"Ahora que disfruto el triunfo no quiero olvidar mis primeros pasos"

Con deseo de producir

"Uno siempre va con la esperanza de lograr alg¨²n premio, pero quiz¨¢ por querer cubrirme las espaldas, prefer¨ªa pensar que no me lo iban a dar. Lo cierto es que estar nominado era de por s¨ª una alegr¨ªa". Con este talante afront¨® el joven bermeano de 31 a?os Rafa Sardina Irakulis la entrega de los premios Grammy en su primera edici¨®n de los Grammy Latinos, celebrados la madrugada del pasado mi¨¦rcoles. Eran dos nominaciones al mejor ingeniero de sonido en los apartados de mejor ¨¢lbum del a?o y mejor disco pop del a?o que finalmente se convirtieron en sendas estatuillas. Sardina lograba ambos galardones por su trabajo en el ¨²ltimo disco del cantante mexicano Luis Miguel, Amarte es un placer. Un reconocimiento internacional que hace tan solo cinco a?os nadie o casi nadie hubiera imaginado.

Rafa iba para m¨¦dico. Unas notas excelentes y el hecho de haber superado con ¨¦xito el tercer curso de la carrera as¨ª lo indicaba. Pero algo le hizo cambiar. Con tan solo 21 a?os decidi¨® dar un rumbo de 180?, abandonar la medicina e irse a Estados Unidos para hacer un curso relacionado con el mundo del sonido. Una decisi¨®n arriesgada que la familia tard¨® en asimilar. Su padre siempre se ha arrepentido de haberle regalado una guitarra el¨¦ctrica cuando estudiaba 3? de BUP.

Tras ese primer contacto con el lado t¨¦cnico del sonido, Sardina volvi¨® a Euskadi donde pudo poner en pr¨¢ctica sus conocimientos. "Ahora que estoy disfrutando del triunfo", aseguraba Rafa tras ser premiado, "no me quiero olvidar de mis primeros pasos. Comenc¨¦ haciendo directos con Oskorri y trabajando con Karlos Zubiaga de Mocedades. Ah¨ª es donde realmente comenc¨¦ mi carrera y donde me di cuenta de que eso era lo que realmente quer¨ªa hacer." Mas tarde regres¨® a Estados Unidos y acab¨® los estudios de ingenier¨ªa de sonido.

El hecho de lograr ser el n¨²mero uno de su promoci¨®n le vali¨® una beca en los prestigiosos estudios Ocean Way de Los Angeles. Una primera aproximaci¨®n al panorama profesional que dur¨® un a?o, y que le sirvi¨® para relacionarse con artistas que en un futuro ser¨ªan clientes suyos, como es el caso de Luis Miguel.

Pero su esperanza de poder conseguir trabajo cerca de casa le hizo trasladarse a Madrid. Un periplo de dos a?os en el que comprob¨® lo dif¨ªcil del panorama a pesar de estar, seguramente, mejor preparado que el resto. Despu¨¦s de trabajar con artistas como Joaqu¨ªn Sabina, se vio obligado a regresar a los estudios de Los Angeles.Desde entonces han pasado cinco a?os. Un lustro en el que Rafa Sardina ha logrado hacerse un hueco en este dif¨ªcil mundillo. Ha pasado de ser un trabajador an¨®nimo a todo un ingeniero de sonido con dos Grammy en su poder, un hecho que sin duda le abrir¨¢ puertas: "Soy consciente de que acabo de dar un paso importante en mi carrera. Los dos Grammys me van a ayudar a seguir progresando, pues contar¨¦ con m¨¢s facilidades a la hora de trabajar. Al menos eso espero", destaca Sardina. De car al futuro, sus miras est¨¢n puestas, al igual que el resto de componentes de su gremio, en la posibilidad de producir. "Me gustar¨ªa llegar a producir, pasar de controlar la calidad del sonido a tomar decisiones sobre el trabajo en su conjunto. Siempre es agradable que te tengan en cuenta, que valoren tu opini¨®n. Es la meta que todos nos marcamos, un objetivo dif¨ªcil de alcanzar pero a la que yo espero poder llegar. Es un sue?o alcanzable".

Un ambicioso objetivo para lo que, de momento, ya ha dado dos importantes pasos. Dos pasos en forma de Grammy que constatan la val¨ªa de un ingeniero de sonido que se vio obligado a cruzar el charco para que fuera valorado su trabajo.