Escandalosas ca¨ªdas del cartel en Guadalajara

La Feria de Guadalajara termin¨® el domingo con esc¨¢ndalo. Esc¨¢ndalo en los corrales, esc¨¢ndalo en los despachos, esc¨¢ndalo en la calle cuando trascendi¨® la ca¨ªda del cartel de los tres espadas, que fue, precisamente, lo m¨¢s escandaloso de todo.Los espadas eran Joselito, Jos¨¦ Tom¨¢s y Miguel Abell¨¢n, que compon¨ªan el cartel de mayor expectaci¨®n de la feria. En consecuencia, el aforo estaba vendido. Sin embargo, al enterarse el p¨²blico de que no toreaba ninguno de los tres y hab¨ªan sido sustituidos, cundi¨® la indignaci¨®n y se formaron grandes colas para devolver la entrada. No obstante, al empezar la corrida la plaza aparec¨ªa casi llena.

La corrida se celebr¨® con otros toreros. Naturalmente no con Gallito y Belmonte, que est¨¢n muertos, ni con las actuales figuras pues todas toreaban ese d¨ªa o andaban lejos. Pasadas las 2 de la tarde -momento en que la terna de Guadalajara decidi¨® no torear- y a s¨®lo cuatro horas del comienzo de la corrida, la ¨²nica soluci¨®n era buscar toreros de Madrid y as¨ª se hizo. Acudieron Frascuelo, Javier V¨¢zquez y El Renco, que triunfaron en toda regla.

La deserci¨®n de los sustituidos se hab¨ªa debido al cambio de los toros. Los Jandilla anunciados ven¨ªan, al parecer, con s¨ªntomas de afeitado. El presidente de la corrida, Eduardo Ranz, o¨ªdo el parecer de los veterinarios, rechaz¨® tres y a partir de ah¨ª se reconocieron toros de distintas ganader¨ªas que pudieran completar la corrida. Tras muchas discusiones se aprobaron dos de Tornay y uno de Martelilla, m¨¢s los sobreros. Pero el apoderado de Joselito y Tom¨¢s se manifest¨® finalmente en desacuerdo y decidi¨® que no toreaban.

El presidente actu¨® de acuerdo con el reglamento, y en defensa de la afici¨®n, de la fiesta y del prestigio de la plaza de Guadalajara. Sin embargo el alcalde de la ciudad, Jos¨¦ Mar¨ªa Bris, del PP, deb¨ªa estar en otra ¨®rbita a juzgar por los comentarios que hizo el domingo antes de la corrida y por las declaraciones que publicaba ayer Guadalajara 2000. En lugar de felicitar al funcionario que impidi¨® la corruptela, o dejar claro que est¨¢ en contra de cualquier intento de fraude, lament¨® que no hubiesen toreado los diestros anunciados, culp¨® a la empresa de su ausencia y anunci¨® que va a revisar el contrato de adjudicaci¨®n de la plaza.

Jos¨¦ Tom¨¢s, en un comunicado remitido por su oficina de Prensa, justificaba su decisi¨®n de no torear en Guadalajara por responsabilidad y profesionalidad, al haberse recompuesto la corrida con tres hierros distintos, m¨¢s el sobrero. Est¨¢ en su derecho. Aunque la responsabilidad y la profesionalidad se demuestran toreando toros ¨ªntegros, con poder y en puntas.