
El Madrid se llev¨® a M¨¢laga todas sus carencias y a juzgar por lo que se vio en los primeros minutos, Joaqu¨ªn Peir¨® puso a trabajar a su equipo para hurgar en la herida. Estaban avisados los laterales para anular a las alas: Rojas y Valcarce se pegaron a Savio y a Figo, y no los dejaron girarse. Estaban avisados los centrales: Larrainzar y Bravo hicieron sudar a Munits, que de espaldas y como ¨²nico punta, no pudo hacer un solo control sin que le mordieran los tobillos. Los pivotes tambi¨¦n se sab¨ªan el plan: De los Santos y Movilla se dedicaron a cerrarle las v¨ªas de escape a Celades -de Makelele se olvidaron, y el franc¨¦s, metido atr¨¢s y sin saber reaccionar, prob¨® que ten¨ªan raz¨®n-. El M¨¢laga presion¨® al Madrid mientras tuvo esp¨ªritu, y el Madrid se paraliz¨® hasta presentar un aspecto lamentable. ?Y Ra¨²l? ?D¨®nde andaba Ra¨²l?
En medio del traj¨ªn, Ra¨²l tocaba y se mov¨ªa. Era el ¨²nico que parec¨ªa ejecutar este gesto elemental. El ¨²nico delantero en su equipo con el oficio suficiente para jugar de espaldas a la porter¨ªa en un momento en el que todos los atacantes del Madrid recib¨ªan de espaldas sin saber qu¨¦ hacer, o no recib¨ªan nada. Como Figo, que se paseaba pidiendo un bal¨®n al pie. Hasta que a Celades le dieron un resuello y abri¨® a la derecha.
Fue la ¨²nica jugada que enlaz¨® el Madrid en toda la primera parte. La ¨²nica pelota que lleg¨® al pie de Figo cuando estaba perfilado para encarar la banda. Fueron diez segundos y Figo se march¨® de su marcador y meti¨® el centro. ?Y d¨®nde andaba Ra¨²l? En zona de nadie, sin ser percibido por los centrales, apareci¨® casi a gatas y meti¨® la cabeza para desviar la bola a la red y meter el primer gol del partido.
Fue un espejismo. Tras el golpe, el M¨¢laga se termin¨® por imponer. Con dos goles encima, Del Bosque movi¨® el banquillo. Su opci¨®n salvadora, como de costumbre: Guti por un medio centro. Guti por Makelele. Un media punta por un jugador de corte defensivo que ayer fue incapaz -otra vez, despu¨¦s de Lisboa- de interpretar la ventaja t¨¢ctica que le confirieron De los Santos y Movilla. Makelele no pudo desahogar la salida del bal¨®n, y Guti, con su ida y vuelta permanente, tocando y tocando, le dio vida al equipo. Y hasta marc¨® el tercer gol, en medio del fragor de los ¨²ltimos minutos.
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